Ellie-May Clark, una niña galesa de cinco años, ha perdido la vida por llegar tarde a la consulta de su pediatra. La madre y su hija llegaron a las 17.10 horas a la visita y su pediatra, que había cerrado diez minutos antes, se negó a atender a la pequeña, que acabó muriendo cinco horas después en un hospital cercano, víctima de un ataque de asma.
La pequeña regresó a su casa junto a su madre y poco después empezó a sufrir un cuadro de tos, dificultad para respirar y una sensación de falta de aire. Ante esto, la madre llamó a una ambulancia para que trasladasen a la niña al hospital, donde murió pocas horas después.
El forense que realizó la autopsia de la niña aseguró que: “La doctora que negó la atención perdió la posibilidad de proporcionarlo un tratamiento que le hubiera salvado la vida”, en referencia a que la niña podría haber sobrevivido con un diagnóstico temprano.
En declaraciones a los medios, la madre de Ellie-May Clark aseguró que no pudo llegar antes a la consulta del pediatra porque tuvo que dejar a su otro hijo al cuidado de otra persona y porque tuvo que coger el autobús para llegar hasta la clínica.
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