La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, ha anunciado este miércoles, en el pleno del Congreso, que el Gobierno planea aprobar una nueva ley que acabe con el consumo de alcohol en menores.
Según declaraciones a las agencias, el Ejecutivo se reconoce consciente de que “hay que promover y adoptar medidas preventivas para reducir su dimensión y garantizar la protección de los menores”.
“Queremos progresar con paso firme y decidido por el consumo cero en menores”, y, para ello, se ha comprometido a buscar el consenso con todas las administraciones públicas, grupos políticos, educadores, instituciones educativas, etc., para desarrollar una ley que “genere un efecto educativo” como el que consiguieron en la sociedad la ley de violencia del género, la ley contra el consumo de tabaco y la de seguridad vial que incorporó el carné por puntos.
Interpelación parlamentaria del Grupo Vasco
En estos términos se ha referido pleno en respuesta a una interpelación del Grupo Vasco, defendida por Joseba Andoni Agirretxea, sobre las medidas a adoptar para paliar el preocupante aumento del consumo de alcohol en menores.
La ministra ha lamentado que “para los menores, el alcohol es un producto sin riesgos, accesible y normalizado”, lo que “conlleva a mayor prevalencia de consumo y mayor riesgo de la salud”. Ante esta situación ha manifestado que pondrá todo su empeño en conseguir el consenso y desarrollar una norma que “genere debate y pedagogía en la sociedad”.
Así, ha avanzado que se estudiará para dicha norma elevar el inicio del consumo del alcohol; limitar su acceso y evitar el consumo temprano con iniciativas de prevención y sensibilización.
Datos de la encuesta nacional de uso de drogas
En su comparecencia, la ministra ha insistido en la urgencia de trabajar en el consumo cero por parte de los menores y acabar así con los alarmantes datos que se recogen en la última Encuesta Estatal sobre el Uso de Drogas en la Enseñanza Secundaria 2014-2015.
En España, la edad de inicio en el consumo de alcohol es de 13,8 años y, de forma mayoritaria, en el fin de semana; asimismo, un 22,2 por ciento de jóvenes lleva a cabo este consumo de manera intensiva (lo que se conoce como consumo de atracón).
Dolors Montserrat ha recordado, en la tribuna del Congreso, el trabajo realizado por su ministerio en la pasada legislatura, con el Plan de Acción 2013-2016 pero ha instado a seguir trabajando desde dos ámbitos “el social incidiendo en la opinión que tienen los ciudadanos sobre el consumo de alcohol y el normativo, regulando su consumo”.
Además, ha recalcado los dos ámbitos de actuación que tendrá la futura ley: prevención y sensibilización. La primera en el seno familiar, en el ámbito educativo y en el tiempo libre; y la segunda dirigida a los riesgos del consumo de alcohol: “Debemos instaurar un debate sobre el riesgo del consumo de alcohol por menores, hacer un proceso parecido al del tabaco y por tanto necesario”, ha enfatizado.
La edad mínima de consumo seguirán siendo los 18 años
Asimismo, la ministra ha precisado que la nueva ley no va a contemplar ampliar a más de 18 años la edad legal para el consumo del alcohol.
“La edad no se modifica, será 18 años. Lo que se busca en esa ley, que es de prevención, es que el inicio de los menores en el consumo de alcohol sea a los 18 porque ahora vemos como se está iniciando a los 13 y a los 15 esta ley lo que pretende es que el inicio sea al 100% a los 18 años”, ha explicado a los medios a la salida del pleno.
A día de hoy la edad de consumo legal de alcohol es a los 18 años pero, ha explicado, “es una realidad que los chavales empiezan a consumir entre los 13 y los 15 años”. Por tanto, ha reiterado, su objetivo es “elevar el inicio, no elevar la edad, sino la media del inicio en el consumo de bebidas alcohólicas. El objetivo es que los chavales empiecen a consumir de forma saludable a partir de los 18 años”.
Rebaja fiscal en el próximo Consejo de Ministros
Por otra parte, este mismo viernes, el Consejo de Ministros dará luz verde a un aumento fiscal de los impuestos especiales de alcohol y tabaco. La medida no afectará a la cerveza, que cuenta con un impuesto particular, ni al vino, que seguirá bonificado como hasta ahora. La subida al alcohol, como ya sucedió en 2013, se limitará a los destilados (whisky, ginebra o vodka, entre otros).
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