En
Holanda, los adolescentes de 16 años que no hayan sido vacunados conforme al calendario oficial serán preguntados por los médicos si quieren recibirlas, sin importar la opinión de sus padres. Así lo señala
El País, que indica que los especialistas esperan
aumentar así las
tasas de protección a nivel nacional.
Según señala este medio, tanto el
Colegio de Pediatras como el
Ministerio de Sanidad están de acuerdo con esta medida. "Porque no queremos que los adolescentes estén poco informados en asuntos relativos a su salud”, explican portavoces de este último. Además, para evitar que los menores tengan problemas en casa en el caso de que su familia sea antivacunas, garantizarán su privacidad.
La encargada de ponerse en contacto con los adolescentes será la
Asociación de Médicos de la Juventud, que ya está evaluando la mejor forma de hacerlo: por correo o a través de una campaña pública. “Lo mejor es saber cómo prefieren ser informados; que nos lo digan ellos mismos”, indicó el pasado fin de semana de semana
Mascha Kamphuis, su presidenta. También se preparan “para ayudar a ambas partes cuando haya diferencia de opiniones”.
Reducir la caída de la cobertura
Se trata de una nueva medida de el Gobierno holandés está preparando un plan para reducir la caída de la cobertura de la vacunación entre las familias holandeses, ya que en los últimos tiempos han ido aumentando los casos de
paperas, sarampión y rubeola entre los niños.
Ya en agosto, tres de los cuatro partidos de la coalición de Gobierno se mostró
a favor de permitir que se prohibiese el acceso de niños no vacunados a las escuelas de infantiles, para frenar así la caída de las inmunizaciones.
La Organización Mundial de la Salud (
OMS) exige que el 95 por ciento de la población de un país esté vacunada para garantizar la inmunidad grupal. A día de hoy, las cifras del
Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente señalan que solo el 90,2 por ciento de los niños de dos años se habían vacunado en el 2017.
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