Dos años han pasado desde que Amparo Botejara abandonase su consulta extremeña para dar el salto al Congreso de los Diputados de la mano de Podemos. Esta médica de Familia se ha convertido en este tiempo en la cara visible del área de salud de la formación morada en la Cámara Baja, donde el pasado febrero fue nombrada portavoz de Sanidad.
Sin experiencia política previa, Botejara siempre ha definido su paso por los salones del Congreso como transitorio, pues donde más cómoda se siente es en su consulta de Atención Primaria. Lo que sí ha sido una constante en su vida es el activismo para la defensa de la sanidad pública y la lucha contra las desigualdades, dos motivos de peso que la llevaron a cambiar a los pacientes de su centro de salud por los políticos y periodistas que pululan por la plaza de las Cortes.
Botejara fue nombrada portavoz de Sanidad en el Congreso de los Diputados en febrero.
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Tras la marcha de Marta Sibina como portavoz de la Comisión de Sanidad de Podemos en el Congreso de los Diputados, usted era una de las grandes favoritas para ocupar este cargo, ¿esperaba el nombramiento?
Bueno, gran favorita no, es que solamente estábamos dos. La situación de la Comisión de Sanidad tiene la complejidad de que tiene consumo, servicios sociales y sanidad, entonces las compañeras estamos repartidas entre las tres áreas. Y en el área de sanidad estábamos Marta y yo. Marta dimitió el año pasado por temas familiares, luego lo retomó otra vez, pero claro, ya el peso de la organización de la comisión lo llevaba Ana Marcello, que es la compañera que está en servicios sociales, y en sanidad yo lo iba llevando cada vez un poco más, o sea que no ha sido un auténtico cambio.
Así pues, ¿habrá continuidad en las políticas que ha venido realizando Podemos en la Comisión de Sanidad?
Sí, sí. Más que nada porque nosotros trabajamos en equipo. O sea, en nuestro grupo parlamentario la labor de equipo es fundamental, todo lo consensuamos y todo lo trabajamos conjuntamente.
En estos momentos se están desarrollando en el Congreso de los Diputados varias ponencias sobre sobre la Proposición de Ley de derechos y garantías de la dignidad de la persona ante el proceso final de su vida, impulsada desde Podemos, ¿es una continuidad de la iniciativa del partido para legalizar la eutanasia?
No. Eso fue una ley que nosotros hicimos anteriormente, pero en lo que ahora mismo estamos trabajando es en la ponencia de la dignidad de la persona al final de la vida, que es una ley en la que estamos todos los grupos políticos de ponentes, y una compañera y yo somos las representantes de Podemos. Cuando una Proposición No de Ley (PNL) pasa por el Congreso se aprueba por mayoría, entonces esa ley se empieza a trabajar para ver si se puede consensuar todo, se va desmenuzando artículo a artículo. Estamos en esa fase.
Pero es una ley de cuidados paliativos, podríamos decir. Es algo que nosotros hemos trabajado en los meses anteriores, desde el verano para acá, al igual que lo hemos hecho en una PNL de Atención Primaria bastante importante.
En cuanto al Real Decreto 16/2012, del que usted dijo que iban a ir derogándolo "a trozos", algo que ya iniciaron con la PNL para recuperar la cartera básica común, ¿hay alguna iniciativa más para continuar tumbando poco a poco esta norma?
Amparo Botejara es diputada de Podemos por Badajoz.
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Nos queda poco margen ya, porque además nos están vetando sin argumentos sólidos, sin argumentos contundentes, porque el que un paciente tenga que esperar a su deterioro para mandarlo a un hospital, por ser más barato, es de locos. No tenemos mucha confianza en el futuro, pero sí en nosotros mismos, aunque solos no podemos hacer absolutamente nada si no tenemos el apoyo de los distintos colectivos y de la población. Por eso la ley en la que estamos trabajando ahora, que es una ley de salud mental, para nosotros es importante porque es relevante para la población. Yo he estado más de 30 años trabajando en una consulta de Atención Primaria y sé el peso que estas enfermedades suponen para la familia, porque no hay recursos, o sea, tenemos poquísimos recursos para solucionar los problemas de salud mental.
En lo referente a la Ley de Salud Mental, cuya elaboración ha echado a andar hace muy poco y para la que quieren contar con la participación de distintos colectivos, profesionales, pacientes y familiares, ¿qué esperan de ella?
Esperamos que el problema, el deterioro y las deficiencias que hemos encontrado en este área tan importante se puedan solucionar, si no es a corto plazo por lo menos a medio, porque encontrar un remedio en poco tiempo y como estamos lo vemos difícil, pero hay la esperanza, nosotros no la perdemos.
Usted, en la primera reunión que se hizo con los representantes de colectivos para empezar a desarrollar esta Ley de Salud Mental, afirmó que era una iniciativa que iba a necesitar del apoyo de otras formaciones políticas y, en especial, nombró al Partido Socialista, ¿ha visto predisposición por su parte para apoyarla?
Creo que indudablemente, no hay motivo para que no la apoyen. Claro, comentaremos y consultaremos cosas con el Partido Socialista y consensuaremos algunos aspectos, porque lo lógico es que la saquemos juntos.
¿Y otras formaciones políticas? ¿ve usted cercano un posible consenso?
Yo no lo descarto, porque es una cosa tan de sentido común y tan necesaria que, excepto el partido que ahora está gobernando, creo que lo puede apoyar todo el mundo.
Tras hablar de varias iniciativas legislativas en las que se ha nombrado al Partido Socialista, ¿cree usted que es un aliado natural en materia de sanidad? ¿Podría ser la política sanitaria el punto de encuentro sobre el que se asiente un acercamiento entre PSOE y Podemos que en otras áreas parece más complicado?
Yo creo que sí, porque ambos hemos diagnosticado el principal problema de la sanidad española, que es la privatización que se está realizando. Nuestro miedo es que dentro de un par de años nuestro sistema sanitario esté en la Bolsa de Frankfurt, y no digo ninguna barbaridad por el camino que llevamos.
"La privada es un enemigo importantísimo para la sanidad pública"
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Estamos atendiendo a un proceso de privatización lento y continuo, sin parar. Sólo hace falta hacer referencia a los estudios del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), que demuestran que la privatización va creciendo mientras que el presupuesto de nuestra sanidad pública va disminuyendo. Ya sabes que Montoro ha mandado el tanto por ciento del PIB para Sanidad a Bruselas, que es de un 5,8 por ciento, con lo cual alcanzamos un mínimo histórico; nunca lo hemos tenido tan bajo, con por lo menos de 17 países de nuestro entorno por encima nuestra.
Financiamos muy poco la sanidad pública, la vamos deteriorando y allanando el camino para las externalizaciones, para el doble aseguramiento, que es lo que se están buscando, que los pacientes al no ver resueltos problemas como las listas de espera tengan que recurrir, los que se lo puedan permitir, a hacerse un seguro privado.
Entonces, ya que hemos entrado en el tema de la privatización de la sanidad, ¿cómo valora la defensa que se hace desde varios sectores acerca de la colaboración público-privada para mejorar la atención al paciente?
Es un negocio. Mira, te puedo contar cuando Fresenius compró el grupo Quirón y todo lo demás, hace poco más de un año, por 5.760 millones. Desde ese momento esta empresa se coloca a la cabeza de Europa, por eso te digo que vamos a estar dentro de poco en la bolsa de Frankfurt. Pero ellos no cambian los nombres a las estructuras, los hospitales siguen siendo Quirónsalud, el de mi ciudad se sigue denominando con el nombre que tenía, pero la realidad es que todo va confluyendo hacia las mismas manos, muy poco a poco pero sin parar.
¿Usted no ve ningún tipo de beneficio para el paciente en la colaboración público-privada?
Los beneficios para el paciente de la sanidad privada ya sabemos cuáles son, eso está muy estudiado. Primero es todo estupendo para deslumbrar, igual que en otros sectores, todo es estupendo al principio. Conocemos otras áreas que se han ido privatizando a lo largo de estos años, como las eléctricas, con las que era todo magnífico pero al final se ve que hay un deterioro del servicio y tienen al ciudadano en sus manos, porque pueden poner el precio que ellos quieran, que es uno de los problemas más importantes.
Entonces, ¿qué papel le otorga a la sanidad privada en España?
Ahora mismo, para mí, es un enemigo importantísimo para la sanidad pública, al que además nuestro Gobierno, en la situación que tiene nuestro Ministerio y la política que se está haciendo, le está dando de comer al mercado.
Dicho esto, ¿cómo valora la actual composición del Consejo Asesor de Sanidad?
Se hablaba de puertas giratorias, ¿no? Pues aquí no hace ni falta.
La igualdad de género en el ámbito sanitario es un tema de mucha actualidad. En febrero hubo cierta polémica en las redes sociales porque el Foro de la Profesión Médica informó de que iban a empezar a trabajar en un documento para fijar los criterios de la profesión con respecto a la igualdad, pero en la fotografía de los representantes de todos los actores que participan en este encuentro sólo había hombres. ¿Hay todavía mucha desigualdad en el ámbito sanitario?
(Ríe) Claro, qué me vas a contar, tú vete a los Colegios de Médicos. Es evidente, tú vas a los Colegios de Médicos, que es lo que yo tengo más cerca y por eso hablo de ello, y yo algunas veces me he reído porque les he dicho: "aquí esto de la paridad, ¿cómo lo lleváis?"(ríe) ¡Todo hombres! Creo que queda mucho camino, pero también que el ámbito sanitario lo tenemos ganado, y a corto plazo además.
Porque, claro, las mujeres son amplia mayoría en él y cada vez más, ¿no?
La portavoz de Sanidad de Podemos es médico de Familia desde hace 30 años.
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Claro, y el 80 por ciento de los estudiantes ahora son 'estudiantas' de Medicina, o sea, la mayoría somos mujeres. Cuando yo entré a hacer la residencia, la especialidad, éramos la excepción y ahora somos la mayoría, o sea que el futuro de la sanidad es nuestro, pienso yo.
Podemos señaló a finales de 2017 ocho medidas prioritarias que se deberían abordar en la sanidad española en 2018, entre las que destaca la mejora de la financiación autonómica, ¿qué acciones plantean en este sentido?
Nosotros vamos o estamos intentando plantear el tema de la financiación autonómica no solo por la sanidad, sino también por la educación y porque las comunidades están asfixiadas. Y también hay que meter ciertos parámetros como la dispersión, que hay que tenerla en cuenta. No es lo mismo una población de un millón de habitantes en 40.000 kilómetros cuadrados, como Extremadura, que en los 200 kilómetros cuadrados de Madrid. No es lo mismo, el desplazamiento de los recursos lo encarece, pero vamos, en financiación creo que no podemos esperar mucho de la situación en la que estamos.
En cuanto a los medicamentos, el gasto farmacéutico ha vuelto a niveles de precrisis pero, sin embargo, el copago sanitario sigue existiendo, ¿qué medidas propone Podemos para reducir esta medida?
Nosotros hemos pedido en muchísimas ocasiones la retirada del copago. Ten en cuenta que el copago afecta sobre todo a los pensionistas, y estos días hemos podido ver en la mala situación que están. Esta situación nosotros la conocíamos, pero ahora se está visibilizando más porque está en los medios de comunicación. Un copago de ocho euros en una pensión de 700 que tiene que pagar luz, agua y todos los gastos es mucho dinero.
Ahora mismo tenemos un fármaco con unos costes muy altos, y el problema es cómo se fijan esos precios, cómo la multinacional o los mercados negocian con el Estado el precio de los fármacos. El ejemplo más fácil que ponemos siempre es el de la Hepatitis C, 900 euros era el precio que tenía en Egipto y 63.000 dólares en Estados Unidos. Ellos negocian el límite de lo que un Estado puede pagar, el mercado se aprovecha de negociar de forma unilateral. ¿No podríamos ponernos de acuerdo unos cuantos países para negociar? Es una carcajada, o sea, mientras que no abordemos el cómo se está fijando el precio de los fármacos, esto será insostenible.
¿Cuál es la posición de Podemos frente a la homeopatía?
Nosotros nos hemos posicionado claramente porque Ciudadanos presentó una PNL en la Comisión de Sanidad en la que solicitaba un recurso penal para tratar estos temas. Nosotros justificamos, bueno, el Partido Socialista también, que los cauces, cuando hay negligencias médicas, están puestos, hay que utilizarlos, pero nada más cuando hay negligencia médica.
Nosotros, los médicos, tenemos que asegurar siempre que el paciente no tenga ningún daño. Steve Jobs, el fundador de Apple, tenía un cáncer de páncreas operable y decidió probar terapias alternativas en vez de seguir las recomendaciones de los médicos. Eso es gravísimo. Pero la persona tiene poder de decisión para hacer lo que quiera. Ahora, tiene que tener la información adecuada, es decir, usted puede tener las creencias o pensamientos que sean, pero el pronóstico es éste, y la garantía del tratamiento ésta. La información al paciente es fundamental, y luego el paciente, cada persona, tiene la libertad para usar esa información como quiera.
¿Entonces el problema que existe con la homeopatía es de desinformación?
Hay que informar, igual que de la acupuntura. Lo que no entiendo es que, por ejemplo, Ciudadanos defiende la acupuntura pero la homeopatía no. Es que hay muchas medicinas alternativas. Lo importante no es el nombre, sino saber si perjudica o no a la persona que la recibe.
¿Debería tomar el Sistema Nacional de Salud cartas en el asunto para informar mejor a los pacientes?
Para eso estamos nosotros, los médicos de Familia. Los pacientes tienen que consultar a su médico de Familia, que es el que le orientará y le dará la información que necesita.
Botejara fue presidenta de la Sociedad de Medicina de Familia y pertenece a la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública.
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Hace un año Redacción Médica entrevistó a Pablo Iglesias, y le preguntamos si creía que al frente del Ministerio de Sanidad debería estar un profesional sanitario. Él dijo que no, ¿qué opina usted?
Yo sí, yo creo que tiene que ser un profesional sanitario. Vamos, sanitario, de servicios sociales, de consumo, alguien que tenga idea de lo que se está haciendo. O sea, yo siempre digo lo mismo, cuando pongan a un médico en Economía, pues ¡vale! Pero, ¿de economía a quién ponen? ¿A una enfermera? No, ponen a un economista. Entonces, claro, llevaríamos más camino adelantado si la persona supiera un poco del campo donde se tiene que mover.
Pero bueno, eso es un criterio mío personal, no es del partido. Lo que no puede ser es lo que tenemos ahora, una señora que no pisa el Ministerio, que hace cosas como la que hemos comentado antes de poner un Consejo Asesor con un vicepresidente que está en el mercado y que nos está vendiendo los productos. No se puede poner a una ministra que no se reúne con los colectivos o que convoca sólo dos veces al Consejo Interterritorial, cuando se debería convocar como mínimo cuatro veces al año. Es que para que nuestra sanidad no esté como está, para sacar para adelante los problemas, eso no se puede hacer, hay que trabajar. Yo ya se lo dije en el hemiciclo una vez, que ella no tenía la culpa, la culpa la tiene quien ha puesto a esa señora ahí, que es una irresponsabilidad.
Hay que hacer un ejercicio siempre para buscar a la persona idónea para solucionar los problemas de salud, de consumo y de servicios sociales de la población. En España, ¿quién es la persona idónea? ¿Montserrat? No, ¡pues entonces que se vaya!
En esa misma entrevista Pablo Iglesias la ponía a usted de ejemplo para estar al frente de la sanidad española, no ya por ser una profesional sanitaria, sino por su largo compromiso con la sanidad pública...
Es mi caso y, afortunadamente, el de muchísima gente que está defendiendo la sanidad pública en sus consultas día a día, trabajando, atendiendo a los pacientes, echándole muchas horas, sobreviviendo a las consultas masificadas. O sea, hay muchos profesionales defendiendo ahora mismo la sanidad pública.
Por supuesto, pero el secretario general de su partido pensó específicamente en usted. En el hipotético caso de que Podemos llegase al poder y formase Gobierno, ¿se ve usted como ministra de Sanidad?
Yo no me puedo ver como ministra de Sanidad. Pero sí veo a una persona defendiendo la sanidad pública, porque en este país tenemos una sanidad pública de calidad, aunque cada vez se reduce más, pero creo que la población no va a dejar que esto se le quite. Estoy convencida y es, más, yo estoy aquí por eso, yo estaba en mi consulta hasta que llegué a esta casa.
También creo que es imposible que se nos deteriore más el sistema y quiero pensar que en el futuro habrá al frente del Ministerio una persona que defienda la sanidad pública.
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