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La vacuna contra la varicela reduce el riesgo de herpes zóster en niños

Es la conclusión de un nuevo estudio liderado por investigadores del Centro Kaiser Permanente de Estados Unidos

El herpes zóster está causado por el virus de la varicela-zóster, el mismo virus que causa la varicela.

19 jun 2019. 11.00H
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Los niños que reciben la vacuna contra la varicela son significativamente menos propensos a contraer herpes zóster, según un nuevo estudio liderado por investigadores del Centro Kaiser Permanente para la Investigación de la Salud (Estados Unidos) que ha analizado a más de seis millones de niños.

El herpes zóster está causado por el virus de la varicela-zóster, el mismo virus que causa la varicela. Sin embargo, es una enfermedad rara en niños, y los síntomas son generalmente más leves en los niños en comparación con los adultos, quienes típicamente reportan una erupción cutánea dolorosa y con ampollas.

El estudio, financiado por los Centro de Control de las Enfermedades y Prevencion de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) y publicado en la revista 'Pediatrics', examinó los registros médicos electrónicos de más de 6,3 millones de niños entre 2003 y 2014, utilizando datos de seis organizaciones de atención médica integrada. Aproximadamente la mitad de los niños fueron vacunados durante parte o la totalidad del período de estudio.


Vacunación e incidencia 


Los investigadores encontraron que, en general, el riesgo de herpes zóster es mucho menor en los niños vacunados que en los no vacunados. Durante el período de 12 años del estudio, la tasa de esta enferemedad pediátrica disminuyó en un 72 por ciento en general a medida que aumentaba el número de niños vacunados. Su incidencia fue un 78 por ciento menor en niños vacunados que en no vacunados. Las tasas en niños inmunosuprimidos, que no pudieron recibir la vacuna, fueron de 5 a 6 veces más altas.

Los casos de herpes zóster entre los niños que no fueron vacunados aumentó de 2003 a 2007 y luego disminuyó drásticamente hasta el final del período de estudio. El aumento de las tasas de vacunación durante el período del estudio redujo el riesgo de contraer la enfermedad en general para todos los niños, incluidos los que no fueron vacunados. La disminución también podría haber estado relacionada con la introducción de la segunda dosis de la vacuna a partir de 2007 en Estados Unidos, ya que la incidencia fue mucho menor en los niños que recibieron la vacuna de dos dosis en lugar de la de una dosis.

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