La Comunidad de Madrid ha reducido su lista de espera quirúrgica de 81,8 días en agosto a 71 días en septiembre y actualmente hay 83.414 pacientes en espera de los que "casi el 40 por ciento" lleva menos de 30 días. "Nuestro objetivo a corto plazo es finalizar 2022 con un 25 por ciento menos de espera que en 2020, acercándonos a los niveles prepandemia", ha asegurado el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, en el Pleno de la Asamblea de Madrid.
Al hilo, ha desgranado que en las pruebas diagnósticas y terapéuticas se ha reducido de agosto a septiembre un 5 por ciento, mientras que en las consultas externas ha bajado un 3 por ciento. Escudero ha sacado pecho del "importante esfuerzo" para incrementar la actividad asistencial, especialmente en cirugías programadas y en pruebas diagnósticas y terapéuticas.
"Hemos impulsado la oferta asistencial vespertina en los servicios de Radiodiagnóstico, Aparato Digestivo y Cardiología de los hospitales de la red pública de la Comunidad de Madrid", ha recordado Escudero, quien ha apuntado también a las medidas adicionales como canales preventivos de detección del cáncer colorectal y cáncer de mama, que permitan mejorar los tiempos de demora en colonoscopias y mamografías diagnósticas.
Pruebas diagnóstica
Asimismo, el plazo de realización de las pruebas diagnósticas es inferior a 15 días en caso de que haya sospecha de malignidad oncológica o invalidante. Ha recordado, además, que se va a impulsar un plan para reducir a la mitad los tiempos máximos de espera, a lo que se dedicarán 215 millones de euros en los próximos tres años para reducir la demora media bajo los 45 días para cirugías, primeras consultas y pruebas diagnósticas.
También se establecerán criterios para fijar un máximo de 45 días para la cirugía cardiaca, coronaria o valvular. Y de 60 días en intervenciones sin riesgo vital (como cataratas o prótesis de cadera). Así como máximos de 90 días para los 25 procedimientos más comunes en la lista de espera. Entre ellos: fístulas, hernias discales o varices. Además, de mantener un máximo de 30 días para cirugía de proceso oncológico.
En relación a la lista de espera de consultas externas y pruebas diagnósticas ha aseverado que se seguirá con el incremento y mejora de la actividad, el control de la demanda y el funcionamiento de la actividad extraordinaria que conlleva un aumento de la actividad a realizar dentro de sus propios centros.
Críticas a la demora del plan de reducción de listas de espera
Durante el turno de intervención de los Grupos, la diputada de Unidas Podemos Vanessa Lillo ha afeado que se intente trasladar que la gente debe "conformarse" con saber cuánto tiene que esperar "aunque sea mucho". También ha criticado que en 2016 hubiera 390.000 personas en lista de espera quirúrgica y en 2022 hay 886.000, o que hace seis año fueran 229.000 los que esperaban para un especialista y este año, más de 612.000.
Por su parte, la parlamentaria de Vox Gádor Joya ha puesto el foco en el plan de listas de espera que debería reducir un 50 por ciento la demora de aquí a 2024, un plan a tres años de los que uno ya se ha consumido. "¿Creen que van a poder reducirlo con un año menos de tiempo con un plan que aún no conocemos?", ha cuestionado la diputada, quien también ha censurado que no se conozca el balance del plan de 2016-2019.
A continuación ha tomado la palabra la diputada socialista Matilde Isabel Díaz, quien ha acusado al modelo fiscal de Madrid de "descapitalizar" la Sanidad y causar "daños" por las demoras que deberían ser atajadas mediante un análisis riguroso con reformas organizativas y gestión. "¿Dónde está el plan de listas de espera? En el mismo sitio que el de Salud Mental presentado hace meses y que nadie conoce", ha deslizado la socialista, quien también ha censurado que el "desmantelamiento" de los SUAP y de la Atención Primaria incide en el aumento de las esperas.
En el caso del diputado de Más Madrid Javier Padilla, ha remarcado que en un año ha aumentado en 10 días la demora media de pruebas diagnósticas y en 20 para consultas externas. Entiende el parlamentario que desde la Comunidad se centran en la quirúrgica porque es "más difícil su trazabilidad" y porque hay un "cuello de botella" en consultas externas que limita el acceso a la cirugía.
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