El
Parlamento Europeo se ha posicionado a favor de negociar la
liberación de las patentes de la vacuna contra el coronavirus. No hubo consenso de los grupos en torno a la iniciativa, que finalmente ha salido adelante con 355 votos a favor, 263 en contra y 71 abstenciones.
Los grupos del Parlamento Europeo han constatado sus diferencias en torno a la liberación de patentes, si bien se ha producido un giro de la posición de la Cámara respecto al pasado abril, cuando se votó en contra de una proposición similar. De hecho, los grupos aceptaron este miércoles
por un único voto la enmienda destinada a reclamar la negociación de la “suspensión temporal” de las dosis.
Dicha enmienda recogía la necesidad de
“resolver los problemas de suministro” de las dosis “revisando el marco mundial de los derechos de propiedad intelectual”. En este sentido, la Cámara “solicita apoyo para unas negociaciones proactivas, constructivas y basadas en textos concretos en favor de una suspensión temporal del acuerdo sobre los ADPIC de la OMC con el fin de ampliar el
acceso mundial a los productos médicos relacionados con la Covid-19”.
La mayor parte de los apoyos a la propuesta han procedido de los grupos de izquierda socialistas y los verdes, mientras que las principales formaciones conservadoras y liberales se han opuesto.
La Eurocámara ratifica su apoyo a la liberación de vacunas apenas horas después de que hiciera lo propio la
Organización Mundial del Comercio (OMC), que este miércoles se mostró favorable para iniciar negociaciones en este sentido a fin de facilitar la expansión de los fármacos.
Rechazo de la Comisión
El posicionamiento del Parlamento, en cualquier caso, no asegura todavía la liberación temporal de patentes, iniciativa que no cuenta con la aprobación de la Comisión Europea. Su presidenta,
Ursula von der Leyen, destacó en el debate de este miércoles en la Eurocámara que la protección de la propiedad intelectual constituye la principal herramienta para el fomento de la investigación y, por ende, del desarrollo de este tipo de fármacos.
“La producción de vacunas requiere de conocimientos técnicos, de tecnología y personal cualificado.
No se consigue solo renunciando a los derechos de propiedad intelectual”, exclamó ante la Cámara comunitaria.
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