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Mirar el móvil a la vez que se da el pecho perjudica el desarrollo del bebé

El uso excesivo del móvil causa también problemas de desarrollo e hiperactividad en los adolescentes


30 may 2017. 14.10H
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POR REDACCIÓN
Las madres que utilizan el móvil mientras amamantan perjudican a sus bebés. Así lo asegura un estudio presentado por el Ministerio de Sanidad alemán, que revela que la utilización de dispositivos móviles también merma el desarrollo de capacidades durante la infancia, disminuye el desarrollo del habla en niños pequeños y genera problemas de concentración en los escolares de primaria. Al parecer, nos recién nacidos que se encuentran en período de lactancia sufren más trastornos del sueño y se alimentan peor, cuando sus progenitoras les dan el pecho.

En el estudio Blikk-Medie-Studie 2017 han participado más de 5.500 niños y padres en 79 puntos de observación repartidos por toda Alemania. Así, los resultados de las revisiones médicas que se establecen en el calendario sanitario oficial fueron contrastados mediante cuestionarios sobre el uso de los smartphones' Los datos obtenidos revelan nuevos hábitos poblacionales que no se recogen en los protocolos sanitarios ni en la formación de madres. Entre los más extendidos está la utilización de teléfonos móviles o tabletas mientras las madres están amamantando a sus bebés, que se da en un 75 por ciento de los niños de entre un mes y un año de edad. Las consecuencias que demuestra esta investigación son claras: los recién nacidos duermen peor y beben menos leche que la minoría restante.

Los efectos del uso de este tipo de aparatos sobre la salud de los niños que están en edad escolar también son reveladores. El 65,5 por ciento de los niños alemanes no tienen permitido el uso del móvil o la televisión durante más de dos horas diarias, algo que parece no ser suficiente para los pequeños. ¿De qué manera afecta? Este estudio concluye que a mayor tiempo delante de la pantalla, menos capacidades lingüísticas son desarrolladas por ellos. Asimismo, el sedentarismo y el consumo de bebidas azucaradas y golosinas se asocia a este mal hábito.

En la adolescencia

El 16,1 por ciento de los jóvenes de entre 13 y 14 años reconoce que tiene dificultades para fijar por sí mismo un límite de uso del smartphone mientras que el 41 por ciento admite que nunca se ha informado correctamente sobre los peligros que tiene utilizarlo excesivamente. La gran mayoría de los encuestados (90 por ciento) considera que asesorarse o informarse sobre esta cuestión no es aconsejable.

"El estudio nos permite orientarnos por primera vez sobre las consecuencias que el smartphone tiene en la salud de los niños", ha explicado la responsable de Drogas y Adicciones del Gobierno alemán Marlene Mortler. Reconoce que "no hay vuelta atrás" en la era digital y que no se trata de alejar a los niños de la tecnología "pero es importante que nos tomemos en serio los riesgos de la digitalización e intentemos controlarlos".  Además, apunta a que los padres entiendan que "ningún niño pequeño necesita un smartphone". Ni el suyo propio ni el de sus progenitores, ya que en esta investigación se demuestra que el 70 por ciento de los niños menores de tres años utilizan más de media hora al día dispositivos móviles de sus padres. Hábitos como este conducen a problemas de hiperactividad motora y de desarrollo de la lengua.

Según el director del estudio, Rainer Riedel, director del Instituto de Medicina de Colonia, los jóvenes de entre ocho y 13 años, presentan problemas de hiperactividad motora y dificultades para la concentración por el uso durante más de una hora de medios electrónicos: televisión, videojuegos, teléfonos y tabletas,.

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