Un estudio que incluye datos de salud de más de
500.000 niños en
Estados Unidos sugiere que la
obesidad podría ser la
culpable de aproximadamente uno de cada cuatro casos de
asma en niños obesos (del 23 al 27 por ciento), según investigadores de la Universidad de Duke, en Durham, Carolina del Norte, Estados Unidos, y colaboradores de 'National Pediatric Learning Health System' (PEDSnet), Estados Unidos.
Esto podría significar que aproximadamente el
10 por ciento de todos los
niños de 2 a 17 años con
asma, casi un millón de niños en Estados Unidos, podría
haber evitado la enfermedad al mantener un peso saludable, según los hallazgos de los investigadores, que se publican en la revista 'Pediatrics'.
"El asma es la
enfermedad crónica número uno en los niños y algunas de las causas, como la genética y las infecciones virales durante la infancia, son cosas que no podemos prevenir -señala el autor principal,
Jason E. Lang, profesor asociado de Pediatría en Duke-. La obesidad puede ser el
único factor de riesgo para el
asma infantil que se puede prevenir. Esta es otra
evidencia de que es
importante mantener a los
niños activos y con un
peso saludable".
Para el estudio retrospectivo, los investigadores analizaron datos de
507.496 niños de
más de 19 millones de visitas al médico en seis importantes centros de salud infantil. Los datos se incluyeron en una red de datos de investigación clínica llamada PEDSnet entre 2009 y 2015.
El asma también afecta a los niños con sobrepeso
Se había diagnosticado a los
niños clasificados con asma en dos o más citas médicas y también se les había prescrito un medicamento, como un inhalador. Asimismo, las pruebas de su función pulmonar confirmaron que tenían la enfermedad. Los niños clasificados como obesos -con índice de masa corporal (IMC) en el percentil 95 o superior para su edad y sexo- tenían un 30 por ciento más de riesgo de desarrollar asma que los compañeros de peso saludable.
Los niños con sobrepeso también presentaron un 17% más de riesgo de asma
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El asma no afectó solo a las personas con obesidad. Los niños que tenían
sobrepeso, pero no eran obesos (IMC en el percentil 85-94) también presentaban un
17 por ciento más de riesgo de asma en comparación con sus compañeros de peso saludable.
Los investigadores calcularon el riesgo de asma utilizando varios modelos y, tras tener en cuenta factores de riesgo como el sexo, la edad, el estado socioeconómico y las alergias, los resultados se mantuvieron similares.
El estudio tiene varias limitaciones, según Lang, como que los datos se recopilaron durante las
visitas al médico y
no en un entorno de investigación clínica controlada. Lang cree que se necesitan más experimentos para demostrar que el sobrepeso y la obesidad provocan directamente
cambios que conducen al asma porque los científicos no comprenden completamente cómo o por qué sucede.
Papel clave o directamente culpable
Los investigadores han explorado hipótesis, incluidas las posibles diferencias en cómo se desarrollan los pulmones y las vías respiratorias de los niños cuando tienen sobrepeso, y los cambios inflamatorios en el cuerpo debido a la obesidad, explica Lang. Sin embargo, estos hallazgos y otros, como la forma en que el asma a menudo mejora con la pérdida de peso, sugieren que la obesidad desempeña un
papel clave o es
directamente culpable, continúa.
"Creo que es razonable preocuparse de que sea una
relación causal -afirma Lang-. Parece que el sobrepeso o la obesidad cuando un niño aumenta significativamente su riesgo de desarrollar asma, y se trata de un
incremento significativo, lo que dirige de nuevo la atención a la importancia de prevenir la obesidad a una edad temprana".
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