EH Bildu reivindica que en el País Vasco sea la administración autonómica la que controle y regule el modelo de Formación Sanitaria Especializada. El objetivo, detalla su portavoz sanitaria en el Parlamento de Vitoria,
Rebeka Ubera, es desarrollar una Proposición de Ley para enviarla al Congreso de los Diputados antes de este mismo verano.
Transferir el MIR a Euskadi “no será fácil”, asume la dirigente soberanista, que sin embargo subraya que poner el debate sobre la mesa de Moncloa constituye un primer paso en firme para lograrlo. Por el momento, la iniciativa será debatida este jueves en la Cámara autonómica, lo que obligará a los partidos que sustentan al Gobierno (PNV y PSE) a tomar posición.
¿Por qué ahora? ¿Qué ha motivado esta propuesta de EH Bildu?
No es de ahora, en las negociaciones de los Presupuestos de 2023 ya se lo planteamos al Gobierno vasco, aunque no hubo opción de llegar a un acuerdo. Y ya vamos tarde, viendo cómo está la situación por la falta de profesionales y la problemática del relevo generacional. Creemos que es muy importante tener esta competencia porque es fundamental para dar una respuesta adecuada a las necesidades que podemos tener como sociedad.
Cada autonomía tiene sus singularidades, y la formación de los residentes es fundamental.
¿En qué se basa la propuesta?
Lo que solicitamos es que se redacte una Proposición de Ley en el Parlamento en el primer semestre del 2023 para luego llevarla a las Cortes, como hicimos con la Ley del Amianto. Tenemos varias líneas de trabajo interrelacionadas y complementarias, porque no solo es el MIR y la formación sanitaria especializada sino que también tenemos una falta de profesores. En 2022 ya registramos otra propuesta, que está todavía sin debatirse, con la que solicitábamos la creación de un Estatuto para el profesorado de segundo ciclo de Medicina. Y luego está la formación de los profesionales que ya tienen contrato y están trabajando. Creemos que esta está relegada a la industria farmacéutica y consideramos que de esa formación se tiene que hacer cargo el departamento de Salud.
En el texto de su proposición concluyen que la formación sanitaria “se ha quedado atrás” a nivel estatal. ¿Qué debilidades han detectado?
Todavía es pronto para saber qué hay que cambiar, porque esto requiere un análisis profundo de la mano de profesionales. En todos los modelos puede haber cosas que funcionan bien y otras que no, e igual habría que comparar con otros para ver qué nos puede servir. Pero está claro que el sistema actual
no responde a las necesidades que tenemos. Hay que estudiar la manera de afrontar el relevo generacional y la transferencia de experiencia y conocimiento, porque en los próximos años la mitad de la plantilla de Osakidetza se va a jubilar, y ese relevo no está planificado.
¿Transferir a una comunidad autónoma la formación sanitaria no pone en riesgo la equidad del sistema?
No tiene por qué. Podemos tener competencias y luego coordinar lo que haga falta. Lo que hay que tener en cuenta es que cada sociedad tiene su singularidad y sus necesidades. Si hay voluntad siempre se podrán acordar criterios que nos puedan favorecer a todos. Que nosotros tengamos una competencia concreta no tiene por qué ir en contra de nadie.
"La transferencia no será facil. La actitud del Gobierno no es favorable".
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En el caso del País Vasco, ¿cuáles son esas singularidades?
Al final, la formación sanitaria es un instrumento para dar respuesta a las necesidades sociales de la ciudadanía. Nosotros somos una población muy envejecida, y a la hora de diseñar la formación tendríamos que atender a ese envejecimiento. Por ejemplo, en estos momentos tenemos muy pocos geriatras, y los que tenemos están sobre todo en el ámbito privado. Además, en estos monumentos estamos tramitando la Ley de Salud Pública. Igual tendríamos que avanzar en la formación de los profesionales de la Salud Pública y evolucionar respecto a lo que tenemos actualmente para hacerla más profunda. Los tiempos cambian, y aquí necesitamos una mirada amplia para ir transformando nuestro modelo y adecuarlo a las necesidades actuales y de futuro.
¿Ha habido algún acercamiento o acuerdo con el Gobierno vasco en esta materia?
En su día hubo un contacto con motivo de la negociación de los Presupuestos, y parece que el Gobierno estaba
dispuesto a dar un paso adelante en esta línea. Pero finalmente no se llegó a buen puerto. Veremos, de aquí al jueves, si se produce algún otro acercamiento.
¿Se han marcado plazos para la transferencia del MIR a Euskadi? ¿Cuándo podría materializarse?
No me atrevo a marcar un horizonte, viendo lo que ha pasado con otras transferencias. Suelen ser plazos muy largos y costosos, y en estos momentos creo que no será fácil. Todo depende de la voluntad política que puedan tener el Gobierno central y el vasco. Primero tenemos que ver si somos capaces de sacar adelante esta propuesta en el Parlamento.
Precisamente, el Gobierno central se ha mantenido hasta ahora reacio a este traspaso.
No será fácil. Viendo la actitud, el posicionamiento del Gobierno, está claro que
no es favorable. Pero la idea es trabajar en esa línea, poner estas cuestiones encima de la mesa y abrir el debate.
¿Incluirán en sus demandas la transferencia de la homologación de títulos sanitarios?
Nuestra propuesta es redactar una proposición de Ley. El contenido hay todavía que abordarlo, no hemos llegado a ese punto.
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