Los pediatras alertan, casi a diario, de las situaciones y dolencias por las que es mejor
no acudir a urgencias con los más pequeños y que sean tratados desde casa. Sin embargo, también existen circunstancias en las que sí es necesario acudir al hospital y que en muchas ocasiones los padres no las saben identificar.
Por ello,
David Andina, pediatra y divulgador en redes sociales, ha realizado un hilo en su cuenta de Twitter en el que plasma las diez situaciones más comunes por las que un niño sí debe acudir a urgencias. La primera que destaca el facultativo es la
fiebre en niños menores de 3 meses. “Si la temperatura axilar o rectal es igual o superior a 38ºC es indicación de ir al hospital rápidamente”, explica, afirmando que “la posibilidad de una infección bacteriana grave en esta franja de edad es mayor”.
La segunda situación que apunta Andina hace referencia a cuando la
fiebre es superior a 40,5ºC, tomada con termómetro axilar, “no frontal ni óptico que pueden sobrestimar la fiebre”. Y es que, según el pediatra, por encima de esa temperatura “aumenta el riesgo de infección bacteriana por lo que suele ser necesario realizar
una analítica de sangre si no hay un foco tras la exploración”.
Urgencias pediátricas: ¿cuándo ir?
La
dificultad para respirar es la tercera situación que se señala en el hilo, especialmente si se marcan las costillas, respira rápido o siente “pitidos” al respirar. Mientras, la cuarta hace referencia a la
sospecha de mastoiditis. “La aparición de inflamación y rojez detrás de la oreja junto con la sensación de despegamiento del pabellón auricular es una complicación de las otitis medias”, explica Andina, quien afirma que esta situación “exige ingreso para tratamiento antibiótico intravenoso”.
Fiebre y cojera es la quinta del listado publicado por el facultativo. “La cojera tras procesos infecciosos banales es frecuente en niños pequeños y se tratan con reposo e ibuprofeno”, asegura Andina. No obstante, si tiene fiebre y cojera, “es preciso una analítica de sangre para descartar una infección osteoarticular que precise antibiótico”.
Los
vómitos persistentes, con fuerza, en torno a los 21 y 28 días de vida también es otro de los grandes motivos por los que acudir a urgencias. Y es que, aunque el estado general puede ser bueno inicialmente y mostrar avidez por las tomas si los vómitos persisten, “se debe descartar estenosis hipertrófica de píloro”.
Vómitos, petequias y cojera: las razones por las que acudir al hospital
La
sospecha de invaginación es el séptimo escenario posible que explica el pediatra, sobretodo en niños de seis y veinticuatro meses “con dolor abdominal cólico intermitente”. El octavo hace referencia a la
fiebre y las petequias. “Manchas rojas en la piel que no desaparecen al presionar en niños que tienen fiebre y afectación del estado general pueden ser indicativos de una infección bacteriana grave”, explica, incidiendo que en estos casos “será necesario también realizar una analítica de sangre”.
Por último, el noveno y décimo punto de su listado hablan sobre el
debut diabético y el dolor testicular. “Si un niño presenta pérdida de peso progresiva, bebe mucho más agua y líquidos de lo normal y hacen mucho pis, también por la noche, hay que hacer una glucemia”, afirma Andina con respecto al primero. Mientras que en relación al dolor testicular admite que “siempre es una urgencia ante
la posibilidad de una torsión testicular que precise tratamiento quirúrgico”. “Estos cuadros suelen cursar con dolor intenso y repentino, mal estado general, náuseas y vómitos”, explica.
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