El
Gobierno de España ha confirmado que la sustitución completa de la
tarjeta sanitaria digital se ha atrasado para no suponer
“una sobrecarga económica”. Así lo ha confirmado el Ejecutivo de Pedro Sánchez en la que ha sido la primera respuesta parlamentaria publicada en el
Congreso de los Diputados durante la
XIV legislatura.
Según el citado documento, que da respuesta a una pregunta parlamentaria del
Partido Popular relativa a la implantación de una tarjeta única para todo el
Sistema Nacional de Salud (SNS), en España “la tarjeta sanitaria individual es válida para todo el territorio” aunque la normalización de la banda magnética no se ha instaurado para no suponer "una sobrecarga económica".
Tal y como argumentan en dicha réplica, aunque el formato físico de las tarjetas es variado “como sucede en otros sectores como la banca”, no impide la interoperabilidad de las tarjetas al contener los
datos necesarios para comunicarse con otros tarjetas. “El
Ministerio de Sanidad distribuye el software que permite leer todas las bandas magnéticas de las tarjetas independientemente de su formato, por tanto,
las tarjetas del SNS son interoperables, independientemente de su diseño gráfico que luzcan”, argumenta.
Información facilitada por la comunidad autónoma
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Esta respuesta es la primera de caracter sanitario que se ha publicado en el Boletín Oficial de las Cortes Generales
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En su respuesta, el Ejecutivo asegura que con esta tarjeta “cualquier dispositivo sanitario” puede saber a quién está atendiendo o “consultar información clínica interoperable que la
comunidad autónoma responsable del paciente esté facilitando”.
Lo que se refiere al formato físico de la tarjeta, que el
exlíder de Ciudadanos, Albert Rivera, llegó incluso a proponer que se aglutinara bajo la bandera de España, el Ejecutivo asegura que “a través de un diseño normalizado” se ha regulado dicho aspecto. De tal forma que, en la tarjeta, debe aparecer la imagen institucional de cada comunidad autónoma y normaliza la banda magnética.
Es ahí, cuando el
Ejecutivo asegura que “con el fin de no suponer una
sobrecarga económica, la sustitución de la tarjeta por la de este nuevo formato normalizado se lleva a cabo con motivo de su renovación “caducidad, pérdida o deterioro…”.
Pese a que el inicio de la andadura parlamentaria ha comenzado con una exhaustiva labor de control al Gobierno en coalición del
PSOE y Unidas Podemos –sobre todo por parte de
Ciudadanos y el
Partido Popular-, la respuesta es la única de carácter puramente sanitario que por el momento se ha publicado en el
Boletín Oficial de las Cortes Generales.
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