El ministro de Hacienda,
Cristóbal Montoro, ha presentado este martes a debate en el Congreso de los Diputados los
objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública para las Administraciones Públicas y sus subsectores para 2018, además del
límite de gasto no financiero para el Estado. Tras exponer las cifras fijadas para cada sector, Montoro ha defendido que su intención es
priorizar el gasto social para el próximo plan económico, señalando que es
lo mismo que ha hecho el Gobierno en los aprobados para 2017. Finalmente, la propuesta del Gobierno salió aprobada con los 175 votos necesarios del PP, Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria y la abstención del
diputado de Nueva Canarias,
Pedro Quevedo, que fue clave en que saliera adelante.
"Lo que domina en este primer paso de la elaboración de los PGE es facilitar la
financiación de nuestras administraciones públicas y las comunidades autónomas para la financiación de la educación, la sanidad y la protección social", ha explicado en tribuna, añadiendo que su proyecto pretende que España salga del procedimiento de déficit excesivo para poder mejorar los servicios de los que gozan los españoles.
En este sentido, el titular de Hacienda ha explicado que será el
empleo el que garantizará los servicios públicos sin tener que recurrir al
déficit público. "Un aumento en los presupuestos de la Administración del 1,3 por ciento será el que permita una
subida de sueldo a los funcionarios", ha matizado.
Palo a la sanidad
En el turno de toma de posiciones, el diputado socialista
Pedro Saura ha recriminado al Gobierno que "lo que quieren es que el gasto público se sitúe en el 38 por ciento del PIB. La derecha nos viene ahora prometiendo bajada de impuestos y lo comparan con la 'zanahoria', pero no hablan de los 'palos'. No hablan del 'palo' a las becas, a la sanidad, a las listas de espera o de las inversiones para reducir el fracaso escolar. No nos hablan del ajuste en el Estado del Bienestar", le ha reprochado.
Saura ha defendido que desde su grupo han planteado para 2018 dos reformas con las que pueden variar los recortes en 5.600 millones -modificaciones en el impuesto de sociedades y en la imposición de los tipos de renta para los que tengan una base de más de 150.000 euros-.
En el turno de réplica, Montoro ha vuelto a defender que el gasto social sobre el total de gasto público ha pasado del 57,68 por ciento en 2007 al 64 por ciento para 2020 según la propuesta de Moncloa. "Estamos aprendiendo que se crece con el gasto social. La bajada del impulso fiscal en 2016 ha supuesto 12.300 millones de euros. Vamos a hacer la política en favor de los españoles", ha sentenciado el ministro de Hacienda.
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