El Gobierno se ha escudado en el documento del
Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y la
Agencia Europa de Medicamentos (EMA) sobre la actualización y composición de las
vacunas Covid-19 para las variantes alfa y beta, ya que asegura que este
"no las rechaza", a pesar de que no se están poniendo en la actualidad. Así responde el organismo dirigido por
Mónica García ante la pregunta parlamentaria: "Sobre criterios sustentados en la evidencia científica que fueron tomados en consideración desde el Ministerio de Sanidad para la adquisición de las vacunas contra las cepas alfa y beta del coronavirus causante de la pandemia de Covid-19 que
no sirven para las dosis de refuerzo en el momento actual".
"En relación con el asunto interesado, en primer lugar hay que señalar que todas las
vacunas de Covid-19 aprobadas se han mostrado
eficaces frente a múltiples cepas (alfa, beta, gamma, mu, omicron BA.1, etc.). A partir de junio de este año la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) recomiendan
vacunas basadas en la variante XBB y ya no se hace una mención expresa a las vacunas basadas en la cepa beta", responde con respecto a las
"evidencias" para la compra de vacunas para estas variantes, que
se adquirieron bajo el mandato del anterior ministro de Sanidad,
José Miñones.
La Declaración del ECDC-EMA facilita información actualizada sobre la adaptación propuesta de las
vacunas Covid-19 autorizadas y refuerza las "consideraciones provisionales de salud pública" sobre el uso de dichas vacunas durante las
campañas de vacunación de otoño 2023. El escrito recoge que las vacunas Covid-19 actualmente autorizadas en la UE/EEE incluyen las siguientes cepas: bivalente Wuhan y Omicron BA.1, bivalente Wuhan y Omicron BA.4/5, monovalente Wuhan, monovalente Beta (B.1.351), y Beta bivalente (B.1.351) y Alfa (B.1.1.7). "Los datos de eficacia disponibles muestran que las vacunas Covid-19 actualmente aprobadas, incluidas las basadas en el virus índice,
siguen proporcionando protección contra la enfermedad grave. Sin embargo, la protección disminuye a medida que el virus muta a variantes inmunológicamente distantes de las cepas incluidas en las vacunas", añaden.
Los miembros de la Coalición Internacional de Autoridades de Reglamentación de Medicamentos, incluida la
Organización Mundial de la Salud (OMS), se reunieron en mayo así como el Grupo Técnico Consultivo de la OMS sobre la
composición de la vacuna Covid-19. En ambas reuniones la conclusión ha sido que es
necesario actualizar la composición de la vacuna. Ambos grupos llegaron a la conclusión de que el virus SARS-CoV-2 parece evolucionar, divergiendo del virus índice. "La conclusión de estos organismos ha sido que, mientras a la espera de más datos, las
vacunas monovalentes que contienen XBB podrían considerarse una opción razonable para la campaña de vacunación de otoño de 2023 para mejorar las respuestas inmunitarias inducidas por la vacuna frente a las variantes circulantes del SRAS-CoV-2 basándose en la epidemiología actual y en el alto nivel de inmunidad ya presente
contra las cepas ancestrales y las que circulaban anteriormente", recogen.
Vacunas monovalentes, útiles para la revacunación
El documento de la ECDC y la EMA señala las recomendaciones y consideraciones a los titulares de autorizaciones de comercialización sobre las actualizaciones de la composición de las vacunas. Estos señalan que una composición de vacuna monovalente "es
apropiada para garantizar una inmunogenicidad adecuada" contra el SARS-CoV-2 circulante. "Estas vacunas monovalentes podrían utilizarse para la revacunación y también podrían utilizarse para la primera en niños menores de 5 años, que tienen más probabilidades de no estar infectados por el virus y de no haber sido vacunados nunca".
El calendario de las recomendaciones para actualizar la composición de las vacunas repercute en algunas tecnologías de plataforma que requieren más tiempo para su fabricación, y este aspecto "debe tenerse en cuenta", como indica también el documento. Esta posición pretende orientar a los titulares de autorizaciones de comercialización de vacunas sobre los
"próximos pasos" para actualizar
la composición de las vacunas para la temporada de invierno. "Basándose en décadas de experiencia con la gripe y en conversaciones con diferentes desarrolladores, se puede dar la necesidad potencial de adaptar la composición de la vacuna a intervalos regulares para que las partes interesadas puedan llevar a cabo una campaña de vacunación a tiempo. Por ejemplo, una
recomendación en torno a abril o mayo de cada año debería garantizar tiempo suficiente para que la mayoría de los desarrolladores adapten su proceso de fabricación y generen los datos necesarios para apoyar la aprobación de la vacuna a finales del verano.
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