Parques infantiles sí o parques infantiles no. Ese es uno de los
debates en torno a las medidas que hay que tomar para frenar los
contagios de Covid-19. Y mientras que
el Ministerio de Sanidad borró de la resolución publicada este jueves la obligación de cerrarlos en los municipios susceptibles de ser aplicada, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid,
Enrique Ruíz Escudero, anunciaba la conveniencia de
cerrar los parques infantiles como medida para "evitar la concentración de personas". A falta de saber si finalmente los clausurarán,
Enrique Pérez Martínez, pediatra y corresponsable del grupo de trabajo de Educación para la Salud de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria de Atención Primaria (
Sepeap), considera que "no hay una verdad absoluta" sobre lo que hay que hacer. Pero, en su opinión, deberían mantenerse
abiertos siempre que haya un control de aforo para los adultos.
"Como se trata una
valoración de riesgo, ninguna de las propuestas es cien por cien falsa o verdadera. Pero sabemos que
los niños no son el principal vector transmisor, como ocurre con la gripe, sino que lo son los adultos. Es algo que se ha comprobado también en los
núcleos familiares", explica.
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Por eso, considera que cuando se habla de abrir o no los parques infantiles,
no se debe centrar el foco únicamente en los niños, sino que "hay que
controlar el acceso a esos parques de los adultos. "Se deben asegurar las medidas básicas como la
distancia de seguridad y el
uso de mascarillas. El problema de los parques infantiles va más orientado a los padres acompañantes", afirma.
Porque en cuanto a los niños, recuerda que durante la pandmeia se ha hablado mucho del contagio por superficie inerte, pero ahora, según los últimos datos, se sabe que el mayor está en las
secreciones respiratorias en contacto directo. Además, "en su mayoría en
espacios al aire libre, que son mucho más seguros", añade.
Oportunidad para el ejercicio físico
Además de los beneficios del juego y la socialización de los niños, los parques infantiles tienen otro que repercute que realizan
actividad física. Y sin ellos, pues no tanto.
Por eso el pediatra recomienda a los padres que, en el caso de que se cierren, no sustituyan esta actividad por quedarse en casa, sino que lo tomen como una
oportunidad para dar un paseo en bicicliea, correr en la playa o cualquier otra
actividad al aire libre que conlleve movimiento.
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