Cataluña da un paso más para desplegar la figura del administrativo sanitario. El Parlament ha aprobado una moción del PSC sobre la reordenación del sistema sanitario en que se inta a avanzar en el
desarrollo de los certificados de profesionalidad del personal administrativo del sector salud para poder hacer efectivo que la figura del administrativo de salud se convierta en un agente clave para
garantizar la accesibilidad de la ciudadanía en el sistema sanitario.
De esta forma, "
los profesionales clínicos se podrán dedicar de manera más eficiente a tareas asistenciales", recoge la moción en su texto íntegro tras aceptar la enmienda del grupo parlamentario de ERC. Además de PSC y ERC, han dado apoyo a este punto Junts per Catalunya, En Comú Podem, Ciutadans, PP y el diputado no adscrito, mientras que
Vox y la CUP han votado en contra.
La diputada que ha presentado esta moción ha sido
Assumpta Escarp, que explica a
Redacción Médica que la
idea inicial era crear una Formación Profesional de gestión administrativa, pero desde el Departament de Salut decían que "no podía ser". Por ello ha cogido fuerza el mecanismo del certificado de profesionalidad, sobre el cual la diputada de En Comú Podem
Núria Lozano se ha referido
como una "vía muy interesante".
Plazo para extender el asistente clínico
El motivo de este punto y esta moción es
"unificar esta figura y que sea más generalizada", asegura Escarp. Por el momento, el administrativo sanitario o también llamado asistente clínico es presente en algunos centros de Atención Primaria (CAP)
como en el Equipo de Atención Primaria Sardenya o en el
Equip d'Assistència Primarà Vic, por ejemplo.
Estos centros organizan sus equipos en lo que se conoce como
Unidad Básica Asistencial 3 Plus, formados por un médico, una enfermera y un referente administrativo que tiene unas competencias avanzadas adquiridas con una formación específica para dar una atención de calidad con
conocimientos clínicos para acompañar el usuario en todo su proceso asistencial.
Esta reorganización nació a raíz de la pandemia para
dotar de más capacidades y competencias a todas las categorías profesionales. "Esta figura debe ayudar mucho a
liberar de burocracia al médico y a la enfermera, lo que dará más capacidad a la enfermera para ser proactiva con los usuarios, los crónicos y la atención domiciliaria, mientras que el médico se centrará en la tarea asistencial e importante
para cuando lo necesites, esté ahí", relata Escarp. La diputada,
en línea de la previsión del Govern,
confía que en tres meses el asistente clínico sea una realidad en la sanidad catalana.
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