El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, confirma que el asturiano no será lengua vehicular “ni se exigirá para acceder a la función pública”. Barbón descarta así que esta lengua sea exigida para trabajar en la sanidad pública de Asturias.
Barbón ha respondido en la Junta General del Principado de Asturias celebrada este miércoles que la cooficialidad requiere ser aprobada dentro de la reforma del Estatuto por una “mayoría ultrareforzada” que en la actualidad no hay. Por ello, el presidente autonómico ha apostado por una cooficialidad “amable” del asturiano, que tampoco será lengua vehicular.
El jefe del Ejecutivo ha contestado así a la pregunta formulada por la portavoz de Ciudadanos, Susana Fernández, sobre si el Gobierno de Asturias había evaluado cómo afectaría la oficialidad del asturiano a sus planes de reforma de la Administración pública regional.
Barbón ha señalado que la reforma de la administración y la ley de empleo público se tramitarán antes de que se concrete el modelo de oficialidad del asturiano en caso de aprobarse la reforma estatuaria, por lo que la cooficialidad “no va afectar en modo alguno” a los planes de reforma de la administración autonómica.
El presidente ha incidido en que su Gobierno no se plantean la “obligatoriedad” sino que defiende una cooficialidad “adaptada” a la realidad sociolingüística de Asturias en la que “no va a ser requisito para acceder a la función pública”.
Por su parte, Fernández ha alertado de que la oficialidad exigiría a los funcionaros conocer y usar el asturiano, lo que provocaría que el Principado tuviera dificultades añadidas para encontrar profesionales de áreas como Informática, Medicina o Enfermería.
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