Los datos recabados por dos hospitales "de referencia" en el abordaje de la ludopatía,
el de Bellvtige y el Ramón y Cajal, serán utilizados por el Ministerio de Consumo para desarrollar un mecanismo de detección de comportamientos de riesgo vinculados a la
adicción al juego. “La disponibilidad de esta información permite aplicar en el análisis técnicas de aprendizaje automático”, sostiene del Gobierno en una respuesta escrita en la que da cuenta de algunas de las variables que se tendrán en cuenta y que abarcan desde el volumen de las apuestas hasta las pérdidas y ganancias del usuario.
Moncloa se ha referido a esta problemática a instancias del PP, que, en una pregunta escrita, inquirió al departamento que dirige
Pablo Bustinduy sobre su intención de desarrollar, en el plazo de dos años, “un mecanismo de
detección de comportamientos de riesgo” que será utilizado “por todos los operadores” de apuestas y que “actualmente se encuentra en fase de diseño”.
En su respuesta,
el Ejecutivo incide en la necesidad de crear entornos “más seguidos de juego”, así como de diseñar “cualquier sistema de detección de comportamientos de riesgo de las personas usuarios registradas” en casas de apuestas y otros operadores, de forma que tengan en cuenta “
criterios o indicadores objetivos que revelen
patrones de actividad”. Entre ellos, la frecuencia y la variabilidad de las participaciones o de los depósitos “sin perjuicio de otros elementos cuantitativos o cualitativos que puedan resultar relevantes”.
“Los trabajos para la definición de un mecanismo de detección de comportamientos de riesgo están siendo realizados por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, a través de la Dirección General de Ordenación del Juego, usando la información detallada de la actividad de juego disponible”, continúa el Gobierno.
Consentimientos informados de datos de pacientes
Una de estas fuentes proviene de “dos hospitales de referencia del SNS en materia de tratamiento de conductas adictivas” como son el de Bellvitge y el Ramón y Cajal, así como las
asociaciones de jugadores rehabilitados Azajer y Fejar, que han “recabado los consentimientos informados” de las personas diagnosticadas con un trastorno asociado a su conducta de juego durante los años 2023 y 2024.
“La disponibilidad de esta información permite aplicar en el análisis técnicas de
aprendizaje automático", indica.
También se servirá de la información de detalle de la actividad de juego de los jugadores en el Sistema de Control Interno, que se realiza a través de la supervisión permanente de las operaciones de juego.
“Los operadores están obligados a implantar en su sistema técnico un sistema de control interno que captura, registra y remite a la DGOJ el
detalle de los movimientos de juego y las transacciones económicas, que se realizan entre los participantes y la unidad central de juegos del propio operador”, apunta el Gobierno.
También se tendrán en cuenta los informes sobre el mecanismo y protocolo utilizado por cada uno de los operadores. Entre otras variables, se tendrán en cuenta el número y frecuencia de cambios en los límites de depósitos, el
volumen de las apuestas, el número de tarjetas y las
pérdidas y ganancias del jugador.
Análisis incluido en los Presupuestos de 2025
“Para completar el análisis se ha previsto en los
Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el año 2025 una partida sobre estudios y trabajos técnicos para determinar un modelo de evaluación de riesgo de los juegos previsto en el Real Decreto 176/2023 de 14 de marzo, de Entornos más Seguros de Juego”, recoge la respuesta parlamentaria, que subraya que esta misma normativa ya establece que, “de cara a poder desarrollar ese mecanismo con rigor científico y garantías para los jugadores”, se hace “neceario” contratar un servicio de consultoría “que proporcione a los técnicos de la DGOJ, mediante la colaboración con profesionales de reconocido prestigio, la información necesaria de las distintas perspectivas de los diseños y efectos de los juegos de azar”. El importe estimado será de 120.000 euros.
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