El Gobierno ve "necesarias" estrategias para "mitigar" el burnout médico

Uno de cada cuatro facultativos sufre este desgaste profesional, que afecta a su bienestar y a la calidad asistencial

Congreso de los Diputados.

03 oct 2024. 17.50H
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Uno de cada cuatro médicos en España ha desarrollado síndrome de burnout debido a la alta presión a la que es sometido durante su trabajo. Según explica el Gobierno en una de sus últimas respuestas parlamentarias, en concreto, un 24 por ciento de los facultativos del Sistema Nacional de Salud sufre esta afección, que no solo afecta a su bienestar personal, sino que también compromete la calidad de la atención que reciben los pacientes. A pesar de que no avanza ninguna medida para solventar este problema, sí que señala la necesidad de llevar a cabo "estrategias para prevenir y mitigar esta situación". 

Según el informe que resume el Ejecutivo en su respuesta, la prevalencia de burnout en médicos puede oscilar entre el 18 por ciento y el 51 por ciento. En concreto, depende de si se miden una, dos o tres dimensiones del síndrome. Se trata de un estudio que incluyó a 16.076 participantes, y que fue publicado este mes de abril por el Instituto de Salud Carlos III y elaborado por la Escuela Nacional de Sanidad.

Pese a que, según el Gobierno, se da una elevada heterogeneidad entre los estudios revisados, las conclusiones indican una alta prevalencia de burnout en el sector médico. A pesar de que en su pregunta, el PP consultaba si se pondrán en marcha medidas específicas para paliar esta situación, el Gobierno no ofrece detalles al respecto, aunque ndice en que se están realizando estudios que proponen analizar sus dimensiones mediante "una revisión sistemática con metaanálisis".


Patología mental como enfermedad profesional


El desgaste profesional de los médicos, junto al resto de profesionales del sector, se ha agudizado en los ultimos años, aunque los riesgos psicosociales siempre han sido inherentes a la labor de estos trabajadores. Con el fin de mejor la situación tanto para facultativos como para enfermeros y resto de sanitarios, los sindicatos ya han pedido al Gobierno medidas para mitigar esta sutación. 

En este sentido, en enero, la ministra de Sanidad, Mónica García, se mostraba abierta a estudiar la posiblidad de que las patologías mentales sean reconocidas como enfermedad laboral de los profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS) que las padezcan. Es uno de los principales compromisos que ha adquirido la titular del departamento con los responsables de los principales sindicatos, entre ellos UGT, CCOO, CSIF, Satse y el Sindicato de Técnicos de Enfermería.

En la misma línea, la directora del Comisionado de Salud Mental, Belén González ya adelantaba en febrero a este medio su intención de hacer de la patología mental una enfermedad profesional. "No solamente se va a trabajar en la inclusión de la patología mental como contingencia profesional, sino que se va a hacer un esfuerzo de vigilancia epidemiológica al respecto, que nos dé información sobre el fenómeno y oriente la toma de medidas", explicaba.


Burnout en sanidad


Por el momento, el Ministerio de Trabajo, que es el órgano competente para la actualización del catálogo de enfermedades profesionales, no se ha posicionado acerca de la reclamación que recibió el pasado enero de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).

Las demandas de los sindicatos cuentan con el respaldo de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA), que ha destacado recientemente al personal de los servicios sociosanitarios como el más afectado por riesgos laborales relacionados con el estrés, la depresión y la ansiedad.

Lo mismo por parte de la OCDE, que ya ha advertido de la importancia de mantener vigiladas las condiciones laborales de los sanitarios, con el fin de "evaluar tendencias" y "abordar los problemas persistentes" del entorno de trabajo que se vinculan, en especial, a la salud mental, y que afectan a "más de la mitad de los médicos y enfermeras" que trabajan en hospitales.


El desgaste profesional de los médicos


El síndrome de desgaste profesional o burnout se considera un trastorno que ocurre como resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha manejado con éxito. Los profesionales sanitarios, y en concreto los médicos, son una población en riesgo de sufrir burnout por el tipo de trabajo y la implicación emocional que este requiere.

El burnout en médicos está asociado con una disminución del desempeño profesional, problemas de seguridad del paciente y una menor satisfacción de las personas usuarias, tal y como recoge el propio estudio, que afirma que esta afección se está convirtiendo en un problema social y de salud pública.


Burnout en las facultades de Medicina


Este no es un problema que se limite a los pasillos de los hospitales. El burnout también ha llegado a las aulas de las facultades de Medicina, según un estudio publicado en Journal of the American Medical Association (JAMA). Se trata de una afección presente mayoritariamente en las mujeres o en los profesores que pertenecen a grupos raciales o étnicos subrepresentados en Medicina.

A pesar de que actualmente esté ganando peso en el debate público, este problema entre médicos no es nuevo y ya existía antes de la pandemia del Covid-19, aunque el estudio también indica que se intensificó con esta crisis sanitaria, al afectar directamente en las condiciones de trabajo de estos profesionales.
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