Aunque sobre el papel la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud es igual para toda España, en base a un Real Decreto del año 2010, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap) ha denunciado que, en lo que respecta a la atención pediátrica en Primaria, no es así.
En la rueda de prensa de presentación de su
17º Congreso, que se celebra hasta este sábado día 15 en Madrid, la presidenta de la Asociación, Concha Sánchez Pina, ha remarcado que aunque la
inexistencia de un
calendario vacunal único y común para todas las comunidades autónomas sea quizás una de las
diferencias más conocidas y notorias, no es ni mucho menos la única.
"El hecho de que un niño viva en una comunidad u otra hace que los servicios sean diferentes"
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“Hemos detectado una
falta de equidad en el acceso a los servicios sanitarios para los recién nacidos, lactantes, niños y niñas y adolescentes. El hecho de que un niño viva en una comunidad u otra hace que los servicios que se le ofrecen sean diferentes, lo que va en contra de la equidad que debería regir por ley en los servicios sanitarios”, ha señalado.
Unas diferencias que Aepap ha constatado, por ejemplo, en relación a los métodos diagnósticos rápidos de los que disponen los pediatras de AP en sus consultas. El
test de estreptococo –que determina si un niño debe recibir
antibiótico–, por ejemplo, está disponible de manera generalizada en la mayoría de las comunidades autónomas, “aunque su
implantación es
desigual en Andalucía, Cataluña y Castilla la Mancha y no está disponible en Extremadura”. Mientras que solo Valencia y Navarra disponen del test de la gripe, que sería muy
útil en
lactantes para evitar derivaciones según ha destacado por su parte el vicepresidente de Aepap,
César García Vera.
Los pediatras también ha enumerado otras diferencias, como en el caso de las
pruebas de cribado neonatal, con las que se pretenden detectar precozmente una serie de enfermedades graves en los recién nacidos. Una revisión publicada en la revista
Anales de Pediatría concluyó que el listado de patologías que se analizan en Asturias, Baleares, Cantabria, Canarias, Navarra y Valencia es notablemente inferior a otras comunidades autónomas, aunque es cierto que cumplen con la cartera básica común.
Diferencias en cuanto a métodos auxiliares de la consulta
Han apuntado que, en cuanto a los métodos auxiliares de la consulta, en un 75 por ciento de las comunidades autónomas no hay disponibilidad de test para diagnóstico de alergias (
Prick Test), que solo es ofrecido en Cantabria y de manera desigual en el País Vasco, Cataluña y Baleares.
En la Comunidad de La Rioja no hay la posibilidad de realizar
espirometrías, lo que dificulta el control de los niños asmáticos en Atención Primaria. Además, en un 20 por ciento de las autonomías no hay
ecografías y en la mitad su disponibilidad es irregular. Esta prueba no está disponible en el País Vasco, Andalucía, La Rioja y Valencia.
Las
impedanciometrías, una prueba imprescindible para la valoración de las otitis serosas en niños, solo están disponibles en cuatro comunidades: Castilla León, País Vasco, Aragón y Navarra.
Calendario vacunal diferente en las CCAA:
Lo más frecuente es que exista un profesional de Enfermería por cada dos pediatras
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A pesar de que existe un calendario vacunal común para todo el Estado, no se sigue en todas las comunidades autónomas de la misma manera. La vacuna de meningococo B se oferta en Navarra y Castilla y León, mientras que la del Meningococo ACWY está a los 12 meses en Andalucía. Ambas están disponibles en Galicia.
La vacuna del rotavirus no se ofrece en ninguna comunidad autónoma (salvo para grupos de riesgo).
Dificultades de acceso a Enfermería de Pediatría:
Señalan que la oferta de
Enfermería Pediátrica es diferente en las diversas comunidades autónomas, lo que dificulta la puesta en práctica del
programa de salud infantil. En 2018, la Aepap realizó un estudio de la situación de Enfermería Pediátrica y, dicen, a día de hoy no ha mejorado nada.
Lo más frecuente es que exista un profesional de Enfermería por cada dos pediatras (43 por ciento de las autonomías). La relación ideal, que sería uno por uno, solo existe en Asturias, Cantabria y Navarra; mientras que en el resto del estado la situación es
variable: profesional de Enfermería para un médico de Familia y un pediatra o incluso la falta de Enfermería con atención exclusiva a menores, como ocurre en Andalucía y algunos centros de Madrid.
Saturación de las consultas por cupos excesivos y consultas telemáticas
En los datos del portal de Atención Primaria del Ministerio de Sanidad, que no contiene los datos de Cataluña -también elevados-, se observa que el 70 por ciento de las plazas de Madrid y Baleares superan el
cupo de 1.000 niños por pediatra, lo que dificulta su atención, estando el 42 por ciento de los cupos por encima de las 1.000 tarjetas por profesional de Pediatría de AP.
Existe un
desarrollo irregular de
consultas telemáticas a especialidades que facilitan resolución de problemas y mejora las dificultades en listas de espera para subespecialidades pediátricas. Estas consultas son generalizadas en el 40 por ciento de las comunidades autónomas, su implantación es irregular o parcial en el 40 por ciento y no existen en Andalucía, Madrid y Baleares.
Diferencias en el acceso a las Unidades de Atención temprana
Solo el 60% de las autonomías cumplen con un tiempo medio de espera para la Atención Temprana menor de tres meses
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Las listas de espera para que los niños sean atendidos en los servicios de
Atención Temprana son muy diferentes en las diversas regiones, siendo, aseguran, en ocasiones excesivas. Solo el 60 por ciento de ellas cumplen con un tiempo medio de espera menor de tres meses; un 30 por ciento tarda entre 3 y 6 meses en derivar a los menores y hay dos comunidades que lo superan:
Aragón, en la que la espera media es de más de 6 meses y
Madrid, donde el tiempo de espera es de cerca de un año, con el perjuicio que esto ocasiona para la salud de los niños que requieren estos servicios.
En cuanto a los equipos de orientación psicopedagógicos la situación es mucho peor como alertan desde Aepap. Solo el 15 por ciento de las comunidades autónomas tiene un tiempo de espera menor de tres meses, el 20 por ciento es de tres a seis meses, un 40 por ciento entre tres y seis meses y un diez por ciento más de un año, siendo irregular en otras regiones.
Diferencias en la atención dental infantil
Finalmente, los pediatras de AP han señalado las inequidades existentes en la atención bucodental a los menores; con diferencias en las edades (que oscilan entre los 7 y 18 años) y servicios cubiertos.
La asistencia que se ofrece habitualmente es la obturación de caries de 7 a 14-16-18 años; mientras que en casi un 25 por ciento de las comunidades se ofrece también aplicaciones de
flúor tópico en molares a los seis años y en un 10 por ciento sellado de fosas y fisuras. La franja de edad menos cubierta es por debajo de los siete años.
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