El aumento de casos de
l virus respiratorio sincitial (VRS), que es el causante de la mayoría de las
bronquiolitis en bebés, ha hecho saltar todas las alarmas de los pediatras. Actualmente, según explican desde la
Asociación Española de Pediatría (AEP), una de las mayores preocupaciones para los facultativos es conocer si la gravedad de la enfermedad será mayor que en otras temporadas. Pero, exactamente, ¿cuáles son los síntomas de la bronquiolitis y cuándo es necesario acudir a Urgencias por ello?
¿Cuáles son los síntomas de la bronquiolitis?
La
AEP señala que
los principales
síntomas leves de la bronquiolitis son similares a los de un un catarro o resfriado común que dura pocos días. No obstante, cuando el niño lleva más de cuatro días con mocos y tos, suele comenzar a respirar con dificultad. Además, desde la AEP también señalan como síntomas leves los siguientes:
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Febrícula o fiebre
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Menos apetito
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Vómitos con mucosidad o dificultad para comer
La bronquiolitis puede ser una enfermedad grave en prematuros, en lactantes menores de tres meses y en niños con problemas cardíacos, respiratorios, musculares o del sistema inmune (alteración en las defensas), cuyos síntomas ocasionados pueden producirse de forma más grave.
De hecho, Verónica Sanz, coordinadora del grupo de Neumología Pediátrica de la
Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) señala a
Redacción Médica que “todos los inviernos hay casos de bronquiolitis, pero en los dos últimos años debido al covid no ha habido circulación”, y por ello, “nos hemos encontrado con una población virgen y sin protección”.
¿Cuál es el tratamiento para la bronquiolitis?
La
Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP) apunta que
su tratamiento se basa fundamentalmente en medidas de soporte y advierte de que
no hay que suministrar en ningún caso antibióticos, ya que no sirven frente a los virus, ni son efectivos los jarabes para la tos, los mucolíticos o los corticoides.
David Andina, pediatra en Urgencias, apunta que, en aquellos pacientes con dificultad respiratoria grave, la bronquiolitis “no tiene tratamiento salvo oxigenoterapia”. Y es que, tal y como se indica en el documento de la AEP sobre la bronquiolitis en niños, en la mayoría de los casos,
se supera a los seis o diez días, aunque la tos puede durar algo más, y el tratamiento, como en casi todas las infecciones víricas, es sintomático, ya que no hay un medicamento que lo cure como tal.
Sin embargo, sí hay pautas que ayudan a aliviar los síntomas, como realizar lavados de nariz, colocar al bebé en posición semi-incorporada, ofrecer menos cantidad de comida y, en el caso de fiebre, evitar sobreabrigar al niño y administrarle paracetamol o el ibuprofeno. Esto último sólo si el niño tiene más de tres años. A su vez, la EMA aprobó en septiembre la
comercialización de Beyfortus (Astrazeneca), indicado para la prevención de la enfermedad de las vías respiratorias inferiores producida por el
virus respiratorio sincitial (VRS) en neonatos y lactantes.
¿Cómo prevenir la bronquiolitis?
David Andina también explica algunas pautas sobre cómo prevenir la bronquiolitis y algunos consejos para los padres en estos casos. Tal y como afirma el pediatra, respecto a la prevención no existe, por ahora, una vacuna frente al VRS, sin embargo “sí existen unos anticuerpos monoclonales que administrados periódicamente otorgan cierta protección frente al virus”, pero su indicación se restringe a niños con patología de base.
En cuanto a las pautas que recomienda seguir a los padres para prevenir la bronquiolitis, destacan:
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Evitar que estén cerca de personas con síntomas respiratorios.
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Higiene de manos, limpieza de superficies y mascarilla si son los cuidadores los que están acatarrados.
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En medida de lo posible, no acudir a la guardería.
Bronquiolitis: ¿cuándo hay que acudir al pediatra?
Según explica Andina, "siempre es necesario acudir al pediatra cuando hablamos de lactantes con síntomas catarrales que presenten los siguientes signos de empeoramiento clínico":
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Dificultad para respirar: aumento de la frecuencia respiratoria, del trabajo respiratorio (aleteo nasal, el tiraje grave y/o quejido).
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Pausas de apnea (el niño deja de respirar durante algunos segundos).
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Agitación, irritabilidad o decaimiento.
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Mal color general: palidez, piel reticulada y/o cianosis.
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Rechazo del alimento o vómitos persistentes con señales de deshidratación tal como boca seca, llanto sin lágrimas y disminución en la cantidad de orina.
Y en caso de presentar alguno de estos síntomas, como señala
el documento 'Diagnóstico y tratamiento de la bronquiolitis aguda en Urgencias' realizado por la
Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP), se deberá ir a urgencias para ser valorado por el pediatra con la mayor brevedad posible.
Por último, Verónica Sánchez incide que en "los menores de tres meses con síntomas de catarro, sí es necesario acudir al hospital por prevención". Mientras que, para los mayores de tres meses y si la fiebre no persiste más de cuatro días, "no sería preciso".
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