Sigue operando (
a veces con un gorro de colores) y luchando por el proyecto político y “democrático” en el que cree fervientemente.
Antonio Alarcó, portavoz del Partido Popular en la
Comisión de Sanidad del
Senado, lleva años siendo la voz de los populares en la Cámara Alta. Su tono decidido y “palabras claras” le han llevado a luchar con aliados de todos los partidos políticos por la
medicina genómica.“Ese tren que pasa una vez en la vida y en el que debemos subirnos” y la equidad en el acceso a una cartera única con un
Pacto por la Sanidad. Ni le da miedo pactar con
Vox, ni con
Unidas Podemos, porque,
según el propio Alarcó, su mecanismo a la hora de hacer política es el mismo que sigue en el quirófano: “seriamente”, “a veces bien, a veces regular, a veces mal, pero nunca negligentemente”.
El Congreso ha aprobado la toma en consideración de la Ley de la Eutanasia. El hecho de que haya sido una de las primeras iniciativas del gobierno de Pedro Sánchez, ¿es una declaración de intenciones?
Sí. Además se ha tomado en consideración por la vía más rápida y no como proyecto de ley que obligaría a que tuviera un informe del Consejo Nacional de Bioética y del Consejo del Estado. Me gustaría aclarar, que como médico que sigue ejerciendo sé bastante de lo que significa la eutanasia y no es un problema de los ciudadanos españoles. No digo que no haya que abordarlo, hay que hacerlo y no tiene ningún factor economicista, ni mucho menos. Pero no es de lo más le preocupa a la sociedad. Ahora bien, una vez puesta sobre la mesa la eutanasia hay que tomársela muy en serio. En España no tenemos en la cartera de servicios una ley integral de cuidados paliativos. Nosotros hemos reactivado este proyecto y es imprescindible.
Pero el hecho de que sea una iniciativa sanitaria, ¿da a entender que el PSOE y Unidas Podemos van a tomar un camino en el que la sanidad sea de vital importancia esta legislatura?
Antonio Alarcó aclara por qué traspasar la gestión del MIR no tiene futuro y es "empequeñecedor"
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La sanidad tiene un concepto social muy importante y ellos, cuando digo ellos no digo el Partido Socialista, digo el Pedro Sanchismo, quieren poner este tipo de debates morales sobre la mesa. Y diferencio entre Pedro Sanchismo y Partido Socialista porque para mí son dos cosas totalmente distintas. Además, el tema de la eutanasia gusta porque es moral y eso es un tema clave para el vicepresidente de Gobierno de facto, el señor Redondo (en referencia a Ivan Redondo).
Previsiblemente en marzo será la sesión de comparecencia del ministro Salvador Illa en la Comisión de Sanidad del Senado. ¿Se esperaba su nombramiento? ¿Prefería que continuara su compañera y exsenadora María Luisa Carcedo?
Efectivamente, a la ministra anterior la conozco y es médico como yo. Y no digo que Salvador Illa tenga que serlo. Pero, aunque no hace falta ser médico para ser ministro, tampoco se tiene que marear al oler el cloroformo. Yo creo que no se lo esperaba ni él. Con todo, le deseo suerte porque cuanto peor, peor. Viene del mundo de la Filosofía, y creo mucho en ella porque se encarga de resolver los porqués de las cosas y, si resuelve el que ocurre en sanidad, sería muy bueno. Por parte del PP buscaremos con él grandes consensos para los grandes problemas que tiene la sanidad.
¿Pero hubiera preferido que continuara la ministra?
Ahí no me meto. Lo que diga el Pedro Sanchismo, que para eso es su responsabilidad. Lo que sí deseo es que este ministro tenga sentido común, que se deje asesorar por los que saben.
Uno de los puntos del acuerdo de Gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos era el traspaso de la gestión de la formación sanitaria a Cataluña.
Es un mal paso. Tenemos uno de los mejores sistemas de selección de especialistas de Europa y del mundo. Tienes más de 25 años de antigüedad, e intentar hacerlo localista sería nefasto. Voy a dar un argumento muy claro: los localismos no tienen futuro, son empequeñecedores y limitantes. En mi opinión, no lo van a conseguir porque sería absolutamente impresentable y no tiene ningún argumento sobre el que sustentarse esa competencia. Desde el punto de vista político, racional y científico vamos a intentar que ese punto no se modifique. La solución a los problemas sanitarios no es el localismo. Lo que sí es importante es este tema es ser capaces de introducir nuevas especialidades de forma rápida y razonable, como es la genética. El 45 por ciento de las profesiones sanitarias que se necesitarán en 10 años no existen todavía.
Hablaba de introducir nuevas especialidades. No sé si ha tenido acceso al borrador del Real Decreto de Especialidades en el que trabaja el Ministerio de Sanidad. En concreto, hay un apartado que habla de que las autonomías puedan proponer ACES.
El nacionalismo, como digo, es siempre empequeñecedor, no es una crítica, es una realidad. En un momento globalizado, donde tenemos un distrito único sanitario europeo funcionando, poder pensar que hay que hacer algo localista... El gran problema que tiene la sanidad española es que hay que hacerla equitativa y sostenible y para eso hay que buscar un Pacto. No necesitamos hacer de la sanidad un tema ideológico. En el Partido Popular vamos a estar abiertos al diálogo con el PSOE solo para tener consensos claros en temas técnicos, claros y evidentes.
Antonio Alarcó en una entrevista con Redacción Médica en el salón de Comunidades Autónomas del Senado.
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Pero entonces, ¿este Real Decreto facilita los localismos?
Creo que nadie puede pensar que el cambio de paradigma que nos viene -que es la genómica y la medicina personalizada y de precisión-, se puede hacer con localismos. No se pueden crear especialidades en Canarias y
no en el resto de España, eso no tiene ningún sentido. Bueno, tiene uno: favorecer ansias nacionalistas empequeñecedoras que son producto de algún pacto, que desde luego yo no conozco, y que si se conociera sería terrible.
Habla de genómica. En su momento, fue un proyecto que llevó en comunión con el PSOE gracias al trabajo en equipo con su compañero José Martínez Olmos. ¿Espera esa cooperación con la nueva portavoz?
Es una compañera canaria y médico de Familia, y eso es bueno. Espero tener una buenísima relación como con
Martínez Olmos. Pero, además, el diálogo de la ponencia de genómica lo tuvimos con todos los partidos. Es un texto de obligado cumplimiento para el Gobierno, gobierne quien gobierne. No porque estábamos nosotros, sino porque quien participó era lo mejor de lo mejor en el mundo de la genómica. Desde el derecho, la ética, la filosofía, la organización, la economía, la genética, la súper computación, etc. Y nos tenemos que subir al tren de la genómica y del cambio de paradigma, que solo pasa una vez.
¿Y dónde está esa ponencia?
Está encuadernada preciosa y la traeré para repartir al nuevo Gobierno. El anterior que estuvo en funciones no hizo nada al respecto, ni la tocó, pero me encantaría que se retomara porque tiene un respaldo democrático por unanimidad y la participación de especialistas a todos los niveles, incluido el europeo. Tiene las bases y los mimbres para hacer un gran plan estatal, y espero que sea así. Desde el Partido Popular presumimos en cualquier foro donde nos inviten a hablar de la genómica, producto del consenso, y, además, con este plan modélico.
Como médico canario y en el ejercicio de la profesión, ¿cómo está viviendo el brote de coronavirus?
Creo que el sistema español tiene la capacidad absoluta de afrontarlo con toda tranquilidad, no hay que crear alarmismo, pero sí información. Y ahí es donde la prensa tiene mucho que hacer, el periodismo científico en España es una asignatura pendiente.
Ha estudiado periodismo, sabe de ello además.
Hice periodismo en los años 90 siendo catedrático de Cirugía. Además, hice un doctorado de Periodismo Científico en España con una tesis doctoral, no copiada, que ratificaba que el periodismo científico en nuestro país es una asignatura pendiente. Y esa asignatura pendiente la tenemos que solucionar entre todos porque no existe una buena sanidad sin los medios de comunicación.
Ahora estaba terminando de estudiar una tercera carrera, Sociología.
Antonio Alarcó adelanta el futuro del plan de genómica y los antivacunas.
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Exacto. Voy a presentar el libro de mi tesis doctoral ahora sobre la sociología de la sanidad española. El 'doctor Google' es una de mis conclusiones, y ahí explico que es un señor que nadie conoce que está en las redes. Pero lo peor es que el 43 por ciento de los españoles lo ve y, después, no va al médico. Y eso es muy malo si tenemos en cuenta que el 80 por ciento del 'doctor Google' es falso.
Volviendo al coronavirus, ¿trabajando en las Islas ha notado preocupación entre sus pacientes?
Sí, hay mucha alarma. Recientemente participé en 145 Comité Ejecutivo de la OMS donde se dejó claro que China actuó con rapidez y transparencia. Pero hay mucha alarma porque todos los días se publica que han muerto 2.000 personas. En España murieron con la gripe 1.600 y no salió nunca. ¿Qué quiero decir con esto? Hay que centrarse porque, ¿hay que tomárselo en serio? ¡Sí! Pero estamos preparados. Pongamos el foco en contribuir como ciudadanos a no transmitir la gripe. Tenemos que acostumbrarnos a ir con mascarilla por la calle cuando tengamos gripe y que no nos dé vergüenza. Entrar en un metro con gripe y estornudar es contaminar a 50 personas.
Seguramente habrá gente muy alarmada con el coronavirus que, por ejemplo, están embarazadas y no se vacunan de la gripe.
El no vacunarse es una falta de respeto a los demás y a la salud pública. Y ahí tenemos que hablar todos los partidos. Porque yo creo en la libertad, pero no cuando hay salud pública de por medio. Es injusto, cuando hablamos de enfermedades de declaración obligatoria hay que regular la vacunación.
¿Habrá antivacunas alarmados por el coronavirus?
¿Quién puede ser antivacunas en el siglo XXI con la información que tenemos? Lo digo de verdad. Es como decir "soy anti hospitales". Hay que tener sentido racional para todo y, aunque sea en honor a la libertad, hay cosas que no se pueden hacer. No se puede aterrizar un avión por votación. La democracia no es aplicable a cómo se opera un paciente, ¡es que es ridículo! Y hay gente que lo quiere aplicarla hasta ahí. La democracia no se pueda aplicar para decir tengo derecho a no vacunarme ¡no! Usted tiene derecho a no vacunarse siempre y cuando no me contamine porque entonces su derecho se convierte en un problema de salud.
¿Y que el profesional no se vacune?
Si soy sanitario y transmito la gripe en mi hospital, soy un desaprensivo. Considero que es una falta grave y, a parte, una incultura.
Cambiemos de tercio a otro de actualidad, eutanasia. Esta semana se negaron a tramitar la toma en consideración de la ley. Fueron los únicos de la cámara, junto con Vox. ¿Le da miedo que se les meta en el mismo saco?
Nosotros no vamos de la mano de nadie.
En el tema de la eutanasia no es que estemos en contra o no, porque primero hay que delimitar de que hablamos cuando hablamos de eutanasia. La eutanasia pasiva la hemos practicado los médicos desde hace más de 60 años, pero eso es un tema científico, no un tema político. Con lo que sí estamos fundamente preocupados es con cómo se apruebe. Nosotros tenemos en el cajón la
ley de ordenamiento integral de cuidados paliativos centralizada. Para que si usted firma un testamento vital en El Hierro y mañana le ocurre algo en Madrid, se pueda tener acceso a su testamento vital. La eutanasia no es una demanda, es un problema y que hay que abordarlo con muchísima seriedad, sin ninguna prisa, pidiendo informes al Consejo de Estado, al Comité de Bioética… La vía de la prisa es mala.
Antonio Alarcó es cirujano y compagina el ejercicio de la Medicina con la política.
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Y hablando de otro partido, se acaban de convocar elecciones en Galicia y País Vasco y Ciudadanos quiere ir con ustedes.
El primero que ha dicho siempre "España suma" se llama el Partido Popular. Y se les propuso el modelo de Navarra y se negaron. Ahora parece ser que quieren retomarlo y, como ha dicho Pablo Casado, bienvenido sea. Pero con transparencia.
Antes hablaba del Pacto por la Sanidad. Hay muchos más partidos en el tablero que en la anterior legislatura. ¿Cree que es posible unificarles a todos por este propósito?
Sí hay sentido común sí. No pactar para que España siga siendo uno de los mejores del mundo o por tener una
cartera de servicios universal para todos, es ridículo.
Pero no se ha conseguido todavía.
Nosotros vamos a seguir defendiéndolo porque lo consideramos lo mejor para el sistema nacional de salud: lo hacemos más equitativo y sostenible. La sostenibilidad del sistema es muy importante y con 17 sistemas sanitarios es difícil la equidad y la sostenibilidad. Porque no hay que olvidar que el sistema sanitario no es gratis: la sanidad tiene un coste y es limitado. Eso de que la sanidad es gratuita, es mentira. Es de financiación pública, gratuito era el maná del Antiguo Testamento. Y por eso hay que pactar una cartera de servicios. Le doy un dato, si mañana pusiéramos en el servicio español sanitario en la cartera de servicios universal la cirugía estética, no ‘cabrían’ los cánceres de colon.
Volviendo a la actualidad política, el Congreso va a debatir próximamente la Ley de Ratios de Enfermería, ¿cree que faltan enfermeras?
Es muy sensato estudiar la distribución adecuada pero de todas las profesiones, no sólo de enfermeras. Por ejemplo, en España hay especialidades médicas que están bastante hipertrofiadas mientras que en otras muchas, como Geriatría, faltan profesionales y necesitamos nuevas especialidades como, repito, la Genética.
El Gobierno de Pedro Sánchez anunció en el último Consejo de Ministros la compra centralizada de medicamentos, ¿qué opina de esta decisión?
"Un desabastecimiento de un medicamento porque el precio ha bajado es irresponsable"
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Hay que hablarlo con las comunidades autónomas. Pero, es evidente, que si uno compra 1 millón de vacunas necesarias para el país, es verdad que es mucho más fácil y más barato que si se hace de forma autonómica. Desde ese punto de vista puede ser muy efectivo y ocurre en siete, ocho, o nueve cosas concretas, incluido material. En definitiva, hay una parte en la que merecería la pena hacerla, siempre de acuerdo con las comunidades autónomas, y hay otra parte que no tendría sentido.
¿Acabaría con los desabastecimientos?
Bueno, para hablar de desabastecimiento hay que introducir siempre a la industria que debe de ser muy sensible a la responsabilidad social corporativa. Es verdad que la industria tiene que tener beneficios, es evidente y legítimo, pero hay que tener responsabilidad. Ahora bien, una falta de abastecimiento porque el precio ha bajado, es irresponsable. Es abyecto y no puede ocurrir.
Hablaba de que la sanidad no es gratis, tiene un coste y, a veces, precisa de la ayuda que suele ir derivada de la sanidad privada. Unidas Podemos ha llevado en su programática la eliminación de esta colaboración, ¿peligra la relación privada-pública por su entrada al Gobierno?
¡Que se vayan a Cuba! En la sanidad de Cuba y Venezuela que defienden no hay suturas para operar. En Cuba no hay antibióticos para tratar. Hay una gran medicina, la deportiva, que como en todo partido comunista es buena porque da prestigio. Y yo creo en una sola sanidad, la buena que la puede dar la pública, la concertada, la privada y la concertada-privada. Pero es evidente que la pública no es sustituible y el resto tienen que estar para complementarla. Lo demás es demagogia barata. La sanidad española no se puede privatizar. Lo dice Europa, yo puedo hacer que la lavandería de mi hospital sea gestionada, concertadamente, pero de eso a decir que se privatiza es ridículo. Sin la sanidad concertada este país no sale para adelante.
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