El candidato a ser reelegido presidente del Gobierno,
Pedro Sánchez, ha anunciado, durante su intervención en el debate de investidura que se celebra desde este miércoles en el Congreso de los Diputados, que el Ejecutivo pondrá en marcha “con los gobiernos autonómicos que así lo deseen” un “plan para lograr una
reducción drástica de las listas de espera”.
“Es inadmisible que un ciudadano tenga que esperar más de tres meses para tener una consulta con un médico especialista o 200 días para operarse de una hernia que le impide levantarse de la cama”, ha afirmado. Aunque ha reconocido que esta competencia “está en manos de las comunidades autónomas”, ha dicho que
“nosotros no podemos, como Gobierno de España, quedarnos de brazos cruzados” al respecto. Esa, de hecho, es una de las
grandes medidas en materia sanitaria incluidas en el pacto de Gobierno firmado entre el PSOE y Sumar en octubre. Una propuesta ante la cual se habían escuchado voces discrepantes de algunas regiones, que temían una
perversión de sus competencias sanitarias.
Sánchez ha mencionado otros compromisos sanitarios incluidos en ese acuerdo con la coalición de izquierdas de
Yolanda Díaz: “Vamos a continuar reforzando la
Atención Primaria, que es una de las asignaturas pendientes de nuestro sistema, vamos a ampliar la cartera de servicios públicos para incluir tratamientos bucodentales y también oftalmológicos para nuestros jóvenes, y vamos a promover un
gran pacto de estado por la salud mental, que va a
aumentar el número de psicólogos y psiquiatras en los centros públicos, va a reducir los tiempos de espera y va a garantizar que en España no haya un solo ciudadano que necesite ayuda psicológica y no pueda obtenerla”.
Por otro lado, ha recordado su apuesta por la descentralización para garantizar “por ley”, entre otras cosas, el
acceso a los servicios públicos básicos “en un radio de menos de 30 minutos” en todos los municipios, “para que nadie tenga que abandonar su pueblo porque no hay un cajero o un centro de salud cerca”. Además, ha hablado de impulsar “un
nuevo modelo de financiación autonómica” y de un aumento de los recursos destinados a los centros de investigación, “que son un orgullo”.
Universalidad y fin de copagos en el SNS, bandera de Sánchez
El candidato a seguir presidiendo el Gobierno de España ha dedicado la primera parte de su discurso, que se ha prolongado durante más de una hora y media, a criticar la “
agenda reaccionaria que ha puesto en marcha el
PP junto a Vox” en los ayuntamientos y las comunidades autónomas en las que gobiernan tras las elecciones municipales y regionales del pasado 28M.
Para Sánchez, “defender la igualdad entre españoles” es, entre otros aspectos, “
eliminar los copagos farmacéuticos a las clases más vulnerables y también recuperar la universalidad del sistema sanitario público que ustedes [en referencia al PP] quebraron cuando estaban en el Gobierno”, una universalidad de cuya recuperación ha sacado pecho, a lo cual ha sumado el hecho de haber
aumentado la cartera de profesionales de la salud: “Necesitamos más sanitarios, pero tenemos más que en 2018”.
Reproches por propuestas antiaborto y eutanasia
Sánchez ha hecho un repaso a diversas medidas impulsadas por lo que ha calificado como
“pactos de la ignonimia” entre las fuerzas de
Alberto Núñez Feijóo y
Santiago Abascal: “En Aragón están recortando las horas de consulta médica en las zonas rurales […], en Madrid, en Valencia y en Extremadura, las derechas han bajado los impuestos a las rentas más altas, al tiempo que han
reducido el gasto en sanidad pública”, ha lamentado.
Se trata, para el presidente del Gobierno en funciones, de
“propuestas reaccionarias” que, entre otras cosas, “descalifican a la ciencia”, tal y como “hemos vivido durante la gestión de la pandemia”.
Frente a ello, Sánchez ha abogado por impulsar la “extensión y mejora de las grandes conquistas sociales”. “Nos toca decidir sobre el avance o sobre el retroceso”, ha dicho, al respecto de lo cual ha defendido que el Ejecutivo fue capaz de frenar las políticas de las “derechas retrógradas”.
“Sólo un Gobierno progresista en España fue capaz de paralizar el chantaje institucionalizado del PP y Vox que quisieron imponer en Castilla y León a las
mujeres que querían interrumpir su embarazo. Sólo un Gobierno progresista en España fue capaz de aprobar normas de urgencia para impedir que el brote de la tuberculosis bovina que apareció en esa misma comunidad de las manos de las políticas de Vox, se extendiera por toda España. Sólo un Gobierno progresista en España fue capaz de recurrir y de
anular el veto a la Ley de eutanasia que trataba de establecer el Gobierno regional de la Comunidad de Madrid”, ha concretado.
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