La
Asociación Española de Pediatría (AEP) ha propuesto ocho medidas para paliar la
escasez de pediatras en
Atención Primaria debido a “la falta de reposición de las
jubilaciones de pediatras, el estancamiento de la oferta de plazas de
MIR de
Pediatría, la
falta de atractivo de las plazas de AP para los nuevos pediatras, una población cada vez más demandante,
condiciones laborales caracterizadas por horarios prolongados sin incentivos así como el incremento de
puntos de difícil cobertura como pueden ser las zonas rurales”.
Las
ocho medidas son las siguientes:
– La elaboración de un
informe técnico de la situación de la Atención Primaria en España que permita conocer el número de niños en cada comunidad y las franjas de edades pediátricas, el número real de pediatras en activo, los
cupos de niños por pediatra o los puntos de más difícil cobertura, estudio que ya está elaborando la AEP.
Entre las medidas, la AEP propone un flujo de rotación de pediatras en Primaria sufragado por el hospital
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– La puesta en marcha de
horarios deslizantes que eviten las jornadas prolongadas, pero que garanticen la presencia de pediatras de Atención Primaria en el centro sanitario, en los horarios extremos tanto en las consultas de demanda como en las de urgencias.
– La agrupación de poblaciones con difícil acceso a la Pediatría en un punto común para garantizar la atención por un pediatra de Atención Primaria. Esta medida y la anterior deberán ir acompañadas de
remuneración como incentivo.
– Obligada titulación y duración –de cuatro años pero, deseablemente, aumentando a cinco– del MIR de Pediatría para todos los pediatras, tanto los que desarrollen un Área de Capacitación Específica como los que desempeñen su actividad en Primaria, “y que
siempre serán equivalentes, sin existir diferencia alguna entre ellas”.
– Que las comisiones de docencia de los hospitales pediátricos tengan
preestablecida una oferta en cada centro para especialistas y pediatras de Atención Primaria para el cuarto año del MIR. Los últimos tendrán rotaciones específicas “que seguirían el modelo de acreditación europea”.
–
Hacer más atractivo el trabajo del pediatra de Primaria, con una responsabilidad compartida de enfermos crónicos con el hospital que capacite al pediatra de Primaria y posibilite su mayor desarrollo.
– Contemplar un
equipo obligado de enfermera con formación pediátrica y pediatra de Atención Primaria.
– Como última medida, la AEP propone implantar “un
flujo de rotación de pediatras remunerados en AP, entre los recién finalizada su especialidad sufragada por un hospital público”. Esto sería una medida transitoria hasta que el déficit de pediatras se solucione.
Según la AEP, el número de pediatras de Atención Primaria disponible en nuestro país se puede calificar de “precario” ya que
entre el 15 y el 30 por ciento de los niños, según las áreas, no dispone de un pediatra de Atención Primaria para su atención.
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