El proceso al final de la vida ha centrado esta mesa del
VIII Encuentro Global de Parlamentarios, organizado por
Sanitaria 2000, y que ha moderado
José Luis Baquero, vicepresidente del Foro Español de Pacientes. Este ha recordado que una
muerte digna "tiene un antes y un después" al deceso: los deseos del paciente, que debe ser "muy promotor" de cómo se va a actuar con él. Un debate que ha comenzado
Rafael Mota, presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, que ha recordado el futuro que llega: "Enfermedades cronificadas con patologías más severas, más fragilidad…". "El 75 por ciento de los que estamos aquí vamos a pasar por una enfermedad que nos hará sufrir", ha espetado Mota antes de asegurar que, por estadística,
"moriremos el cien por cien de los que estamos en esta charla".
Los ponentes participan en el debate sobre el proceso de morir
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El especialista ha explicado que detrás de todas estas cifras "hay una persona y una familia". Por ello que se trate de una
atención "centrada en el paciente", aunque ha advertido "de los grandes problemas que hay de equidad en España, donde, por ejemplo, solo hay tres
unidades de cuidados paliativos pediátricos en todo el país". Por ello ha planteado una "norma estatal con cuidados integrales, con cobertura garantizada, accesible y equitativa; y que se enseñe en las facultades de las universidades españolas.
También el
acceso a las ayudas y que permita a los familiares a tener bajas laborales para cuidar a los enfermos". Mota también ha pedido que se cree "la categoría de profesional específico y que el SNS se coordine".
Mota ha querido recordar la importancia de la "
autonomía del paciente y la familia, que quieren aliviar el dolor de su ser querido pero con comunicación clara, honesta y sencilla". Evolucionando de la "medicina paternalista" y dando al enfermo a la persona "la categoría de completa, con conciencia, con dignidad".
José Miguel Serrano, miembro del comité de Bioética de España, ha querido apoyar "las nuevas iniciativas hacia las
leyes para el final de la vida" que deriven en esa ley nacional "que requerirá dinero que deberá poner el Estado". Serrano ha sumado que "muerte digna significa
eutanasia, que es un neologismo que se refiere a la muerte medicamente administrada por personal sanitario". "Hay cierta tendencia a crear un derecho que se imputa al paciente para que le pueda matar su doctor", ha precisado. "Esta legislación, en cambio, evita que el médico te pueda matar", ha sumado. Respecto a la muerte en casa con atención médica, "que en muchos sitios en España es un sueño", surge un primer problema porque es difícil "que se llegue a hacer esa generalización paliativa".
El otro problema es "matar por omisión, pues la dejación de ciertos cuidados puede ser eutanasia". Y, finalmente, Serrano ha hablado del debate "de la
sedación, que no puede convertirse en un derecho sin indicación". "Hay una tendencia de muchos médicos a dar sedación si lo pide la familia, porque a veces no es el enfermo, y eso lo deberían arreglar los parlamentarios para que se incluya en la ley", ha espetado.
Rafael Mota, Regina Plañiol, José Luis Baquero, José Manuel Freire y José Miguel Serrano.
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Regina Plañiol, portavoz del PP en la Comisión de Sanidad de la Asamblea de Madrid, ha recordado que ellos defendieron la ley con un "no a la eutanasia y sí a la vida digna desde el inicio hasta el fallecimiento". Centrada en la norma madrileña como ejemplo, ha explicado "que son muy partidarios de que haya una ley nacional", entendiendo que la autonómica "que respeta al dignidad de la persona, sus valores, el consentimiento informado, la libertad de toma de decisiones, las instrucciones previas, con comités para informar a todo el que quiera", ha señalado la popular, que ha recordado el derecho a la "habitación individual y a la atención espiritual si así lo desea".
José Manuel Freire, portavoz del PSOE en la Comisión de Sanidad en la Asamblea de Madrid ha aprovechado su intervención para hacer un repaso de la forma en la que se muere hoy en día en las sociedades avanzadas. “El 20 por ciento de la población va a morir súbitamente, el otro 20 por ciento morirá rápido, y el 60 por ciento moriremos tras 8 años de enfermedad de altibajos. En ese aspecto, he podido comprobar como la medicina moderna puede ser capaz de una crueldad épica”, ha afirmado Freire.
El portavoz socialista ha apuntado como “un hecho positivo” la idea de que exista una
ley estatal de muerte digna. Esta, explica, “puede reforzar la seguridad del paciente, así como la defensa jurídica del mismo”. En España, concretamente, no existen estadísticas para saber cómo muere la gente. Este problema es para Freire una situación que debe de cambiar.
“Es imposible conocer a través de los certificados de muerte como se ha muerto la gente. Resulta que el 90 por ciento de las personas desea morir en su domicilio. Pero esa no es la realidad, la realidad es que la gran mayoría mueren en los hospitales”.
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