El ibuprofeno y el paracetamol son dos de los medicamentos más habituales en los botiquines y más fáciles de obtener en farmacias para el tratamiento de la fiebre y el dolor. Por ello,
son muy utilizados en niños para reducir la fiebre provocada por una infección. A raíz de ello, un estudio ha analizado cuál de los dos es más efectivo para este propósito.
Basándose en diez estudios que incluían un total de 1.773 paciente, los investigadores
analizaron la temperatura de los niños después de tomar el fármaco tras 1, 2 y 4 horas. Además, también se analizaron los posibles efectos adversos, todo ello expresado como medias (DM) y cocientes de riesgo (CR) con intervalos de confianza de 95 por ciento.
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Comparación entre el ibuprofeno y el paracetamol en el tratamiento de la fiebre infecciosa en niños: Un Meta-Análisis" dio como resultado que
el ibuprofeno era más efectivo que el paracetamol en los niños con fiebre infecciosa y que ambos tienen pocos efectos adversos. Los datos mostraron que los pacientes que habían tomado paracetamol tenían una temperatura más alta que los que se habían medicado con ibuprofeno después de 1 hora, diferencia que iba aumentando según avanzaba el tiempo.
¿Es eficaz intercalar ibuprofeno y paracetamol?
La
investigación, publicada en el
Journal of Healthcare engineering, desgrana también las conclusiones más interesantes a las que habían llegado en los estudios que comparaba. Estableciendo, por ejemplo, que
ambos habían demostrado ser muy buenos y eficaces para el tratamiento de la fiebre infecciosa en niños.
Asimismo, señalaron que la terapia combinada de los dos fármacos, intercalando ibuprofeno y paracetamol, parece ser más eficaz que el tratamiento con uno solo, aunque este tratamiento combinado puede ir acompañado de mayores complicaciones. En concreto, uno de ellos
aconseja a los padres utilizar primero ibuprofeno.
Por último, otra de las investigaciones comparadas resalta que
el ibuprofeno, además de tener efecto antipirético, es también un analgésico. Además, este medicamente está recomendado no solo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sino también por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) estadounidense.
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