Carles Puigdemont ha presentado un primer esbozo sobre el listado de
exigencias de Junts para facilitar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Aunque buena parte de sus líneas rojas están condicionadas a la celebración de un referéndum de autodeterminación de Cataluña y la aprobación de una
ley de amnistía, el líder de la formación independentista también ha dejado caer la necesidad de incrementar la financiación de áreas como la sanidad para dar su brazo a torcer y evitar la celebración de nuevas elecciones
. "No formamos suficientes médicos y no les podemos pagar como se merecen", ha justificado en una comparecencia sin preguntas desde Bruselas.
El dirigente ha enmarcado la inversión sanitaria dentro de un paquete de “cuestiones materiales” ligadas al
modelo de financiación de la comunidad autónoma. La
reducción del déficit fiscal de 20.000 millones de euros, la mejora de los
servicios de transporte ferroviario, la cesión de competencias para
gestionar la inmigración o el impacto del coste de vida son algunos de los asuntos que aspira a impulsar con un “acuerdo histórico”.
La reclamación de más fondos para la sanidad no es una apuesta nueva de Puigdemont. Cuando era presidente de la Generalitat de Catalunya ya exigió personalmente a la entonces ministra de Sanidad,
Dolors Montserrat, más inversión para corregir la
“infrafinanciación crónica” de Cataluña en esta materia. Algo que ahora ha recuperado como una de las líneas de acción tras haber mantenido una primera reunión con
la líder de Sumar, Yolanda Díaz.
La independencia, prioridad de Junts
En todo caso, antes de llegar a estos puntos la negociación debe resolver el conflicto sobre
la independencia de Cataluña, que se antoja como la primera gran barrera. Puigdemont ya ha anticipado que su partido no va a renunciar a la unilateral y que mantiene el “espíritu” de la consulta del 1 de octubre de 2017. “
Nuestras energías y recursos los hemos de poder dedicar a nuestra causa, igual que pueden hacerlo el resto de proyectos políticos tan legítimos como el nuestro”, ha apostillado.
El establecimiento de
un mediador en las conversaciones, la amnistía de los dirigentes políticos que participaron en las consultas de independencia de Cataluña, el reconocimiento del
catalán como una lengua oficial en la Unión Europea, así como el “reconocimiento y el respeto” al independentismo como una opción política legítima son algunas de las primeras propuestas. “Si estas condiciones no se crean no tendría sentido enmarcarnos en una negociación posterior”, ha reatado.
Puigdemont ha advertido en todo caso su
“desconfianza” con que se puedan llevar las conversaciones a buen puerto, después de la trayectoria política de los últimos años de los dos grandes partidos del Congreso de los Diputados. Por eso, ha advertido que hay tres escenarios posibles: un acuerdo con Junts que aborde estos asuntos, un pacto entre socialistas y populares o una repetición electoral a finales de año.
“No hemos aguantado la posición todos estos años para acabar salvando una legislatura, sino para defender el encargo de los ciudadanos”, ha enfatizado.
Las
elecciones generales del pasado 23 de julio permitieron a Junts sumar
siete diputados en el Congreso de los Diputados que se han convertido en indispensables para decantar la investidura, ya que ni el bloque de la derecha ni el de la izquierda puede alcanzar el umbral de
176 escaños de la mayoría absoluta.
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