El debate de una proposición no de ley sanitaria se ha convertido en una suerte de 'declaración de intenciones' por parte del PSOE. La diputada socialista
Rafaela Crespín ha puesto de manifiesto en la Comisión de Politica Territorial y Función Pública celebrada la intención de la formación de adoptar una política de "oposición rotunda" a las propuestas de Vox tras las polémicas surgidas a raiz de la tensión suscitada durante la campaña electoral de Madrid empezando por la de este martes, en la que se pedía obligar a los liberados sindicales la incorporación a su plaza en el Sistema Nacional de Salud para reforzar plantillas.
Crespín ha mostrado su
rechazo a las últimas actuaciones de VOX. Crespín ha defendido que el PSOE es un partido
"tremendamente respetuoso y responsable" con las instituciones democráticas y que la herramienta siempre será "la palabra". "Tras sus últimas actuaciones y puestas en escena, en este Grupo encontrarán una
oposición rotunda al clima de crispación, odio y retroceso a los avances de este país en materia de derechos, libertades y progresos", ha dicho la diputada, antes de anunciar que su Grupo votará en contra de la PNL presentada por VOX.
En concreto, el Grupo Socialista ha mostrado su negativa en la
Comisión de Política Territorial y Función Pública ante una inciativa en la que la formación de Santiago Abascal insta al Gobierno a la promoción, en el marco del
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, de una actuación coordinada a fin de que las CCAA, en el ámbito de sus competencias, requieran a todos los sanitarios del sistema público de salud que estén dispensados de prestar servicio total o parcialmente por realizar labores sindicales a
incorporarse de forma inmediata a prestar pleno servicio mientras dure la lucha contra la epidemia por
Covid-19.
"Incuestionable compromiso" de los sanitarios durante la pandemia
"No vamos a contribuir a que se cuestione el compromiso, la profesionalidad, la dedicación y la responsabilidad que los trabajadores públicos de los servicios esenciales han demostrado en esta gran crisis sanitaria.
Muchos sanitarios jubilados han contribuido y muchos liberados sindicales se han ofrecido”, ha señalado la disputada socialista Rafaela Crespín. “Hay un carácter voluntario que tenemos que respetar”, ha concluido.
El Grupo Socialista no ha sido el único en decir 'no' a la proposición, que ha recibido la negativa de todos los grupos parlamentarios, a excepción de Cs, que ha asegurado que comparte el propósito principal de la misma.
“Tiene sentido que se incorporen el personal que se encuentre dispensado”, ha argumentado
José María Espejo-Saavedra.
Ruiz Navarro, en defensa de la proposición no de ley, ha criticado duramente la gestión del Gobierno durante la pandemia, que “solo ha impuesto obligaciones a médicos, enfermeros y otros funcionarios en activo” para tratar de paliar la escasez de personal en el SNS. El diputado de la formación de Santiago Abascal ha defendido que se tiene que aprovechar el
“inmenso potencial de trabajo y de refuerzo” que supondría incorporar a todos los sanitarios que estén dispensados de prestar servicio por realizar labores sindicales.
El diputado ha catalogado de
“sinsentido” que los liberados sindicales, que "tienen experiencia en centros hospitalarios", “se queden al margen”. “Nos parece inaceptable que el Gobierno, de forma consciente, dejara fuera a quienes están más a mano y están operativos”, ha continuado Ruiz Navarro. Además, ha instado a que se realice a través del
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para que sean las CCAA las que realicen esta labor.
La iniciativa también ha sido rechazada por el
Grupo Parlamentario Vasco y del
Grupo Plural, quien ha reivindicado que se trata de una competencia de la Generalitat. Por su parte, e
l Grupo Popular ha destacado la postura de los sindicatos, que ha sido
“de colaboración para salir de dramática situación” y han rechazado la proposición porque no consideran el requerimiento de obligatoriedad.
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