Organizaciones sindicales, profesionales sanitarios, sociedades científicas y de pacientes han registrado este miércoles en el Congreso de los Diputados un manifiesto que defiende la necesidad de
regular el manejo cotidiano de
medicamentos peligrosos en el entorno sanitario. La iniciativa insta a
desarrollar una norma que regule la protección de los trabajadores, tanto del ámbito público y privado, así como crear
una guía nacional que se convierta en
protocolo de obligado cumplimiento y asegurar, a través del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, la equidad de las comunidades autónomas.
Las entidades firmantes consideran que "hasta el momento
sólo se han desarrollado documentos como recomendaciones y no normas de obligado cumplimiento" y afirman tener el respaldo de la mayoría parlamentaria (PSOE, PP, Ciudadanos y Unidos-Podemos). Por eso, piden al Ministerio de Trabajo "el
desarrollo de una norma que regule la
protección de los trabajadores y trabajadoras del
ámbito sanitario frente a la exposición a
medicación peligrosa en centros públicos y privados", así como campañas de información a los centros sanitarios sobre dicha norma y la asignación de "suficientes r
ecursos de inspección para asegurar que la norma se cumple por los centros sanitarios".
"Es un paso para que llegue al parlamento porque parece que todos
los grupos están de acuerdo tras la ronda que hicimos de contactos", señala Irene Álvarez, responsable de Salud Laboral de CCOO. "No tendría que ser complicado,
pedimos que el año nuevo venga con una legislación que
proteja a los trabajadores frente a este riesgo que se ha estado conviviendo durante años".
Para la responsable de CCOO, no debería retrasarse su normativa: "Tiene que ser un trámite sencillo, sin complicaciones. Hemos incidido mucho en la
trazabilidad del medicamento. Muchas personas que conviven en el centro sanitario también se pueden ver expuesto. En Enfermería y Farmacia el riesgo es más evidente, pero queremos que abarque a todo el personal", añade Álvarez.
Guía nacional
Al Ministerio de Sanidad, le instan a desarrollar "
una guía nacional en materia de protección a trabajadores y pacientes que complemente la norma que se convierta en
protocolo de obligado cumplimiento en los centros sanitarios y socio-sanitarios españoles", además de que asegure, "dentro del marco del
Consejo Interterritorial, la equidad de todas las Comunidades Autónomas y centros sanitarios y socio-sanitarios en materia de recursos disponibles para la protección de trabajadores y trabajadoras del ámbito sanitario y de los pacientes".
También le piden a la titular del ministerio, María Luisa Carcedo, un estudio de la situación actual que incluya los
niveles de contaminación existentes en los centros, tanto en las áreas de
farmacia como otros de preparación y administración de medicamentos, así como una campaña informativa.
La UE reconoce que los medicamentos peligrosos representan un factor de riesgo en sanidad
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Por su parte, y tal y como explica Satse en su última nota de prensa, "aunque
la propia UE reconoce que los medicamentos peligrosos representan el factor de riesgo químico más importante en sanidad, en la actualidad no hay nivel europeo ni tampoco en nuestro país una legislación que aborde específicamente los riesgos que compone para el personal del ámbito sanitario la exposición a medicamentos peligrosos en el trabajo".
Menos de la mitad de centros tiene un protocolo
De hecho, prosigue el sindicato, el Observatorio de la Salud Laboral, impulsado por la Mesa de la Profesión Enfermera (Satse y el Consejo General de Enfermería), ya denunció a través de un estudio realizado hace unos meses que
solo el 47,2 por ciento de los centros sanitarios tiene un protocolo que oblique a la utilización de un sistema cerrado de preparación y administración de medicamentos peligrosos.
Asimismo,
en más de la mitad de los centros no se ha realizado una evaluación de los riesgos laborales que asume Enfermería a la hora de manejar productos citostáticos, los cuales, son habituales en el tratamiento del cáncer y se utilizan cada vez más en otros muchos ámbitos sanitarios, como en Hematología o Reumatología, así como en el manjeo de enfermedades no cancerosas como la esclerosis múltiple, la psoriasis, el lupus eritematoso sistémico o, incluso, la insuficiencia cardiaca.
De otro lado, en los centros donde sí existe ese protocolo, resulta especialmente preocupante el desconocimienot respecto al sistema utilizado, ya que el 53,9 por ciento no sabe qué tipo de sistema se utiliza para la administración de medicamentos peligrosos, señalaba el Observatorio de Salud Laboral.
Un momento del registro de la propuesta en el Congreso de los Diputados.
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Clasificación al estilo FDA
Por último, los sindicatos reclaman a Sanidad el desarrollo de un
sistema de vigilancia sobre los niveles de contaminación de medicamentos peligrosos y el "establecimiento de una
clasificación especifica de dispositivos sanitarios, denominado “Sistemas cerrados de transferencia de medicamentos”, -al estilo de la realizada por la FDA en Estados Unidos- que asegure que los sistemas bajo esta clasificación garantizan la seguridad del personal sanitario y pacientes.
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