La
jubilación anticipada del personal sanitario volverá a ser objeto de debate en el Congreso a instancias de un BNG que emplaza al Gobierno a presentar, en un
plazo máximo de seis meses, un estudio que considere las
“singularidades” de los trabajadores estatutarios y funcionarios de los diferentes servicios de salud.
El diputado
Néstor Rego, que integra el Grupo Plural, suscribe esta proposición no de ley en la que recalca la necesidad de retomar en el seno de la Comisión de Trabajo el debate sobre el derecho a la jubilación anticipada de los sanitarios. Unos profesionales cuyas
“carencias” laborales, alega, se han puesto de manifiesto durante la pandemia del Covid-19.
“Para corregir la situación y dotarnos de un sistema sanitario público fuerte es imprescindible
incrementar el gasto sanitario, así como avanzar en la mejora de las condiciones laborales del personal sanitario”, concluye el dirigente del BNG, que considera que para avanzar por ese “camino de recuperación” es sustancial reconocer el
derecho relativo a la jubilación anticipada y parcial.
En este sentido, apunta que el personal estatutario y el resto de empleados públicos “siguen sin tener garantizado el acceso” a este derecho “viéndose frustradas las expectativas de ese derecho de multitud de personas que,
por razón de su edad y el tiempo cotizado, puedan aspirar a acogerse a estas modalidades” de retiro.
El BNG defiende por ello ‘activar’ el proceso con un estudio gubernamental sobre la normativa reguladora de la jubilación anticipada y parcial de los empleados públicos. Un documento para el que quiere fijar un plazo máximo de seis meses y que debe recoger “
la realidad específica del personal estatutario y funcionario de los servicios de salud”.
“Presentado el estudio, llevará a cabo las
medidas normativas necesarias para garantizar, a la mayor brevedad, el derecho del personal estatutario de los servicios de salud a la jubilación anticipada y parcial”, manifiesta.
¿Por qué se pide la jubilación anticipada para sanitarios?
En el documento que ha registrado en la Cámara Baja, el representante del Grupo Plural apela a las “
singularidades” que “distinguen” al personal sanitario “del resto del funcionariado”. En este sentido, apunta a las prestación de
servicio continuado de 24 horas al día, el contacto con enfermedades, la toma de decisiones sobre la salud y las presiones familiares como principales
argumentos para reclamar la jubilación anticipada.
“Los propios planes de ordenación de recursos humanos que publica la propia Administración recogen problemas como los de una
pirámide profesional envejecida, lo que incremente el número de incapacidades temporales, la imposibilidad de efectivizar los acuerdos sindicales relativos a que el personal facultativo deje de hacer guardias al cumplir 55 años, la imposibilidad de no trabajar en horario nocturno a partir de esa edad del resto del personal, entre otros casos”, concluye.
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