El Gobierno mira a las CCAA para implementar el registro horario en sanidad

Para el Gobierno, el registro horario es una herramienta fundamental para garantizar el control de la jornada laboral y el cumplimiento de los tiempos de descanso en el Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, en respuesta a una pregunta del Grupo Popular, recuerda que la implementación y supervisión de este sistema recae en las comunidades autónomas, al ser responsables de la gestión de los servicios sanitarios, aunque señala al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), como organismo de coordinación.

En su pregunta, el PP había consultado al Gobierno sobre la posibilidad de establecer “un control específico en sanidad con registro remoto” para los profesionales del sector. En su respuesta, el Ejecutivo alude a la transferencia de competencias a las autonomías, y recuerda que son estas las encargadas de gestionar el funcionamiento de los servicios sanitarios.

En todo caso, detalla que el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), creado por la Ley General de Sanidad, “actúa como organismo de colaboración y coordinación entre el Estado y las comunidades autónomas para el desarrollo conjunto de políticas sanitarias, homogeneización de estándares y respuesta a crisis sanitarias”.

Control de jornadas y descansos en el SNS

Según el Gobierno, el registro horario es “un elemento esencial para el control de la jornada de trabajo y el respeto a sus límites, así como a los de tiempo de descanso”. Este mecanismo, que permite monitorizar la actividad laboral, tiene repercusiones directas no solo en la organización interna de los centros de trabajo, sino también en aspectos económicos y de cotización a la Seguridad Social.

En su respuesta, el Ejecutivo explica que el incumplimiento del registro horario puede derivar en irregularidades, como la cotización por salarios incorrectos en contratos a tiempo parcial, cuando las jornadas efectivas son superiores a las declaradas, o la ausencia de cotización adicional por horas extraordinarias. Pese a esto, añade que desde la Dirección del Organismo Estatal Inspección de Trabajo y Seguridad Social “se impulsan anualmente campañas específicas de inspección para la intensificación en el control del cumplimiento de la normativa en materia de tiempo de trabajo”.

Medidas para evitar abusos horarios en Sanidad

A pesar de esta respuesta, el Gobierno está dando pasos hacia la implementación de nuevos mecanismos que busquen reducir la vulnerabilidad de los profesionales sanitarios frente a abusos relacionados con el tiempo de trabajo. Tal y como explicaba este medio en el mes de septiembre, los planes pasan por digitalizar, de forma remota, la inspección de los tiempos de trabajo, un proceso que el Ejecutivo ya negocia con la patronal.

A medio plazo, el objetivo es también abordar las denominadas 'jornadas especiales', que incluyen turnos con diferentes rotaciones a lo largo del día, buscando que todo el personal sanitario quede sujeto a un sistema de control adecuado. Aquí es donde entra en juego la posible creación de un “registro específico” de jornada.

Junto a esta medida, siguiendo la misma línea, a principios de octubre, el Ministerio de Trabajo y Economía Social daba un paso más a la hora de ‘vigilar’ que los profesionales sanitarios no sean víctimas de abusos horarios. Para ello, se ha constituido un grupo de trabajo para elaborar un reglamento que tenga en cuenta las singularidades de las relaciones laborales especiales, con el objetivo de controlar que las empresas cumplen con la reducción de jornada laboral a 37,5 horas que el Gobierno quiere implantar desde 2025.

En esas relaciones “especiales”, según avanzaban en septiembre fuentes de Trabajo a Redacción Médica, entrarían no solo los MIR, EIR y el resto de residentes por su condición de personal laboral y no estatutario, sino también los trabajadores de la sanidad privada.