La
escasez de luz solar, y específicamente a los
rayos UVB (clave en la producción de
vitamina D), durante el
embarazo está relacionada con un mayor riesgo de
problemas de aprendizaje, según ha evidenciado un nuevo estudio en
422.500 niños en edad escolar de Escocia.
En su trabajo, publicado en la revista 'Scientific Reports', los investigadores de la Universidad de Glasgow (Reino Unido) relacionaron datos de
horas de sol con el
mes en el que se concibieron los niños.
Así, han demostrado la citada relación entr
e menos rayos UVB y
dificultades de los niños para
aprender, pero no han encontrado ningún vínculo con los rayos UVA, lo que sugiere que el efecto de la luz solar probablemente esté funcionando a través de la
producción de vitamina D.
Durante el
período prenatal, el feto experimenta un rápido desarrollo y crecimiento, lo que lo hace susceptible a exposiciones ambientales, con la posibilidad de consecuencias a largo plazo. La
exposición materna a los
rayos UVB promueve la
producción de vitamina D, que es importante para el
desarrollo normal del cerebro de un
feto.
El embarazo temprano es más vulnerable
Los investigadores también encontraron una relación ligeramente más fuerte con una
baja exposición a los UVB en el primer trimestre, lo que sugiere que el embarazo temprano podría ser el más vulnerable a los efectos de una UVB insuficiente.
Como resultado de los
bajos niveles de radiación UVB de la luz solar, la deficiencia de vitamina D es común durante los meses de invierno en países de latitudes altas como Escocia. Los residentes escoceses tienen el
doble de probabilidades de tener
deficiencia de vitamina D que las personas que viven en otras partes del Reino Unido.
"Las
discapacidades de aprendizaje pueden tener profundos efectos a lo largo de la vida tanto en el niño afectado como en su familia. La importancia de nuestro estudio es que sugiere una posible manera de prevenir los
problemas de aprendizaje en algunos niños. Ahora se necesitan ensayos clínicos para confirmar si tomar suplementos de vitamina D durante el embarazo podría reducir el riesgo de problemas de aprendizaje", explica la autora principal del trabajo, Jill Pell.
De los
422.512 escolares incluidos en el estudio, 79.616 (18,8 por ciento) tenían una discapacidad de aprendizaje, 49.770 (23,1 por ciento) niños y 29.846 (14,4 por ciento) niñas. El porcentaje de niños con dificultades de aprendizaje
varió según el mes de concepción, oscilando entre el 16,5 por ciento por ciento de los niños concebidos en julio y el 21,0 por ciento de los concebidos en febrero, marzo y abril.
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