En tan solo un año
la CUP ha pasado de ser clave en la investidura de Pere Aragonès como presidente de la Generalitat de Cataluña
a ser ensombrecida por el no acuerdo de los presupuestos del Govern para 2022, que finalmente fueron aprobados entre los partidos del poder junto a
En Comú Podem. No obstante, la portavoz de sanidad de la CUP en el Parlament de Catalunya,
Laia Estrada, asegura que "
continuemos reivindicando aquellas propuestas del acuerdo de investidura y muchos otros que llevábamos en el programa".
Estrada se muestra muy
crítica con el modelo de concertación público-privada vigente del sistema sanitario catalán y asegura que es "factible tener una sanidad 100 por cien pública". Para la diputada de la CUP, el actual modelo de concertación "es la
puerta de entrada de la corrupción" y asegura que la sanidad concertada y privada no deberían existir. Estrada lamenta que una Cataluña independiente
no significaría "un cambio de modelo sanitario" y considera que si los partidos independentistas apostaran por una sanidad 100 por cien pública "nos permitiría sumar apoyos a nuestro proceso de independencia", además de analizar todos los temas candentes de materia sanitaria del panorama catalán.
¿Es factible tener una sanidad 100 por cien pública?
Claro que es factible, es una cuestión de voluntad política e ideológica. En otros países, en Canadá por ejemplo, tienen una sanidad 100 por cien pública, y no es un país comunista. El problema es que absolutamente todos los partidos que han ido pasando por los sucesivos Governs de la Generalitat han congregado en un modelo de concertación público-privada, que se concibió para que los diferentes partidos que tenían el poder en diferentes instituciones en Cataluña pudieran sacar tajada de la financiación de la sanidad. Es un modelo que nace con una vocación de permitir el ánimo de lucro y que en ningún caso está pensado para proveer la atención sanitaria que necesitamos y merecemos el conjunto de las clases populares y trabajadoras.
¿Pondría límites a la sanidad concertada y privada?
Nosotros partimos de la premisa de que no debería existir la sanidad concertada y privada. No puede ser es que el Servei Català de la Salut, con el dinero de todos, esté repartiendo este dinero público a terceros para que gestionen centros sanitarios sin que haya un control claro de donde va a parar este dinero. Es necesario avanzar en el modelo de titularidad y gestión pública. Ya no tiene sentido aquello que en un día originó el modelo de concertación, que se produjo porque cuando se asumieron las competencias no se tenían suficientes centros sanitarios y se concertó la actividad para tener más centros. Este razonamiento ya no vale porque los nuevos centros que se han ido construyendo ya se han ofrecido a unos terceros para que los gestionen. Centros que se han construido con dinero público y que se ofrecen a otros prestadores para que hagan la gestión. ¿Para qué? ¿Por amor al arte? No, para que puedan sacar provecho.
Nuestra hoja de ruta sería la de ir avanzando hacia una asunción e incorporación de las gestiones en todo lo que es el Institut Català de la Salut en lugar de continuar troceando la sanidad catalana. Tampoco estamos de acuerdo con la creación de nuevas empresas aunque sean de capital público, para nosotros todo debe estar bajo el paraguas del ICS. Esta es la única manera de acabar con el clasismo que se está produciendo de forma cada vez más acusada dentro de la sanidad con las triples puertas de entrada y además es la única forma de terminar con los agravios que existen para las trabajadoras. A medida que se van acabando o finalizando los conciertos o convenios, entendemos que esto lo deberíamos recuperar y ponerlo bajo la gestión del ICS. O bien, a medida que se han ido rescatando hospitales o centros sanitarios, esto debería de pasar a estar gestionado por el ICS, cosa que no está sucediendo.
En campaña contaban con una iniciativa para crear una farmacéutica pública. ¿Cómo se podría llevar a cabo y cuáles serían sus funciones?
Si una cosa ha demostrado la pandemia, que ya lo sabíamos pero esta lo ha evidenciado, es que no podemos estar sujetos a los intereses de las farmacéuticas, que ponen los precios que quieren para los medicamentos e incluso condicionan las líneas de investigación. Sobre la base de todo el tejido público de universidades e investigación que tenemos se debería poder construir esta farmacéutica pública y además la Agència Catalana de Medicaments. Entendemos que no es una tarea sencilla, pero pensamos que es la única garantía de poder proveer al conjunto de la población de una algo tan esencial como son los medicamentos, para que tengan precios accesibles, y líneas de investigación de acuerdo a estos intereses del conjunto de la población y no de acuerdo a los intereses del mercado.
"Sobre la base del tejido público de universidades e invesgigación se debería poder crear la farmacéutica pública y la Agència Catalana de Medicaments"
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¿Qué matices habría introducido la CUP en el presupuesto de Salut de 2022?
El problema es que, como tenemos este modelo de concertación, este dinero en buena parte acaba en terceros. Denunciamos que no hay un control exhaustivo de este dinero y que no se están destinando a las prioridades que se deberían de destinar. Estamos viendo que hay una infradotación presupuestaria en el ámbito sanitario, tanto por carencias acumuladas de condiciones laborales como por la precariedad creciente entre los profesionales de la salud que se debe poder revertir, y una parte del presupuesto debería ir destinado a ello. También lo dedicaríamos a contratar más personal para poder reducir las ratios. Debería ir destinado a mejorar las infraestructuras y equipamientos, que en algunas poblaciones tienen carencias graves, están pendientes de ampliaciones o incluso hay necesidades de nuevas instalaciones, como es el caso de Terres de l'Ebre.
Evidentemente necesitamos una mayor dotación presupuestaria, pero necesitamos tener la garantía que esta mayor dotación presupuestaria se dedicará a estas necesidades. No solo necesitamos más dinero en salud, sino que esté mejor destinado. Por ejemplo, en Atención Primaria, que estamos muy lejos del 25 por ciento que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y es algo que nosotros enmendaríamos, el incremento de recursos no se destinarán a los equipos de Atención Primaria, que es lo que estamos reivindicando. Necesitamos más recursos, pero que estén destinados a corregir las carencias o agravios graves que hace tiempo que estamos acumulando.
¿Sigue vigente el pacto y los acuerdos en materia sanitaria entre ERC y la CUP para investir a Pere Aragonès como presidente?
Es evidente que ERC ha incumplido sobradamente este acuerdo de investidura desde hace tiempo, desgraciadamente. Esto no quita que nosotros continuemos reivindicando no solo aquellos puntos, sino muchos otros que llevábamos en el programa y emplazamos, no solo a ERC, sino al conjunto de grupos que conforman el Parlament, a que le den apoyo. La CUP está poniendo encima la mesa propuestas que dan respuesta a necesidades evidentes que hay ahora mismo en materia de salud, como puede ser revertir la situación de precariedad creciente en la que se encuentran los profesionales del ámbito sanitario, incrementar el personal de la mayoría de centros de salud -donde falta personal de Enfermería y Medicina-, hacer un plan de choque en materia de Atención Primaria que pase por mejorar equipamientos y garantizar que la Atención Primaria es el eje de la atención sanitaria porque es la principal puerta de entrada. Además, esto nos permite abordar con más eficacia los determinantes sociales de la salud y esto significa, no solo darle más recursos económicos, sino además dotarlo de capacidad de incidencia.
¿Cree que el conseller de Salut, Josep Maria Argimon, está en contra de reducir las externalizaciones en el sistema sanitario público?
El conseller Argimon en todo caso defiende los intereses del partido por el cual está ahí. Es evidente que la línea política de Junts per Catalunya, igual que la de los diferentes partidos que han conformado los sucesivos Governs de la Generalitat, defiende de una manera muy clara el modelo de concertación público-privada. Ahora bien, pensamos y confiamos que poco a poco y sobre todo poniendo ejemplos concretos podamos ir revirtiendo progresivamente este modelo.
¿Externalizar servicios de salud es un sistema fallido?
Sí, por supuesto. Se ha demostrado que es la puerta de entrada de la corrupción. Nuestro modelo sanitario desgraciadamente está podrido de casos de corrupción. En Reus se destapó el caso Innova, que era un caso que no solo tenía que ver con el Hospital Universitari Sant Joan de Reus, sino que tenía que ver con todo el modelo de sanidad catalán y cómo afectaban e influían las puertas giratorias y cómo se abría una posibilidad a partir de este modelo de que el dinero público fuera a parar a manos privadas sin ningún tipo de control a través de de sueldos desorbitados, facturas que no se acreditan, contrataciones a dedo, etc.. Evidentemente es un modelo fallido porque es la puerta de entrada de la corrupción y porque además está posibilitando que existan agravios gravísimos entre las trabajadoras, que haciendo las mismas tareas están en unas condiciones laborales, no solo salariales, diferentes y esto no tiene ningún tipo de justificación.
Además, es un modelo fallido porque es profundamente clasista. Hoy en día, en función de si accedes a un hospital concertado con el carnet del CatSalut, con el carnet de la mutua o pagando de tu bolsillo, la lista de espera será más corta o más larga. De esta manera que las personas que van por mutua o las que directamente pagan de su bolsillo pasan por delante de las que van por el CatSalut y esto se está haciendo en instalaciones pagadas con dinero público, lo que es el súmmum de la perversión. Es un modelo fallido y perverso si pensamos en el interés común; si pensamos en el beneficio de unos pocos, este modelo les va de perlas.
¿Cuál es su receta para revertir los recortes en sanidad?
Los recortes en sanidad, que comenzaron en el último año del tripartito aunque el protagonismo se lo llevó Boi Ruiz, se deben revertir redistribuyendo los recursos de la Generalitat priorizando las políticas sanitarias. A menudo sentimos que no tenemos suficientes recursos, que esto es un problema derivado del expolio fiscal. Obviamente que existe el expolio fiscal, que hay un problema de falta de recursos públicos a consecuencia de estar sujetos a las imposiciones de Madrid, pero después está la otra cuestión de controlar dónde se destinan los recursos, porque sino el problema continúa siendo el mismo.
¿Apoyan las medidas para abordar la salud mental?
Sí, aunque en parte por dos motivos. El primero relacionado con la denuncia del modelo que hacemos. En salud mental volvemos a ver lo mismo, un modelo de gestión externalizada que en ningún caso compartimos. Además, cuando hablamos de salud mental debemos tener en cuenta muchos determinantes sociales de la salud. Si no tenemos un sistema de salud público capaz de incidir también en el resto de políticas para hacer frente a los determinantes sociales de la salud siempre iremos cojos. No podemos solo poner el foco en la provisión asistencial sanitaria, sino que hace falta proveer salud desde todas las políticas: invirtiendo en vivienda pública, garantizando suministros, garantizando condiciones laborales dignas para el conjunto de la población y, en definitiva, abriendo el foco de la mirada, cosa que no se está haciendo.
¿Confían en que se desprivatice el 061 en esta legislatura?
Es lo que querríamos, tanto para el transporte sanitario, urgente y no urgente, como para el 061. Pensamos que hay mayorías en el Parlament si nos basamos en las afirmaciones que se han hecho públicamente por parte de los portavoces de los diferentes grupos parlamentarios que nos deberían permitir esta internalización. Además, el Govern se comprometió en los últimos presupuestos. Desgraciadamente necesitaremos que haya un acompañamiento de la calle que haga visible la necesidad de esta internalización porque las declaraciones de buenas intenciones o los compromisos en política institucional se quedan demasiadas veces en humo y aquí hará falta recordar de forma insistente y perseverante la importancia de poder internalizar este servicio, que con la pandemia se ha evidenciado la importancia que tiene.
¿Por qué no se está avanzando en la internalización del transporte sanitario?
No se está avanzando como queríamos. Nosotros queríamos que hubiera una tramitación por la vía de urgencia, cosa que ya no conseguimos porque no tuvimos el apoyo necesario. Ya vamos tarde en este sentido. Afortunadamente en el caso del transporte sanitario hay ejemplos de otros territorios del Estado que han comenzado a ir en esta dirección y que demuestran la viabilidad de poner en marcha esta iniciativa. Confiamos que la proposición de ley tire adelante de la manera que la hemos concebido, que es el conjunto del transporte sanitario porque es tan importante el urgente como no el urgente y es otra de las puertas de entrada a nuestro sistema de salud.
Es muy evidente que el hecho de tener este servicio externalizando nos está comportando un gasto mayor que si lo tuviéramos internalizado. Como está externalizado y además fraccionado en una catorcena de lotes, hace que los trabajadores del servicio de ambulancias estén con unas condiciones de mayor precariedad y esto repercute negativamente en la calidad asistencial que se presta. Entendemos que esto se ha demostrado cuando analizamos todas las multas y sanciones que se han interpuesto en los diferentes contratos y aunque defiendan el modelo de concertación público-privada, pensamos que podemos estar de acuerdo en ir internalizando y asumiendo la gestión directa de determinados servicios auxiliares.
"Necesitamos avanzar en la jornada de 35 horas semanales en sanidad, la jubilación anticipada a los 60 años y una reducción de las ratios"
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¿Cuál es su propuesta para la Atención Primaria?
Destinaríamos a Atención Primaria el 25 por ciento de la partida de Salut, tal y como recomienda la OMS. Ahora mismo estamos en un 17 por ciento, pero el incremento hasta alcanzar este 25 por ciento debería ir destinado a equipos de Atención Primaria. Necesitamos más personal, más médicos y enfermeras, independientemente de que se puedan complementar otros perfiles. También necesitamos garantizar la accesibilidad de la Atención Primaria, centros donde haya suficientes líneas telefónicas, suficiente espacio para atender al conjunto de la población y servicios adecuados para el conjunto de la población, y esto significa comenzar a recuperar servicios que se han podido, como Pediatría o Ginecología. En definitiva, necesitamos afianzar la Atención Primaria de manera que cumpla sus funciones: garantizar que sea longitudinal, es esencial que la población tenga a su médico y enfermera de referencia para toda la vida y que pueda ser atendida de manera presencial excepto en casos puntuales, y esto no está sucediendo.
¿Qué mejoras concretas sobre condiciones laborales y retributivas impulsaría para médicos y enfermeras?
Empezaríamos por la equiparación de condiciones. Necesitamos avanzar o garantizar una jornada de 35 horas semanales, la jubilación anticipada a los 60 años y una reducción de las ratios, es decir, aumento de personal. Esto último también son condiciones laborales porque el hecho de que las ratios están desorbitadas y de que no existan incluso unas ratios determinadas está repercutiendo en el agotamiento al que han llegado las profesionales. Reivindicamos equiparar los días de descanso; tenemos diferentes días de descanso en función de si es la red del Sistema sanitari integral d'utilització pública de Catalunya (Siscat) o es del ICS. Necesitamos también eliminar la Direcció Per Objectius (DPOs), un concepto que es inadmisible e inasumible en salud; debe de formar parte del salario del conjunto de profesionales, y si no se eliminan como mínimo que no sean evaluables, que sean consolidables. Y por último, que se ajusten las funciones de las profesionales a las que les corresponden y no haya un desajuste.
¿Ha afectado el 'procés' de alguna forma al sistema sanitario y a la contratación de profesionales?
No, sinceramente. Pienso que aquí hay partidos políticos que les gusta hacer ruido con esta cuestión. Pienso que no, en ningún caso. Creo que tenemos un problema en todo caso de falta de personal o de falta de retención de personal porque se van los profesionales por las malas condiciones laborales que tenemos.
¿Qué diferencias habría en el sistema público de salud en una Cataluña independiente?
La principal sería que dispondríamos de más dinero porque podríamos revertir esta situación de expolio fiscal que sufrimos. Más allá de esto, desgraciadamente una Cataluña independiente con la actual correlación de fuerzas que hay ahora mismo no significaría un cambio de modelo sanitario. Pensamos que precisamente si queremos avanzar en nuestro proceso de independencia, una de las principales apuestas que se deberían hacer por todos los partidos independentistas es avanzar en este cambio de modelo porque esto es lo que nos permitiría garantizar una atención sanitaria digna de calidad al conjunto de la población. Nos permitiría dotar de mejores condiciones laborales al conjunto de profesionales y es esto lo que pensamos que permite ampliar la base. Pensamos que si los principales partidos independentistas se preocupasen por una sanidad 100 por cien pública y que el conjunto de la población identificase la apuesta independentista con la apuesta de esta sanidad pública esto nos permitiría sumar apoyos a nuestro proceso de independencia. De momento, desgraciadamente, parece que ni ERC ni Junts per Catalunya están por la labor de cambiar este modelo sanitario.
"Una Cataluña independiente no significaría un cambio de modelo sanitario"
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¿Está en favor de que Cataluña pudiera recibir la competencia para acreditar sus plazas MIR de forma independiente?
Sí. Evidentemente cuanta más soberanía tengamos es mucho más sencillo afrontar problemáticas graves que arrastramos. Una de ellas está relacionada con estas plazas y la necesidad de especialistas que arrastramos desde hace mucho tiempo. El caso de los pediatras, por poner un ejemplo, es el más flagrante, pero es un problema generalizado de falta de médicos y especialistas.
¿Apoya la medida de Salut en la que promueve un programa de incentivos para nuevos residentes de algunas especialidades?
Podíamos dar apoyo, pero pensamos que más allá de esta medida lo que hace falta también son políticas para revertir esta precarización de las condiciones laborales de las profesionales. No solo para los futuros médicos que tengamos, sino también para los actuales, para poder revertir esta huida de profesionales que estamos sufriendo.
¿De qué forma se puede asegurar el derecho al aborto en todo el territorio?
Garantizando que las interrupciones voluntarias del embarazo se llevan a cabo en la red de sanidad pública y no son externalizadas a clínicas privadas. No puede ser que estemos externalizando estos servicios cuando los hospitales están preparados, tienen tanto los equipos profesionales como instrumentales para poder practicar estas interrupciones, y estamos delante de otro caso de como este modelo permite el lucro de estos terceros que gestionan la salud. Solo garantizando que la red pública sanitaria es capaz de permitir estas interrupciones voluntarias del embarazo tanto de forma farmacéutica como de forma instrumental podremos corregir esta aberración que hemos visto de mujeres de determinados territorios del país han de hacer muchos kilómetros para poder interrumpir su embarazo. Se debe corregir esta situación porque estamos hablando de una cosa muy seria y compleja: que una mujer que decide interrumpir su embarazo tenga que hacer 100 kilómetros para llevarlo a cabo no es admisible.
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