Los PGE salvan su primer escollo para dotar de 7.049 millones a la sanidad

El Gobierno de coalición ha salvado el primer ‘match ball’ de su proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023 que contempla una inversión total de 7.049 millones de euros para la sanidad. El Congreso de los Diputados ha rechazado por 186 votos a favor, 159 en contra y 3 abstenciones las enmiendas a la totalidad presentadas por la oposición para tratar de tumbar las cuentas públicas. El acuerdo con los principales socios parlamentarios ha impedido que prosperase la ofensiva conjunta de Popular, Vox, Ciudadanos, Junts, Foro Asturias, Unión del Pueblo Navarro y la CUP que habían colocado sobre la mesa algunas quejas en materia sanitaria, como la falta de más financiación en Atención Primaria o medidas específicas para tratar la ELA en el Sistema Nacional de Salud (SNS).

El resultado se ha dado a conocer después de un debate que se ha prolongado durante cerca de 13 horas en dos jornadas consecutivas en la Cámara Baja para analizar con detalle las cuentas del próximo año. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha acabado con la voz ronca para dar respuesta a las aportaciones de todos los grupos parlamentarios. Algo que le ha permitido lograr finalmente el beneplácito de formaciones como Esquerra Republicana de Catalunya, el Partido Nacionalista Vasco o EH Bildu que focalizarán la negociación con las enmiendas parciales.

“Hemos duplicado el gasto en sanidad con respecto al último presupuesto del Partido Popular”, ha celebrado la dirigente socialista en su última intervención del debate, en la que ha aprovechado para hacer énfasis en su apuesta por conseguir unos “mejores servicios públicos” gracias al incremento de los recursos en las áreas de salud, educación o derechos sociales de su anteproyecto.

Aunque el Gobierno colocó a la sanidad como uno de los puntos clave cuando presentó ante la opinión pública los PGE, el sector ha quedado algo descafeinado en el debate de las enmiendas a la totalidad. Varios grupos habían incluido en sus textos normativos referencias al deterioro de la Atención Primaria, la falta de financiación de la ELA o la necesidad de incorporar una tarjeta sanitaria única para todas las comunidades autónomas. Pero la mayor parte del tiempo de las intervenciones ha estado marcado por el debate económico, la carga fiscal, las pensiones o la reforma del delito de sedición.

Durante el debate, las principales críticas a la actuación sanitaria del Gobierno las ha realizado Ciudadanos, cuya portavoz Inés Arrimadas ha denunciado que el Ejecutivo está desaprovechando una oportunidad histórica para hacer las reformas que España necesita y en las cuentas no constan medidas que consideran “fundamentales”. Algunas de estas propuestas son un Plan de Acción para el Impulso a la Natalidad para “paliar la baja tasa de natalidad” en España o las “urgentes reformas que necesita el Sistema Nacional de Salud”. “Este Gobierno condena a los pacientes de ELA y enfermedades raras sin la aprobación de ayudas y bloqueando la Ley que impulsó”, han defendido.

Negociación de las enmiendas parciales

A partir de ahora, las nuevas Cuentas públicas pasarán a debatirse ante la Comisión de Presupuestos de la Cámara Baja, primero en fase de ponencia (a puerta cerrada) y después en Comisión, durante las próximas dos semanas.

Antes, este mismo viernes, los grupos deberán registrar sus propuestas para modificarel Presupuesto a través de enmiendas parciales, que irán debatiéndose y votando en las próximas semanas.

Si supera sus sucesivas votaciones, el proyecto pasaría a ser examinado por el pleno del Congreso durante la semana del 21 de noviembre. Será entonces cuando elGobierno deba tener atados todos sus apoyos con sus socios, con el fin de superar las votaciones decisivas de cada uno de sus proyectos.