La vacuna BCG, utilizada en la prevención de la tuberculosis, no tienen ningún efecto protector sobre el asma infantil, según un estudio llevado a cabo por el Institut national de la recherche scientifique (INRS), en Québec (Canadá).
Este trabajo, publicado en el American Journal of Epidemiology, cierra definitivamente la puerta a la posible vinculación entre el fármaco y la enfermedad, ya que en investigaciones previas no había unanimidad en los resultados.
El estudio es el más amplio sobre el tema hasta la fecha. Para llevarlo a cabo, el equipo recopiló datos de los registros y archivos de la campaña de vacunación BCG en la ciudad canadiense entre 1956 a 1974.
En palabras de la principal investigadora, Marie-Claude Rousseau, "es raro que un registro de vacunación abarque a toda una población, sobre todo en Norteamérica. Hemos tenido la suerte de tener una gran fuente datos conservardos en nuestro centro". En ese sentido, agradece la labor realizada en su momento por el médico Armand Frappier, "quien dirigió la lucha contra la tuberculosis en Québec desde una perspectiva de salud pública. Los datos que reunió y guardó para el futuro son tremendamente útiles para la investigación epidemiológica".
"El mejor momento para seguir investigando"
Al mismo tiempo, la autora señala que tras descartar el vínculo gracias a una investigación tan exhaustiva y detallada, "es el mejor momento para seguir buscando la clave del asma infantil y su prevención".
El trabajo se financió a través del Fondo de Investigación de Quebec-Santé y de los Institutos Canadienses de Investigación en Salud y mediante una asociación con el Instituto de la Estadística de Québec. La informatización del Registro de Vacunas de BCG fue subvencionada por la Fundación Canadá para la Innovación.
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