Las
mujeres embarazadas con antecedentes de infección por el
virus del herpes simple tipo 1 (HSV-1) mantienen anticuerpos activos contra el virus, una protección que puede pasar al sistema nervioso de su descendencia y evitar que los pequeños padezcan
infecciones neurológicas, según revela una nueva investigación de científicos de la Escuela Geisel de Medicina de Dartmouth College, en Hanover (Estados Unidos).
Utilizando un modelo de ratón de HSV-1 así como muestras de autopsias de tejidos humanos y fetales humanos, estos científicos descubrieron que los anticuerpos contra HSV-1 producidos por mujeres adultas o ratones hembra podían viajar a los sistemas nerviosos de su cuerpo de los bebés no nacidos, lo que impide el desarrollo y la propagación de la infección durante el parto.
El trabajo, publicado esta semana en
mBio, una revista digital de acceso abierto de la Sociedad Americana de Microbiología, sugiere que la
inmunización de las mujeres embarazadas contra el HSV e infecciones similares podría prevenir graves enfermedades cerebrales relacionadas con estas enfermedades en los fetos y los recién nacidos, destaca el autor principal,
David A. Leib, profesor de Microbiología e Inmunología en la Escuela de Medicina de Darmouth.
"Nuestros resultados subrayan el papel previamente subestimado de los anticuerpos maternos en la protección del sistema nervioso fetal y del recién nacido contra la infección. Los anticuerpos maternos tienen un potente papel protector en el sistema nervioso neonatal contra el VHS", afirma Leib.
Mientras que el HSV-1 está comúnmente asociado con herpes labial en la piel, la infección también puede causar infecciones oculares y es la forma más común de ceguera corneal infecciosa en Estados Unidos, dice Leib. También puede entrar en el cerebro y causar inflamación (encefalitis).
La infección por HSV-1 en recién nacidos (ya que pueden contraer el virus de madres infectadas durante el paso a través del canal de parto) puede ser grave, causando daño cerebral o la muerte. La infección neonatal por HSV afecta a aproximadamente entre uno de 3.200 y uno de cada 10.000 nacidos vivos, apunta Leib. Incluso, con la intervención antiviral, el HSV causa una enfermedad cerebral significativa en los lactantes.
Protección fetal frente al Zika
"Lo que esto nos dice es que las mujeres que se quedan embarazadas que tienen una
infección de herpes preexistente registran una respuesta inmune madura a ese virus y pasarán esos anticuerpos a su bebé. Si ese bebé se infecta durante el parto, estará protegido porque los anticuerpos de la madre entran en su sistema nervioso antes del nacimiento", explica Leib. Por el contrario, si la infección por HSV-1 se adquiere durante el embarazo, el riesgo de resultados graves para el recién nacido puede ser tan alto como un 50 por ciento.
Los anticuerpos maternos que proporcionan protección neuronal a los bebés "no se han observado antes y es muy importante para los patógenos que infectan a recién nacidos porque hay a menudo algún tipo de consecuencia neurológica que puede afectar sus vidas enteras", agrega el autor principal del estudio,
Yike Jiang, doctor en Filosofía y estudiante en la Escuela de Medicina.
En este sentido, apunta que la inmunización materna también puede ser una estrategia eficaz contra otros patógenos que afectan a los recién nacidos, como el
virus Zika.
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