A pesar de la oferta de Formación Sanitaria Especializada (
FSE) de récord anunciada este verano por el
Ministerio de Sanidad, el departamento de
Mónica García sigue trabajando para aumentar el número de plazas en próximas convocatorias. Lo hará “en el marco de la
Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud (SNS)”. Además, la distribución de las distintas especialidades se llevará a cabo de manera que “se adecúe a las necesidades de especialistas”.
Sanidad responde así a una pregunta parlamentaria escrita del
Grupo Popular acerca de
medidas para paliar el déficit de médicos en España. La oferta
FSE 2025 consta de 11.943 plazas, un 2,9 por ciento más que la anterior. En el caso del
MIR 2025, serán 9.007 puestos los que se pondrán en juego, un 2,7 por ciento más que la convocatoria previa.
Según el documento de
oferta-necesidad de especialistas médicos para el periodo 2023-2035, publicado por el ministerio en mayo, son siete las
ramas médicas para las que se prevé un desequilibrio “moderado” en la próxima década: Análisis clínicos y Bioquímica, Cirugía plástica y estética, Cirugía torácica, Cirugía ortopédica y Traumatología, Cirugía pediátrica, Inmunología y Microbiología, y Parasitología.
Por su parte, para Cirugía oral y maxilofacial, y para Medicina del Trabajo, el estudio pronostica un empeoramiento en sus plantillas entre 2029 y 2035, pero con un déficit “leve”. Finalmente, Psiquiatría y Medicina Familiar y Comunitaria avanzarían hacia el “equilibrio” entre oferta-demanda a partir de 2028.
Impulso del Registro Estatal de Profesionales Sanitarios
En su respuesta, en Moncloa afirman que, además, se “continuará mejorando la planificación de recursos humanos en salud”, para lo cual “está impulsando el desarrollo del
Registro Estatal de Profesionales Sanitarios (REPS)”.
En febrero, la ministra de Sanidad cifró en un
70 por ciento el nivel de actualización del REPS. Dicho de otro modo: faltaba incorporar un 30 por ciento de los datos de sanitarios que trabajan en las distintas comunidades autónomas para contar con una radiografía completa de la profesión. Y ello doce años más tarde de la creación del registro, ideado para facilitar la planificación de plantillas y coordinar las políticas de
recursos humanos del SNS.
Meses después, ya en junio, desde el departamento sanitario lamentaron que la
actualización del REPS no estuviera avanzando al ritmo esperado porque la información de las
administraciones competentes estaba llegando “a cuentagotas”. Según Sanidad, de la culminación de esta lista depende el diagnóstico de las debilidades laborales y, por ende, asistenciales del sistema.
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