PSOE y
Sumar han llegado a un acuerdo para reeditar el
Gobierno de coalición. El pacto, que servirá para una legislatura de cuatro años, pone el foco en el
refuerzo del sistema público de salud para aminorar listas de espera y en la
reducción de la jornada laboral, uno de los principales escollos de la negociación. También desarrolla una ley de cuidados.
"El pacto permitirá a nuestro país seguir creciendo de manera sostenible y con empleo de calidad, desarrollando políticas basadas en la
justicia social y climática, y ampliando derechos, conquistas feministas y libertades", reza el comunicado remitido por ambas formaciones, que han fijado como
objetivo principal un pleno empleo que "impregnará todo el acuerdo".
Entre otras cuestiones, el acuerdo incluye "ambiciosos avances" en materia laboral como "la reducción de jornada sin reducción salarial, la implementación de forma inmediata de un plan de choque contra el desempleo juvenil o el
refuerzo del sistema público de salud".
Tal y como detalló
Redacción Médica, para lograr ese "refuerzo" del Sistema Nacional de Salud (SNS), ambas formaciones están obligadas a establecer una
postura común en cuestiones sanitarias como la
reducción de la jornada laboral o la
eliminación de las guardias médicas de 24 horas, cuestiones capitales para Sumar.
“No hay dudas sobre estos puntos de negociación”, afirmaba a este medio el coordinador del grupo de Sanidad de Sumar,
Rafael Cofiño, hace apenas una una semana. “Lo que aún está por definir es cómo se van a introducir estos cambios, sobre todo teniendo en cuenta que muchas de las competencias pertenecen a las comunidades autónomas", añadía.
Además, tal y como avanzó
Ignacio Álvarez, portavoz económico de Sumar, el objetivo de la formación era lograr un acuerdo con el PSOE para instaurar un
modelo de de trabajo más ‘saludable’ para los españoles que responda a los principios de ‘Estatuto del Trabajo para el siglo XXI’: menos tiempo de trabajo, mayor conciliación y regulación más estricta de los despidos.
La jornada laboral sanitaria oscila actualmente entre las 35 y las 37,5 horas semanales, dependiendo de la región. El modelo de Sumar se basa en una disminución progresiva del número de horas hasta alcanzar la meta de las
32 a la semana en la sanidad, algo que tanto
Íñigo Errejón como
Mónica García, líderes de Más País y Más Madrid, respectivamente, ven totalmente viable siempre y cuando haya una “reorganización” de las plantillas y los recursos. En el acuerdo, de momento, consta la
reducción de la jornada laboral máxima legal sin reducción salarial hasta las 37 horas y media semanales en 2025.
Atención Primaria y jubilación de los sanitarios
Mejorar la
Atención Primaria es otro de los puntos en común de ambas formaciones, aunque tienen algunas diferencias. Mientras el PSOE apuesta por su refuerzo “como eje vertebrador del sistema y plantea como novedad revisar el programa de Medicina de Familia y Comunitaria; Sumar quiere fortalecerla con un
Plan de Choque estatal.
Donde chocan ambos grupos es en la
jubilación activa de los facultativos. En este aspecto, el PSOE, aboga por una una prolongación voluntaria de la vida laboral hasta los 72 años para las especialidades en las que exista un déficit de profesionales. Sumar, por el contrario, no hace mención a esta medida en su programa electoral pero hace hincapié en acabar con la temporalidad y la
precariedad del personal sanitario.
La reorganización de la sanidad, la cartera de servicios bucodentales o la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública son otras cuestiones presentes en los programas de ambos partidos que se tendrán que limitar en el acuerdo que ratificarán sus líderes esta misma mañana.
En él, al margen de la sanidad, figuran otras cuestiones como el aumento del
parque público de vivienda con el objetivo de que alcance el 20 por ciento del parque total, la revisión al alza de los objetivos de la
Ley de Cambio Climático, la ampliación de los permisos retribuidos por nacimiento, la universalización de la educación de 0 a 3 años y una reforma fiscal justa que haga que la banca y
las grandes energéticas contribuyan al gasto público.
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