Los grupos de la oposición rechazan manenter en el 6,7 el gasto destinado a la sanidad en el proyecto de
Presupuestos de 2024, como sugiere el plan financiero remitido por el Gobierno a Bruselas. “Sería totalmente insuficiente”, recalcan no solo
PP y Vox sino también formaciones que en la última legislatura se han erigido como 'socios potenciales' del Gobierno de Pedro Sánchez, como
BNG y ERC, y que exigen a Moncloa un mayor esfuerzo económico para “mejorar los servicios públicos”, especialmente la Atención Primaria.
El Ejecutivo central acaba de enviar a las autoridades europeas su
plan presupuestario de 2024, marcado por la situación de ‘interinidad’ que atraviesa en estos momentos España. En este escenario, el gabinete de Sánchez ha optado por una propuesta “prudente” con cambios mínimos en las partidas de gasto de los principales servicios.
En el área sanitaria, se mantendría de esta forma la inversión del 6,7 por ciento del PIB que quedó fijada en las Cuentas de 2023.
Los grupos del Congreso subrayan que no puede existir todavía un proyecto de
Ley de Presupuestos Generales del Estado, por lo que el Gobierno en funciones contempla en el escrito remitido a Bruselas es prácticamente una
prórroga de las Cuentas del presente ejercicio. No obstante, advierten de que Moncloa no puede ‘congelar’ en 2024 un gasto sanitario que ya tildaron de
“insuficiente” en 2023.
En este sentido, fuentes del Bloque Nacionalista Galego (BNG) han manifestado a
Redacción Médica que el Estado “debe hacer un mayor esfuerzo para aumentar la inversión ayudando a mejorar los servicios públicos, especialmente en la Atención Primaria”. Además, afirman que
“no entienden” las prioridades que está teniendo el Gobierno.
“En un contexto de
crisis social y económica, donde -para el BNG- es necesario reforzar el
Estado de Bienestar (sanidad, educación, políticas sociales) el Gobierno está optando por aumentar el
gasto militar (solo en Defensa, en el anterior PGE el presupuesto aumentaba en 3.000 millones de euros, un 26 por ciento más). El Gobierno debe dar un giro de 180 grados y apostar decididamente por desenvolver políticas que blinden los servicios públicos, como la sanidad”, sentencia la formación gallega.
Una postura que refrenda ERC: “
Nunca es suficiente el presupuesto sanitario”, concluyen los soberanistas catalanes, que sin embargo no especifican el grado en el que debe incrementarse la partida de gasto de las administraciones públicas en sanidad. PNV, por su parte, se ha muestra indiferente ante esta inversión: “
Euskadi tiene la competencia exclusiva en Salud y no se ve afectada por esta congelación a la hora de elaborar sus presupuestos”, destacan.
La oposición pide priorizar Primaria y la salud mental
También desde el Partido Popular comparten una visión crítica sobre la idea de prorrogar el gasto en sanidad. Fuentes de la formación conservadora subrayan que son las comunidades autónomas las que han de terminar de perfilar la cuantía y el destino de la inversión en salud, pero consideran que la administración central tiene que
“marcar el rumbo” para un incremento del gasto en cuestiones como la
Atención Primaria y la salud mental.
“Pero el Gobierno demuestra una y otra vez que la sanidad no está entre sus prioridades”, inciden estas fuentes, que recuerdan que el Gobierno se comprometió a que el gasto alcanzara el 7 por ciento del PIB durante su legislatura. “Esta realidad contrasta con las de
Madrid, la Comunidad Valenciana y otras gobernadas por el Partido Popular, que han aumentado su inversión en sanidad”, destacan.
En el caso de Vox, fuentes del grupo parlamentario en el Congreso subrayan que ese 6,7 por ciento que quedó fijado para 2023 es “insuficiente”, pero además consideran que “se debería
aumentar la eficiencia del gasto y de la inversión”.
En este sentido, consideran que el Ejecutivo debería tener como principal prioridad la mejora de la Atención Primaria y reducir los tiempos de espera, pero inciden en que también hay que gastar más en fabricación de medicamentos para “no depender de Asia”, elaborar una
planificación de médicos especialistas, incrementar las plazas de formación e impulsar la investigación, especialmente en medicamentos para
enfermedades oncológicas y raras.
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