Un
estudio realizado por investigadores de la
Universidad de Columbia (EEUU) y publicado en la revista científica
Nature Immunology analiza en profundidad los
anticuerpos contra el
SARS-CoV-2 de
47 niños y 32 adultos. El resultado muestra que niños y adultos
producen diferentes tipos y cantidades de anticuerpos en respuesta a la infección, lo que explicaría una de las manifestaciones más llamativas de la pandemia: “la mayoría de los
niños se
enfrentan bien al virus, y lo
eliminan fácilmente, mientras las
personas mayores luchan con mayor dificultad”, explican los investigadores.
El estudio se llevó a cabo con 47 niños, 16 de ellos fueron tratados en el
Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia por
síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C). De este grupo,
31 niños de edades similares dieron positivo al virus después de visitar el centro médico para el tratamiento de otras afecciones. La mitad de los niños sin MIS-C no tenían síntomas de Covid-19. En tanto, los
32 adultos del estudio iban desde pacientes gravemente afectados ingresados en el hospital hasta aquellos con una enfermedad más leve que se recuperaron en casa.
Los investigadores explican que ambos grupos de niños
produjeron el mismo perfil de anticuerpos. En comparación con los adultos, el estudio muestra que los
niños producen menos anticuerpos contra la
proteína de pico del virus, que el virus usa para infectar células humanas. Los anticuerpos de los niños tenían la
menor actividad neutralizante, mientras que todos los adultos, incluidos los jóvenes de 20 años, producían anticuerpos neutralizantes. Los adultos más
enfermos tuvieron la actividad más neutralizante.
Aunque puede parecer contradictorio que los
pacientes más enfermos produzcan anticuerpos con la mayor actividad neutralizante, Donna Farber, inmunóloga de la Universidad de Columbia señala que probablemente refleja la cantidad de tiempo que el virus está presente en los pacientes más enfermos. "Existe una
conexión entre la magnitud de su respuesta inmune y la magnitud de la infección: cuanto más grave es la infección, más robusta es la respuesta inmune, porque necesita tener más células inmunes y reacciones inmunes para eliminar una dosis más alta de un patógeno", explica.
"En los niños, el
curso infeccioso es mucho más corto y probablemente
no tan diseminado como en los
adultos. Los niños pueden eliminar este virus de manera más eficiente que los adultos y es posible que no necesiten una fuerte respuesta inmune de anticuerpos para eliminarlo", explica Matteo Porotto, profesor asociado de patogénesis molecular viral en el Departamento de Pediatría de Columbia y coautor del estudio junto a Farber.
En esta línea, los investigadores explican que el coronavirus es una nueva infección para todos, pero los niños están adaptados de forma “única” para ver patógenos por primera vez, ya que tienen
muchas células T ingenuas que pueden reconocer todo tipo de nuevos patógenos, mientras que las personas mayores dependen más de la memoria inmunológica. “No somos tan capaces de responder a un nuevo patógeno como los niños", señala Farber.
Las infecciones infantiles son limitadas
La publicación explica que a diferencia de los adultos, los niños también producen muy pocos anticuerpos contra una
proteína viral que solo es visible para el sistema inmunológico después de que el virus infecta las células humanas. Eso sugiere que en los niños, la infección no se propaga mucho y no mata muchas de sus células.
"Debido a que los niños eliminan el virus natural rápidamente, no tienen una infección generalizada y no necesitan una fuerte respuesta de anticuerpos", señala Porotto. El curso reducido de la infección en los niños puede significar que son infecciosos durante un período de
tiempo más corto en comparación con los adultos y, por lo tanto, es menos probable que propaguen el virus, aunque los investigadores no midieron la carga viral en los niños.
"Los estudios actuales en otros países indican que los niños más pequeños en edad escolar
no son vectores del nuevo coronavirus, por lo que nuestros datos son consistentes con esos hallazgos", explica Farber.
Vacuna en niños
“Las respuestas de anticuerpos encontradas en los niños no sugieren que los niños tengan una respuesta
más débil a una vacuna”, dicen los investigadores. Las vacunas en desarrollo para el SARS-CoV-2 contienen partes del virus y no imitan la ruta normal de infección.
"Aunque los niños no producen anticuerpos neutralizantes en respuesta a una infección natural con el SARS-CoV-2, las vacunas están diseñadas para generar una respuesta inmunitaria protectora en ausencia de una infección.
Los niños responden muy bien a las vacunas y creo que desarrollarán buenas respuestas de anticuerpos neutralizantes a una vacuna contra el SARS-CoV-2, y probablemente estarán mejor protegidos que los adultos", advierte Farber.
“Dicho esto, muy pocos estudios de vacunas están
inscribiendo a niños actualmente y necesitaremos estos datos para comprender realmente qué tan bien funcionan las vacunas en los niños”, sentencia Farber.
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