Sumar materializa su órdago para blindar el aborto en la Constitución

Sumar ha materializado este jueves su intención de reformar la Constitución para incluir el derecho al aborto en la Carta Magna. Encabezadas por la portavoz del grupo plurinacional en el Congreso, Verónica M. Barbero, una nutrida representación femenina del partido en la Cámara Baja ha presentado su propuesta para incluir un nuevo apartado en el artículo 43 de la Constitución en el que se reconozca “el derecho a una interrupción voluntaria del embarazo que sea libre, informada, plena y universal”. Se plantea, además que los poderes públicos garanticen ese derecho “con absoluto respeto a la autonomía fiscal”.

La fecha elegida por Sumar para anunciar su propuesta no es casualidad, sino que ha tenido lugar a pocos días de que se celebre el 8M, cuando, según Barbero, las mujeres saldrán de nuevo a la calle para reivindicar sus derechos “a decidir sobre nuestras vidas, nuestros cuerpos, nuestras maternidades y nuestros abortos”. De hecho, la diputada Aina Vidal ha destacado que la reforma constitucional pretendida por su partido está inspirada en otros históricos logros feministas, como el blindaje del derecho al aborto en la Constitución en Francia, hito logrado en marzo de 2024, y la declaración del 28 del septiembre como Día de Acción Global por un Aborto Legal y Seguro desde 1990, año en el que la Asamblea del Movimiento Feminista Latinoamericano reivindicó la importancia de esa fecha: tal día como ese pero en 1871, Brasil promulgó la ley de libertad de vientres.

Lo que ha hecho Sumar con su propuesta es, de momento, trasladarla al resto de grupos parlamentarios en el Congreso, además de a asociaciones feministas, sindicales, de profesionales sanitarios y de derechos humanos. Su intención, según Barbero, es abrir una ronda de reuniones para conseguir “un alto grado de consenso” en torno a la iniciativa antes de registrarla formalmente y, como fin último, lograr su aprobación en las Cortes: “Esta es una oportunidad para caminar juntas por un compromiso feminista y por justicia social”.

La portavoz de Sumar ha dejado claro que entre los apoyos que su grupo pretende recabar está el de su socio de Gobierno, el PSOE. De hecho, ha recordado que los socialistas incluyeron el mismo objetivo en la ponencia marco de su 41º Congreso Federal, celebrado en Sevilla a finales del año pasado. Y ello a pesar de que, meses antes, cuando Sumar hizo pública su idea de trabajar en la propuesta que ha presentado este jueves, la ministra de Igualdad, la socialista Ana Redondo, descartó acometer una reforma constitucional de esta índole al considerarla “muy exigente” en tanto en cuanto requeriría “enormes consensos”.

Sumar opta por la vía 'rápida' para reformar la Constitución

Y ahí está buena parte del quid de la cuestión. La Carta Magna recoge en su articulado dos mecanismos para ser reformada. El primero, y el más sencillo, se establece en el artículo 167, en el que se explica que los proyectos para modificar la Constitución tienen que ser aprobados por tres quintos tanto del Congreso como del Senado. Si no se consiguiera ese acuerdo entre ambas Cámaras, “se intentará obtenerlo mediante la creación de una Comisión de composición paritaria de diputados y senadores, que presentará un texto que será votado por el Congreso y el Senado”.

En el caso de que siga sin aprobarse la reforma, bastaría con que dos tercios del Congreso la apoyaran, siempre y cuando se contara con el voto favorable de la mayoría absoluta del Senado. Una vez aprobada por las Cortes, la propuesta podría someterse a referéndum si lo solicitara una décima parte de los miembros de cualquiera de las Cámaras en un plazo de 15 días tras el visto bueno de las Cortes.

Sin embargo, si la reforma pretendida es global o si el artículo o los artículos que se pretenden cambiar están incluidos en el Título preliminar, en la Sección Primera del Capítulo Segundo en el Título I o al Título II, la modificación necesita un mayor apoyo de las cámaras, según el artículo 168: dos tercios tanto del Congreso como del Senado. Tras ello, hay que disolver las Cortes de forma “inmediata”, convocar elecciones y que los nuevos integrantes de las Cámaras ratifiquen la decisión previa y vuelvan a apoyarla por dos tercios. Finalmente, es obligatorio que la reforma sea apoyada en referéndum.

Tal y como refleja Sumar en la propuesta remitida a los partidos, para asegurar el derecho al aborto en la Constitución tenía tres opciones: modificar el artículo 10 -dedicado a “la dignidad de la persona”-, el 15 -sobre “el derecho a la vida”- o el 43 -sobre el “derecho a la protección de la salud”-, a los que el derecho “de la autodeterminación de las mujeres sobre su propio cuerpo” se vincula “nítidamente”. Haber optado por cambiar el artículo 15 habría implicado una reforma constitucional por la vía más complicada, en tanto en cuanto se enmarca en uno de los apartados afectados por el artículo 168: la Sección Primera del Capítulo Segundo, dedicado a los derechos fundamentales y las libertades públicas.

Por eso en Sumar han elegido incluir el epígrafe sobre el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en el artículo 43: el cambio ‘sólo’ necesitaría el apoyo de tres quintos del Congreso y del Senado. En ese artículo, además del derecho a la protección de la salud, se otorga a los poderes públicos la competencia de “organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y los servicios necesarios”, y también se les impele a fomentar “la educación sanitaria, la educación física y el deporte”.

Lo que quiere Sumar es añadir un cuarto epígrafe que rece: “Se reconoce el derecho a una interrupción voluntaria del embarazo que sea libre, informada, plena y universal. Los poderes públicos garantizarán el ejercicio de este derecho con absoluto respeto a su autonomía física”.