Pedro Sánchez ha defendido ante el pleno del Congreso su plan de ajuste de impuestos como una vía para “proteger a los pensionistas,
llenar la hucha de las jubilaciones y mejorar la sanidad”. El presidente del Ejecutivo, que ha comparecido a petición propia ante la Cámara Baja, ha destacado que los nuevos gravámenes a grandes empresas revertirán positivamente sobre el
Estado del Bienestar y el Sistema Nacional de Salud (SNS), de forma que se aborden problemáticas como la falta de camas o la
cobertura de terapias costosas.
“Esta es la razón por la que hemos propuesto
nuevos impuestos a las grandes fortunas”, ha incidido el jefe del Gobierno en una comparecencia en la que ha confrontado el modelo español con el de otros países que no gozan de este tipo de cobertura sanitaria. En concreto, Sánchez se ha referido a EEUU, donde “un trasplante de corazón cuesta 1,5 millones de euros”. “Gracias al Estado del Bienestar,
los españoles se hipotecan por comprar un coche, pero nunca por tener que hacer frente a un tratamiento de cáncer”, ha manifestado.
Sánchez ha defendido de esta forma el
nuevo plan de impuestos del Ministerio de Hacienda, que recoge nuevos gravámenes para las grandes fortunas. En concreto, la estrategia contempla un
nuevo tributo temporal del 1,7 por ciento para patrimonios de entre tres y cinco millones; del 2,1 por ciento entre cinco y diez millones y del 3,5 por ciento para más de diez millones.
Un 6,7% extra para infraestructuras sanitarias
“Los beneficios deben
compartirse entre quienes más lo necesitan”, ha incidido el líder del Ejecutivo parafraseando a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. En este sentido, ha apuntado que el nuevo plan de impuestos servirá para “proteger a los pensionistas de hoy llenando la hucha para las jubilaciones” y permitirá “más inversión” en salud. Concretamente, Sánchez se ha referido al incremento del 6,7 por ciento para infraestructuras de
Atención Primaria y salud mental.
En su conjunto, el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el año 2023 contempla una partida de
5.511 millones de euros para cubrir gastos, en lo que supone un aumento de 77 millones de euros respecto al ejercicio anterior. Además, se destinarán otros 1.538 millones de euros a cargo de los fondos europeos. Así, el total asciende a 7.049 millones de euros.
Las cuentas presentadas por el Gobierno han colocado a la política sanitaria como el segundo foco de inversión social que más ha despegado en lo que va de legislatura. La financiación
se ha elevado un 145 por ciento en los últimos tres años. Solo el área de Dependencia ha alcanzado unos mejores resultados con un salto del 151,4 por ciento, que le ha permitido alcanzar los 3.522 millones de euros.
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