Lo que parecía el primer gran pacto por la sanidad en
Democracia, tras la crisis del coronavirus Covid-19, ha quedado, por el momento, en un acuerdo con matices. El texto, avalado por la mayoría del Congreso, ha encontrado la
abstención del PP, y el 'no' del
PNV.
Alcanzar ese pacto era, y sigue siendo, el principal objetivo del Grupo de Trabajo de Sanidad y Salud Pública, uno de los cuatro grandes bloques que conforman la comisión por la Reconstrucción Política y Social que se reunido durante estas semanas en el Congreso, y que este miércoles ha votado
las 326 enmiendas presentadas al proyecto final.
De ellas, solo se han aceptado un tercio del total de las presentadas. Y es que, en una votación realizada de forma individual, la mayoría de las enmiendas presentadas por el PP -176- han sido rechazadas. Es por este motivo por el que el grupo popular se ha decantado finalmente por la abstención, y no por el voto a favor, que hubiera dado mayor consenso a la receta para reconstruir la sanidad, prescrita por
PSOE y Unidas Podemos.
Por su parte, el PNV ha votado en contra de este documento por
"su visión recentralizadora" e inconcreción de las medidas, aunque espera que sus propuestas sean finalmente tenidas en cuenta. En este caso, solo se han aceptado tres enmiendas de las 8 presentadas.
Pero hoy no se ha dicho la última palabra.
El PP seguirá negociando con el Gobierno la creación de la agencia de salud pública y de calidad existencial y todo lo relativo a la financiación de las medidas para garantizar la mejora del sistema para dar el visto bueno al documento del Gobierno. El plazo máximo para alcanzar un acuerdo es este viernes, 3 de julio, cuando las enmiendas y el texto volverán a ser valoradas en la Comisión.
Redactado final
A falta de incorporar las enmiendas aprobadas, que
matizará el texto original ligeramente, el pacto sanitario acordado propone planes de contingencia para prevenir y abordar posibles situaciones de rebrotes del coronavirus u otras circunstancias similares, así como una actualización de la legislación sanitaria nacional y autonómica para estar mejor preparados ante un posible rebrote o cualquier otra emergencia o epidemia, pero también con el objetivo de mejorar las condiciones laborales de los profesionales sanitarios, buscando acabar con la "temporalidad" y
"precariedad" en los contratos.
En cuanto al refuerzo de "los recursos de la Atención Primaria de Salud como pilar esencial del Sistema Nacional de Salud" se recogen propuestas como "dar un gran impulso a la Enfermería Familiar-Comunitaria", "reforzar la atención fuera de horas y urgente como parte del trabajo de los Equipo de Atención Primaria", o
"reforzar los Equipos de Atención Primaria con personal administrativo con formación sanitaria".
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