"La sanidad no es para los profesionales sanitarios, es para las personas"

Tras tres elecciones sin conseguir representación en el Congreso de los Diputados, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) regresó a la Cámara Baja en 2019 de la mano de Néstor Rego, que obtuvo representación por A Coruña. Rego vuelve a repetir como cabeza de lista por la provincia costera para las elecciones del 23 de julio. En una entrevista con Redacción Médica, el diputado ha defendido una "transferencia completa" de las competencias sanitarias a Galicia y culpa al Gobierno del Partido Poular de los problemas del Servicio Galego de Saúde (Sergas). "Son consecuencia de décadas de deterioro planificado y programado", ha afirmado.

El candidato al Congreso ha abogado por mantener el requisito lingüistico para las ofertas de empleo sanitario público en Galicia, que tengan que saber gallego. "La sanidad no es para los profesionales sanitarios, la sanidad es para las personas", ha señalado. "Que un funcionario público domine adecuadamente nuestra lengua es lo que garantiza que las personas que tienen derecho a utilizarla puedan hacerlo. De lo contrario, se está negando derechos a otras personas y, además, en este caso, se está dificultando una adecuada atención a los pacientes galego hablantes en su propio país", ha añadido Rego.

"Nos gustaría que se eliminase la tasa de reposición de efectivos".

¿Cómo valora sus últimos cuatro años en el Congreso de los Diputados?

Como fuerza política, valoramos muy positivamente la presencia del BNG. No solo por la cantidad de propuestas realizadas, sino fundamentalmente por la orientación de esas propuestas. Especialmente, en relación con nuestro país, con Galiza, con la atención a los problemas que tenemos como país y que tiene la mayoría social de Galiza.

También en relación con políticas sociales más avanzadas, especialmente la defensa de prestaciones y servicios públicos. Por ejemplo, la derogación de la reforma laboral del Partido Popular, la recuperación de derechos en materia de pensiones o también en servicios públicos como la sanidad, en la que el BNG realizó diversas propuestas que tenían como objetivo, precisamente, reforzar el carácter del servicio público, universal y también la gestión desde lo público de un sistema que creemos que es esencial para mejorar la calidad de vida y bienestar de la población. 

Si me preguntan por la valoración de las actuaciones del Gobierno, lógicamente nuestro balance es más crítico, entendiendo que hubo algunos avances, pero que también hubo muchos incumplimientos de compromisos y de promesas que los propios partidos del Gobierno habían adquirido y, por lo tanto, muchas materias pendientes.

¿Qué leyes sanitarias le hubiera gustado poner en marcha y que no ha podido ser posible por el adelanto electoral?

En primer lugar, habría que derogar la Ley 15/97 para garantizar que la gestión del sistema sanitario fuese enteramente pública. Para nosotros es una cuestión esencial, porque entendemos que tanto el Partido Popular, y tenemos la experiencia de Galiza, que es muy clara en ese en ese sentido, como incluso el Partido Socialista, están en una dirección de favorecer lo que llaman la colaboración público-privada. Pero en el fondo es abrir la puerta a la privatización de un sistema público que es esencial, como decía, para mantener la calidad de vida o para mejorar la calidad de vida y el bienestar del conjunto de la población.

También nos gustaría que se eliminase la tasa de reposición de efectivos, que es un impedimento para que se pueda incrementar el personal del sistema sanitario y, por lo tanto, mejorar la prestación asistencial en todos los ámbitos. Nosotros hicimos esa propuesta en el ámbito de la Comisión de Reconstrucción. Salió aprobada por mayoría de derogar la tasa de reposición de efectivos en el ámbito sanitario, pero finalmente el Gobierno desoyó esa recomendación del Parlamento y, aunque flexibilizada, aún hoy se mantiene este límite a la posibilidad de mejora del sistema de la prestación sanitaria pública.

"Nos gustaría incorporar a la cartera de servicios especialidades que no están financiadas"

Hicimos también una propuesta que salió aprobada como proposición no de ley en el Pleno del del Congreso y que creemos que debería ser trasladada al ámbito legislativo, instando el Gobierno al reconocimiento del 33 por ciento de la discapacidad de forma automática con el diagnóstico para las enfermedades neurodegenerativas. Creemos que esto sería un avance fundamental para enfermedades que, en algunos casos, son con efectos muy claros y otros con consecuencias ocultas, como puede ser la esclerosis múltiple. Facilitaría la vida de las personas que padecen estas enfermedades.

Nos gustaría que hubiese una mayor financiación del conjunto de la sanidad y que se incorporase en el cuadro de la cartera de servicios comunes especialidades que o no están o solo están parcialmente financiadas desde el ámbito público. En esa idea de la universalización de la prestación asistencial sanitaria creemos que esas especialidades, como la ortoprotésica o la asistencia a la asistencia odontológica, deberían estar incorporadas a la cartera de servicios comunes y ser financiadas adecuadamente para garantizar la universalidad de la prestación sanitaria.

"Se debe incrementar la financiación tanto en el ámbito de la sanidad como de la investigación".

Ha mencionado usted la propuesta no de ley que impulsaron sobre las enfermedades neurodegenerativas, ¿es algo que volverían a impulsar en la siguiente legislatura?

Sí, lógicamente. Nos parece que es esencial, creo que se evidencia que hay mucho margen para mejorar en la asistencia sanitaria pública, en esa idea de universalización, en esa idea de en momentos precisamente difíciles, facilitar las cosas y facilitar la vida a las personas que padecen algún tipo de enfermedad y, por lo tanto, la atención adecuada a enfermedades neurodegenerativas incluida. Ese reconocimiento automático de un mínimo de 33 por ciento de discapacidad nos parece que es que es esencial. Seguiremos trabajando en esa línea la próxima legislatura.

¿Y cuáles son las principales propuestas sanitarias que va a tener el BNG de cara a las próximas elecciones?

Creemos que hay mucho margen de mejora, desde ampliar la cartera de servicios comunes hasta esa eliminación de la tasa de reposición de efectivos. También reconocer el derecho a la jubilación anticipada del personal estatutario, porque significaría atender a las condiciones específicas en que se desarrolla el trabajo en el ámbito sanitario. Incluso acabar, por no decir, con un agravio comparativo con otros sectores dentro de la propia administración pública.

Nosotros reclamamos que haya una transferencia completa de competencias a Galiza en materia de sanidad incluida, incluido el ámbito formativo desde los MIR, EIR o PIR. Eso permitiría atender de forma más adecuada y adaptar a nuestra realidad esta formación. Se debe actualizar la clasificación de profesionales dentro de la dentro de la sanidad, incluso modificando la ley de organización del personal sanitario para adecuarlo al espacio europeo de formación, para incorporar nuevas profesiones sanitarias. Pensando, por ejemplo, el personal de biología en el ámbito de la investigación biosanitaria, que nos parece que hoy es fundamental.

Y, sobre todo, se debe incrementar la financiación tanto en el ámbito de la sanidad como en el ámbito de la investigación en general, no solo de la investigación sanitaria, porque entendemos que esto supondría dar un salto de gigante que redundaría en beneficio del conjunto de la de la sociedad. La financiación, tanto de los servicios públicos como de la investigación, es un caballo de batalla permanente. Nosotros vamos a mantenerlo también en la próxima legislatura.

"La transferencia de competencias contribuiría a resolver el problema de MIR de Familia"

Siendo Galicia una de las comunidades autónomas donde más plazas vacías de MIR de Familia quedaron este año, ¿va a llevar el BNG alguna propuesta para mejorar esta situación?

La transferencia de competencias permitiría también contribuir a resolver ese problema. Pero en el fondo también está hacer más atractivo la prestación profesional en el propio Servizo Galego de Saúde.

Hoy el Servizo Galego de Saúde tiene muchos problemas que no son irresolubles. Son simplemente consecuencia de décadas de deterioro. Nosotros tenemos que decir que el deterioro planificado y programado por parte de quién gobierna, en este caso del Partido Popular. Con esa orientación evidente de progresiva privatización de la sanidad. Eso provocó incluso crecientes huelgas en el Servizo Galego de Saúde, por las condiciones en las que el personal médico y el conjunto del personal del sistema tienen que desarrollar su trabajo. Una base para para afrontar esta situación es mejorar las condiciones de prestación profesional del servicio y las de la prestación asistencial, especialmente la Atención Primaria. Porque en muchos casos no es tanto una cuestión de condiciones salariales, sino de condiciones laborales que derivan de forma directa de un exceso de carga de trabajo o de una imposibilidad de atención adecuada a los pacientes, que genera estrés en el propio personal y que convierte esa idea de trabajar en el servicio público frente a la posibilidad de hacerlo en el ámbito privado, en menos atractiva para para algunas personas. Aquí hay una responsabilidad pública que nosotros decimos claramente que deriva de las políticas del Partido Popular y que es necesario que se modifique.

Galicia también es una de las comunidades autónomas que más sufre la falta de médicos en las zonas rurales, ¿qué medidas van a tomar para mejorar esta situación?

Estamos hablando de una competencia de la comunidad autónoma. Es verdad que aquí hay un problema de base y nosotros queremos decirlo, que es la infrafinanciación de la sanidad. Y en esa infrafinanciación de la sanidad la responsabilidad está más repartida. Por una parte, la administración competente en la prestación de la asistencia sanitaria, en este caso la Xunta de Galiza, la Consellería de Sanidade, pero también las políticas estatales en materia de financiación de servicios públicos, específicamente de la sanidad, que son claramente deficientes.

Nosotros hicimos propuestas a lo largo de estos años. Creemos que, por ejemplo, en los Presupuestos Generales del Estado, en los últimos años, hubo un incremento excesivo, injustificable, del gasto militar. Solo hay que pensar que en el Presupuesto del año 2023, en el Ministerio de Defensa hubo un incremento de más de 3.000 millones de euros, fue el Ministerio que más incremento tuvo, de más del 26 por ciento. En tanto se mantiene una infrafinanciación de la sanidad pública. Como los recursos son finitos, nosotros creemos que hay que optar y nos parece que es prioritario, más urgente y más justificable, destinar más recursos a la sanidad pública.

"Nosotros optamos por un modelo de concierto económico para Galiza"

Pero también desde nuestra perspectiva, en la medida en que esto es una competencia transferida, creemos que hay que modificar el sistema de financiación autonómica. Nosotros optamos por un modelo de concierto económico en el que Galiza tenga capacidad de recaudar impuestos y negociar la parte que transfiere al Estado, que dotaría de más recursos a la administración gallega para poder también favorecer una mayor financiación de la sanidad pública en nuestro país. Y de la asistencia de la Atención Primaria específicamente, porque es uno de los ámbitos en los que más se nota esa deficiencia.

Hacer más atractiva esa profesión por unas mejores condiciones, también profesionales, que favorezcan que no solo en las ciudades, sino también en el ámbito rural, exista una atención adecuada. De hecho, son numerosos los concellos, las comarcas, especialmente rurales, no solo de Galiza, en las que en los últimos meses hubo protestas multitudinarias por falta de personal en los centros de salud de Atención Primaria.

"Hay que modernizar la atención en salud mental".

La Ley de Salud Mental ha estado bloqueada en el Congreso durante más de un año, ¿tiene expectativas de que pueda salir adelante esta ley en la próxima legislatura? ¿Qué es lo que incluiría el BNG en esta legislación?

Nos parece fundamental que se pueda avanzar en esta ley. Con independencia, y siempre hago esta reserva porque la legislación estatal, especialmente en materias que están transferidas, debe ser una legislación básica. Tenemos la experiencia de numerosas leyes a lo largo de esta legislatura, en este caso de la mano del Partido Socialista y Unidas Podemos, que siempre aprovechan para una vuelta de tuerca centralizadora. Entonces, con esa salvedad de que deben ser normativas básicas que en todo caso establecen mínimos, creemos que sí es necesario que exista una norma que impulse lo que debe ser una auténtica revolución en materia de salud mental. Porque estamos convencidos de que la salud mental fue siempre el pariente pobre del sistema sanitario. Y como además creo que conocemos, no en todo los momentos con una orientación adecuada.

Hay que modernizar la atención en salud mental. Pero hay, sobre todo, que fortalecer los medios. Una vez más estamos hablando de mayor financiación, de incorporarla por entero al sistema  público con carácter universal. Atendiendo a lo que hoy es una realidad que es realmente preocupante, especialmente entre la juventud, donde los índices de problemas relacionados con la salud mental son muy elevados. En ese sentido, nosotros estaríamos en disposición de consensuar las medidas que conjuntamente entendamos más adecuadas, pero partiendo siempre de ese carácter que debe tener público y universal y que, por tanto, para hacerlo posible, deba contar con una financiación adecuada.

"El galego debe estar incorporado en la totalidad de los servicios públicos"

Teniendo en cuenta la escasez de médicos actual, ¿considera indispensable que el gallego sea un requisito obligatorio para los médicos que quieran trabajar en Galicia? ¿Cree que esto puede frenar la llegada de médicos de otras partes de España?

Claro que creemos que esto debe ser fundamental y, en todo caso, no tiene por qué frenar absolutamente nada. Quiero hacer referencia a que en Galiza tenemos muchos médicos, médicas, enfermeros, enfermeras que están trabajando en Portugal o que están trabajando en Inglaterra y que tuvieron que adaptarse al requisito lingüístico. ¿Por qué entendemos que es fundamental? Porque  partimos de algo que es clave y que parece que muchas veces se olvida. La sanidad no es para los profesionales sanitarios, la sanidad es para las personas que tienen que acceder a ella. Es para los pacientes, para los hombres, mujeres, niños, niñas que tienen que recibir asistencia sanitaria. Y un principio básico es que en esa asistencia no se establezca ningún tipo de barrera ni mucho menos de dificultad de comunicación y, por tanto, garantizar que el profesional o la profesional sanitaria pueda atender a ese paciente o a esa paciente en su propia lengua, elimina cualquier tipo de barrera que de otra forma se pueda establecer a la hora de de comunicarse, de crear incluso un clima de entendimiento, un ambiente favorable que creemos que es esencial, porque lo contrario bueno puede resolver problemas médicos, con más dificultades.

Por lo tanto, con normalidad, el galego debe estar incorporado en la totalidad de los servicios públicos. Que un funcionario público domine adecuadamente nuestra lengua es lo que garantiza que las personas que tienen derecho a utilizarla puedan hacerlo. De lo contrario, se está negando derechos a otras personas y, además, en este caso, se está dificultando una adecuada atención a los pacientes galego hablantes en su propio país.

Al presentar su candidatura dijo que era muy importante que el BNG tuviera un grupo propio en el Congreso, ¿por qué es importante esto para la sanidad gallega?

Es importante en general, también para la sanidad. Porque nosotros como fuerza política demostramos coherencia a la hora de defender los intereses de nuestro país, de Galiza, que son muchos porque, entre otras cosas, tenemos que recuperar déficits históricos de inversiones en infraestructuras, en equipamientos, en servicios, por una infrafinanciación histórica. Por lo tanto, eso contribuiría a mejorar también la calidad de vida y de bienestar, a ir reduciendo las brechas de bienestar que existen entre Galiza y la media estatal. No digamos ya a las comunidades del Estado español que tienen esos indicadores socioeconómicos y deben estar más elevados, por ejemplo, pensando en el ámbito de las pensiones.

Estamos hablando de que Galiza es la segunda comunidad con las pensiones más bajas. Pero es que la provincia de Ourense es la provincia del Estado español con las pensiones medias más bajas, se sitúa prácticamente en la mitad de la que tiene la pensión más alta, que si no me equivoco es Vizcaya. Estamos hablando de una diferencia de más de 600 euros entre la pensión media de Ourense y la pensión media de Vizcaya, o 500 euros con la pensión media de Madrid.

Esa coherencia a la hora de defender los intereses en nuestro país, pero también a la hora de defender políticas sociales avanzadas que permita recuperar y avanzar en derechos sociales para el conjunto de la población, especialmente para los sectores más desfavorecidos, para las mayorías sociales, que venimos manteniendo a lo largo de estos años es lo que nos lleva a reclamar mayor confianza a la sociedad gallega para conseguir en vez de a un diputado, pues tres, cuatro o cinco diputados y diputadas. De forma que su posición sea determinante en un previsible escenario sin mayorías absolutas. Que permita que esa posición determinante sea utilizada para beneficiar los intereses de las mayorías sociales y los intereses de las clases populares, de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país, de Galiza. Y estamos convencidos, además, de que así va a ser.

"No vamos a dar un cheque en blanco a nadie".

¿Apoyaría usted otra vez a Sánchez para ser investido como presidente del Gobierno o apostaría por Feijóo?

Para nosotros esa dicotomía en el ámbito electoral es una dicotomía falsa. Nosotros decimos que parece que nos conminan a elegir entre el bloque encabezado por Pedro Sánchez y el bloque encabezado por Feijóo. Y nosotros lo que vemos es que los intereses de Galiza y de las mayorías sociales de nuestro país no están en ninguno de esos bloques. Por lo tanto, lo que queremos es que la sociedad galega opte por el bloque que defiende los intereses de Galiza, que es precisamente el Bloque Nacionalista Galego.

Pero si habla de una situación post electoral, una vez que conozcamos los resultados, nosotros ya hicimos público el compromiso hace cuatro años y lo reiteramos ahora, de que si del BNG depende, la derecha y la ultraderecha no van a gobernar en el Estado español. No van a gobernar simplemente porque creemos que eso sería muy negativo, que sería un retroceso brutal en derechos, en calidad de vida y en bienestar para el conjunto de la población. Estamos hablando de fuerzas políticas, y tenemos la experiencia de estos años en el Congreso, que en vez de reclamar que se pueda avanzar en derechos, lo que están especializadas es en recortarlos. Por ejemplo, podemos hablar de derechos laborales, derechos en el ámbito de las pensiones. Ahí están las posiciones de agrupaciones tanto de VOX como del Partido Popular, como de Ciudadanos, que no se presenta a las elecciones, pero que en esto habitualmente conformaban un bloque en derechos feministas o LGTB, en derechos democráticos... Nosotros de ninguna forma vamos apoyar un retroceso de ese calibre. Vamos a intentar evitarlo.

Eso sí, como hicimos hace cuatro años, no vamos a dar tampoco un cheque en blanco ni a nadie. Hace cuatro años, nuestro voto a favor de la investidura de Pedro Sánchez fue a cambio de un acuerdo de investidura que recoge en 13 puntos una serie de medidas que entendemos fundamentales para desbloquear la axenda galega. Medidas que en muchos casos llevaban décadas esperando, hoy están sobre la mesa. Algunas están cumplidas, otras lamentablemente no, y tenemos que decirlo: es una responsabilidad del Gobierno, y específicamente del Partido Socialista. Así también se lo se lo aclaramos a la sociedad gallega para que tome nota a la hora de decidir a quién o a quién no votar. Pero está claro que de ninguna forma cabría un entendimiento con el Partido Popular y ni siquiera permitir que, si del BNG depende, pudiese acceder al Gobierno de España.