El
sueño es mejor para padres y niños pequeños si el cambio de la cuna a la cama de los últimos se produce a los tres años, según ha concluido un estudio del Children's Hospital of Philadelphia, en Estados Unidos, publicado en la revista 'Sleep Medicine'.
En concreto, los investigadores hallaron que los
niños mostraban
menos resistencia a la hora de dormir,
menos despertares nocturnos y
mayor duración del sueño. Estudios anteriores de la investigadora líder, Ariel Williamson, ya habían encontrado que los niños privados del sueño tendían a tener más dificultades para realizar tareas, rabietas y comportamientos de autorregulación.
La investigación se desarrolló con los datos de
1.983 cuidadores de niños que tenían entre 18 y 36 meses en Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos, obtenidos de una
aplicación móvil. Encontraron que los porcentajes de niños que dormían en cuna disminuían constantemente con la edad.
El 63 por ciento de los niños dormían en una cuna entre los 18 y los 24 meses, en comparación con el 34 por ciento de los que aún lo hacía entre los 24 y los 30 meses y el 13 por ciento de los 30 a 36 meses. "Lo que nos sorprendió fue cómo de
notablemente consistentes fueron los
beneficios de dormir en la cuna en cada grupo de niños pequeños", ha apuntado Williamson.
"Los adultos tienden a ver las cunas como jaulas, pero los niños no las ven así", ha explicado la psicóloga pediátrica
Lisa Meltzer, del National Jewish Health, en Denver, Estados Unidos, que no ha participado en esta investigación. "A los niños les gustan los espacios pequeños si se sienten seguros y cómodos con ellos. Si miras a niños pequeños jugar, les gusta jugar debajo de mesas o en cajas grandes", ha puntualizado.
Recomiendan una cuna ajustable
Además, "un niño de tres años tiene más posibilidades de tener el
desarrollo cognitivo suficiente para recordar las reglas de estar en la cama. Comprar una
cuna con un colchón ajustable puede evitar que los padres tengan que hacer una transición para que su hijo no está preparado", ha explicado, por su parte, la psicóloga del sueño
Sarah Honaker, del Riley Hospital for Children de Indianapolis, Estados Unidos, que tampoco ha participado en el estudio.
Los expertos en sueño y los pediatras recomiendan una cuna ajustable que se haga más baja a medida que el niño crece, según Honaker. Ayuda al niño a sentirse
más cómodo con una solución que se parece más a una cama y
reduce las lesiones y las caídas si el niño intenta salir de la cuna.
En investigaciones sucesivas, Williamson y su equipo usarán la
misma aplicación móvil para investigar cómo realizar los padres la transición de la cuna a la cama y qué les motiva para llevarla a cabo.
En algunos casos, los padres que esperan otro bebé mueven al niño a la cama para volver a usar la cuna. Otros comienzan la transición porque el niño escala hasta salir de la cuna o es físicamente grande para estar en una cuna.
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