Un estudio liderado por el
Banc de LLet ha constatado que la
leche materna reduce hasta
la mitad la
enterocolitis necrotizante, una enfermedad que afecta gravemente al
sistema digestivo de los bebés prematuros extremos.
Durante seis años, el Banc de LLet y el Servicio de Neonatología del
Hospital Vall d'Hebron han realizado un seguimiento y comparado la evolución clínica de más de
600 bebés prematuros extremos, de
menos de 1.500 gramos, que nacieron con menos de 32 semanas de gestación o que cumplen alguna de las dos condiciones.
Para determinar la influencia de la alimentación, el estudio separó a los bebés prematuros en dos grupos: uno alimentado con leche materna -de su propia madre o, como segunda opción, de leche materna donada al banco de leche- y con leche artificial.
Una afectación grave
Así, el estudio ha demostrado que la incidencia de
enterocolitis necrotizante, una infección e inflamación de los intestinos con riesgo de perforación, es
un 50 por ciento menor en los bebés alimentados con leche materna.
Cada mujer donante en Cataluña entregó una media de 4,2 litros de leche
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Se trata de una de las
afecciones más graves que corren el riesgo de sufrir estos bebés aunque, en los últimos años, esta patología se ha reducido significativamente.
El
tratamiento es
médico, aunque si la afección es más grave hace falta un
drenaje o
cirugía para extraer el tramo de intestino afectado y, en casos extremos, puede llegar a provocar la
muerte.
La leche materna también está especialmente indicada para
ayudar a bebés prematuros con
riesgo de patologías digestivas, intestinales o déficit inmunitario, y se utiliza en bebés tras una cirugía del aparato digestivo, ya que la leche artificial es más difícil de digerir y la materna facilita la recuperación intestinal.
Banco de leche
Por ello, el banco de leche ha subrayado la importante de las donaciones de leche materna destinada a los prematuros que no pueden optar a la de su propia madre, y ha hecho un llamamiento porque "las
necesidades de leche son
constantes para poder atender la necesidad" de todos los prematuros.
Para ser donante de leche los únicos requisitos son estar amamantando a un hijo propio, disponer de suficiente leche y tener buena salud.
En 2017, Cataluña disponía de 622 mujeres donantes, aunque solo unas 60 lo hacían de forma activa, y en ese año el banco distribuyó
1.348 litros (un 20 por ciento más) a
624 bebés.
Cada mujer donante -con una media de 35 años- entregó unos
4,2 litros de leche de media, y lo recogido se distribuyó a 17 hospitales catalanes.
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