La
crisis provocada por el Covid-19 ha impactado de lleno en la
salud mental de profesionales sanitarios y pacientes. Hacer frente a sus consecuencias requiere inevitablemente
incrementar el número de psicólogos y de psiquiatras clínicos en España, según sostiene el colectivo sanitario con el respaldo de parte de la esfera política.
Sin ir más lejos, el Grupo Parlamentario Ciudadanos ha presentado una Proposición no de Ley para la
inversión en profesionales sanitarios especializados en este área de salud, la cual espera ser debatida en la Comisión de Sanidad y Consumo.
La formación considera que se debe aumentar la cifra de profesionales de manera que haya, como mínimo, un profesional por cada 5.000 habitantes. Dicho ratio se podrá reducir en función de la tasa e indicadores de complejidad a propuesta del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
Para conseguirlo es necesario incrementar los recursos dedicados a la salud mental, especialmente los destinados a la formación de personal especializado y a su contratación en centros educativos, centros de protección de menores, servicios de asistencia y protección frente a la violencia de género, centros penitenciarios y centros de internamiento de extranjeros.
Inclusión de la atención psicológica en los servicios del SNS
Con ello, el grupo espera que se mejoren las capacidades del sistema para afrontar con garantías los retos derivados del incremento de problemas relativos a este área. De cara a los pacientes, los diputados del grupo ven necesario incluir la atención psicológica profesional en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud a la hora de mejorar la accesibilidad de la población. Como alternativa, abogan por establecer mecanismos que ayuden a reducir el coste de la atención en Sanidad Privada para aquellos individuos que tengan una condición socioeconómica complicada.
Partiendo de este mismo contexto, el grupo tiene previsto presentar una PNL similar para la
desestigmatización de los problemas de salud mental. Según recoge el documento presentado en el Congreso, la formación pretende dar cumplimiento a lo acordado en el seno de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica y aprobar una nueva
Estrategia Nacional de Salud Mental en los términos que se establecieron por el Pleno, con "compromisos presupuestarios y de recursos humanos suficientes para garantizar su puesta en marcha". Dicha estrategia debería incluir, explican, un
Plan de Prevención del Suicidio, con medidas concretas e implicando a todos los sectores de la sociedad en la correcta detección de las conductas suicidas y su prevención, especialmente en jóvenes y personas en situación de soledad no deseada.
Como prueba, señalan los datospublicados por la Fundación Española para la prevención del Suicidio, que demostraba que, incluso antes de la pandemia (2019), 307 personas de entre 15 y 29 años se habían quitado la vida, convirtiéndose en la primera causa de muerte de jóvenes,
incluso por delante de los accidentes de tráfico. Una situación "sin visos de mejorar, ante el prospecto de la crisis pandémica y la falta de asistencia por parte de las instituciones estatales".
España, lejos de la media europea
A ello se añade la falta de recursos del SNS, con 6 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes actuales, frente a los 18 que son la media en la Unión Europea. De manera similar, solo hay 9,69 especialistas en psiquiatría por cada 100.000, lo que sirúa a nuestro país solo por delante de Grecia, Italia y Rumanía en la Unión Europea, y a mucha distancia de países como Francia (20,91), Bélgica (20,06) o Suecia (19,12).
"La inversión actual en formación de personal especializado es irrisoria si se compara a la de países de nuestro entorno, resultando en capacidades infradotadas y un abandono incompatible con la defensa de los derechos y libertades de los ciudadanos. Es necesario tomar medidas inmediatamente para revertir esta situación de precariedad en la acción para el tratamiento de los problemas de salud mental", argumentan.
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