Las
relaciones profesionales entre docentes y médicos podrían ayudar a los estudiantes y al personal de las escuelas a lidiar mejor con el "estrés tóxico" que sufre y abordar problemas como el
bullying en los centros.
Los pediatras pueden ayudar a
desarrollar la resiliencia tanto en niños como en maestros para contrarrestar los efectos de las experiencias traumáticas de la infancia, la pobreza y la violencia, ha indicado
Kavitha Selvaraj del Hospital de Niños Ann y Robert H. Lurie en Chicago en un artículo publicado en la revista
Pediatrics.
"Antes de ser pediatra, era profesor y en mi clínica escucho historias personales sobre los niños y las familias de las personas que me recuerdan a historias que escuché de mis alumnos", ha asegurado Selvaray, quien en su ensayo escribe sobre sus propias experiencias como maestra en un ambiente complejo, en un vecindario marginal.
En su primer año como maestra, se sintió extremadamente
poco preparada para manejar los problemas de comportamiento, e incluso fue golpeada en la cara por un estudiante. "Aunque no recomiendo recibir un puñetazo en la cara para ayudar a los niños a prosperar, la cadena de eventos que se desenredaron", escribe, "me mostró que como maestra y una figura adulta que cuida, estaba en una posición única para limitar el largo efectos a largo plazo del estrés tóxico".
Estas experiencias infantiles adversas, también conocidas como ACE, y la exposición temprana a la pobreza pueden generar estrés tóxico en los niños y
problemas de salud negativos en el futuro. También contribuyen a una mayor posibilidad de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, problemas de salud mental y abuso de sustancias.
"No me di cuenta entonces de lo que sé ahora: que hay tantas personas diferentes que pueden ayudar a los niños con estos factores estresantes", dijo Selvaraj en una entrevista telefónica concedida a Reuters. "
Como docente, nunca soñé pensé que podía hablar con un pediatra. ¿Por qué nadie me dijo que no tenía que hacer esto sola?”.
Hacer equipo
Por ello propone que
los pediatras y los profesores formen equipos para preguntar a los alumnos: "¿Qué te está pasando?". En lugar de centrarse en "¿Por qué te comportas de esta manera?", Dijo.
Los niños con estrés tóxico tienen necesidades educativas, conductuales y médicas complejas que no pueden ser manejadas por una industria o una sola persona.
Las colaboraciones médico-escolares han sido exitosas para niños con
trastornos del desarrollo, TDAH, desnutrición, obesidad, alergias alimentarias y asma. El estrés tóxico se puede agregar a esa lista, asegura Selvaraj. Abordar el estrés del maestro también puede ayudar con el agotamiento y la rotación del maestro.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.