Los cuidados a tener en cuenta para un recién nacido son muchos y algunos de ellos son grandes desconocidos. Echar a dormir a un bebé puede parecer una cosa normal y sin más importancia, pero la posición en la que descansen puede influir hasta el punto de causarles la muerte. Por ello, seguir las directrices que recomiendan los neonatólogos es muy importantes a la hora de prevenir el fallecimiento de los pequeños por síndrome de la muerte súbita del lactante (SMSL).
Así, un reciente estudio realizado por pediatras estadounidenses alerta de que los bebés prematuros tienen más posibilidades de morir por SMSL y otras causas de muerte infantiles relacionadas con el sueño, en comparación con los pequeños nacidos en período de gestación normal y si no se tienen en cuenta las directrices de la Academia Americana de Pediatría que permiten un sueño infantil seguro.
De ahí, la importancia de seguir las pautas de los profesionales médicos a la hora de llevar a los neonatos a la cama. "Es necesario ayudar a los padres a través de prácticas beneficiosas que incluyen poner al bebé sobre su espalda para dormir", señala Barbara Ostfeld, profesora de Pediatría de la Rutgers Robert Wood Johnson Medical School y directora del programa relacionado con este ámbito en el Centro de Investigación sobre SMSL de Nueva Jersey.
Ostfeld, y el también docente y director médico del centro de investigación estadounidense, Thomas Hegyi, publicaron un estudio que encontró que los bebés nacidos entre las 24 y 27 semanas tuvieron tres veces más posibilidades de morir por muerte súbita que los nacidos antes de cumplir el primer año de vida. Según los investigadores, el riesgo de que esto sucediese era alto incluso cuando factores, como el tabaquismo y la atención prenatal inadecuada, no estaban presentes en el análisis.
La importancia de seguir las pautas médicas
Los especialistas estiman que el 25 por ciento de las muertes por SMSL por asfixia o atrapamiento. En esta investigación, se analizaron los certificados de nacimiento y de defunción de niños estadounidenses entre 2012 y 2013. De este modo, se descubrió que el riesgo de morir de SMSL (y otras causas relacionadas con el sueño) en el primer año fue más alta para los nacidos entre las 24 y 27 semanas. En total, hubo 0,51 muertes por cada 1.000 nacimientos en el período que va de la 39 a la 42 semana, mientras que hubo 2,68 muertes por cada 1.000 nacimientos entre las 24 y 27 semanas.
Asimismo, cada año en Estados Unidos fallecen alrededor de 3.500 bebés por una muerte relacionada con el sueño, una cifra que parece estar reduciéndose más cada año, desde que la Academia Americana de Pediatría publicó sus pautas e indicaciones para el sueño seguro del bebé. Así, la principal recomendación es que los neonatos deben ser colocados de espaldas para dormir.
En este sentido, los científicos señalan que "es importante que las unidades de cuidados intensivos de Neonatología evaluen que se estén cumpliendo bien con estas directrices y la enseñanza acerca de las prácticas seguras del sueño infantil".
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