La
Ley de Ciencia todavía no ha acabado con su tramitación parlamentaria. El Senado ha dado el visto bueno al proyecto ideado por el equipo de
Diana Morant, sin embargo la incorporación in extremis de
una nueva enmienda presentada por el Partido Popular ha provocado que el texto tenga que regresar de nuevo al Congreso. La nueva iniciativa abre la puerta a la contratación de i
nvestigadores interinos con cargo a los Fondos Europeos.
La enmienda 76 presentada por el grupo popular tiene como objetivo
eliminar la disposición adicional décima de la ley en la que se hace referencia a cómo deben articularse los contratos que estén asociados a la ejecución del
Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con el objetivo de evitar una discriminación en función del modelo de financiación.
“
¿Tiene sentido que algo que funciona bien se limite la posibilidad de contratación en función del origen de los recursos?”, ha defendido el senador popular
Juan José Sanz, quien ha advertido que el mantenimiento de la disposición adicional puede representar un problema en el momento en el que desaparezcan los fondos activados por Bruselas.
Su propuesta ha roto el bloque de mayorías atado por el Gobierno después de que
Esquerra Republicana se haya alineado con el Partido Popular. La enmienda ha recibido
130 votos a favor, 123 en contra y una única abstención. Ha sido la única enmienda de las 127 presentadas por los grupos que ha pasado el corte de la mayoría absoluta, alargando un poco más la tramitación parlamentaria.
Sanz ha justificado que su movimiento cuenta con el apoyo tanto del conjunto de las universidades públicas y privadas como de instituciones de investigación como el
Severo Ochoa o el
María de Maeztu. “¿Todos los centros de excelencia de este país están equivocados?”, ha expuesto.
El Gobierno rebatirá la enmienda en el Congreso
La pequeña victoria popular he despertado el malestar en el seno del Gobierno que ya ha anunciado que intentará dar la vuelta a la situación en el nuevo debate que se produzca en el Congreso. La propia ministra de Ciencia,
Diana Morant, ha pedido a los grupos que la han apoyado que reflexionen de cara a la nueva votación ya que es una iniciativa que “
permite la temporalidad de contratos ligados con fondos europeos competitivos”, ha expuesto.
Más allá del debate particular sobre esta enmienda, el grueso de la reforma de la Ley de Ciencia ha mantenido su apoyo casi unánime con el que ya superó su anterior trámite parlamentario. La votación se ha saldado con
236 votos a favor, 2 en contra y 16 abstenciones a su paso por el Senado.
La nueva Ley de Ciencia reconocerá
la carrera de los investigadores del Sistema Nacional de Salud (SNS), fijará un objetivo de inversión en I+D+i del
1,25 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) a partir del año 2030, incorporará medidas para estimular la atracción del talento y la movilidad profesional en el sector o reducirá la carga administrativa de los empleados.
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